"El borrado de mujeres", una mentira del discurso de odio que alimenta la transfobia

Ante los discursos de transfobia, integrantes de la comunidad trans realizaron jornadas de denuncias digitales en las que recabaron firmas contra las movilizaciones transexcluyentes y la diputada América Rangel. | FOTO: GRACIELA LÓPEZ /CUARTOSCURO.COM
Ante los discursos de transfobia, integrantes de la comunidad trans realizaron jornadas de denuncias digitales en las que recabaron firmas contra las movilizaciones transexcluyentes y la diputada América Rangel. | FOTO: GRACIELA LÓPEZ /CUARTOSCURO.COM

El discurso de odio y antiderechos se inmiscuye en un movimiento que predica velar por los derechos de otras personas, es decir el feminismo.

Hablemos de la transfobia. Porque cada vez se esparce más como eslogan y propaganda un discurso que sin percatarnos proviene desde las cúpulas de la ultraderecha y antiderechos y porque cada vez más se filtra en espacios que van desde lo digital hasta lo físico.

¿Qué es la transfobia?

La transfobia, de acuerdo con el Consejo Nacional para prevenir la Discriminación (CONAPRED), es la discriminación, invisibilización, burlas, no reconocimiento de la identidad y/o expresión de género de la persona y otras formas de violencia basadas en prejuicios, estereotipos y estigmas hacia las personas con identidades, expresiones y experiencias trans, o que son percibidas como tales.

Puede derivar en violencia extrema como crímenes de odio, a los que se denomina transcidio en contra de mujeres u hombres trans —aun cuando cabe aclarar que ese hecho delictivo todavía no se encuentra legalmente tipificado. En el caso específico de las mujeres trans se habla de transfeminicidio, haciendo énfasis en su doble condición, de mujeres y de personas trans.

La transfobia o los movimientos antitrans o antigénero se ha fraguado desde mediados de la década de los 90 en reacción a la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo de la ONU del 94 que maneja discursos esencialistas que generan temor en torno a la supuesta desaparición de la llamada “familia tradicional” y los “valores conservadores”.

El problema es que los movimientos antitrans y por ende antiderechos se ha infiltrado en distintas colectivas feministas o se ha colado en los discursos que representantes del feminismo mexicano replican bajo una supuesta amenaza del “borrado de las mujeres”, de acuerdo con el reporte “Polarización y transfobia: Miradas críticas sobre el avance de los movimientos antitrans y antigénero en México”, realizado por Comun.Al, Laboratorio de Resiliencia Digital.

Mujeres Trans de Toluca realizaron su Tercera Marcha del Silencio LGBTTTIQNB+  en el marco del Día de la Remembranza Trans buscando visibilizar la violencia que sufre este grupo.. FOTO: CRISANTA ESPINOSA AGUILAR /CUARTOSCURO.COM
Mujeres Trans de Toluca realizaron su Tercera Marcha del Silencio LGBTTTIQNB+ en el marco del Día de la Remembranza Trans buscando visibilizar la violencia que sufre este grupo.. FOTO: CRISANTA ESPINOSA AGUILAR /CUARTOSCURO.COM

La marcha del 11 de marzo

El pasado 11 de marzo se convocó a una marcha que querían hacer pasar como alternativa a la del martes 8 de marzo con motivo por el Día Internacional de la Mujer. En la convocatoria del 11, sin embargo, la principal consigna era “no al borrado de mujeres y niñas” desde un “feminismo radical, abolicionista, separatista, antipatriarcal y anticapitalista”.

Se trata de una consigna nacida desde el feminismo transexcluyente- que asevera que las mujeres trans van a “robarle” los espacios a las mujeres cis (es decir a aquellas cuya identidad y expresión de género coincide con el sexo biológico que se les asignó cuando nacieron).

Para las mujeres cis feministas transexcluyentes si tienes vulva, senos prominentes y útero eres “mujer biológica”, por lo que acuñar términos como “persona menstruante” o “persona gestante” -que incluye a personas no binarias y a hombres trans- para referirse a estos procesos biológicos es el acto de “borrar” a las mujeres. Por tanto, las personas trans o no binarias, desde la perspectiva antitrans, no son sujetos políticos en los feminismos o en la lucha por los derechos sexuales (a las que simplemente todos somos acreedores por el hecho de nacer).

Sin embargo, para muchas mujeres que se dicen feministas transexcluyentes, el simple hecho de la existencia de personas trans ya es un indicio de este famoso “borrado de mujeres”.

Sobre la convocatoria de la marcha "No al borrado de mujeres y niñas" del 11 de marzo y 17 días después, la COPRED se pronunció en contra de los discursos transodiantes al catalogarlos como "inaceptables" y que vulneran la dignidad de las personas, además confirma que la movilización tuvo por objetivo la difusión de discursos de odio en contra de la población trans. El pronunciamiento se hizo únicamente después de recibir una denuncia colectiva de 450 personas.

A mi me sorprende, me enrabia y me llena de vergüenza que parte del activismo de las mujeres trans o las personas no binarias -además de tener que batallar con diversos conflictos discriminatorios todos los días-, usen su energía también para insistir que su existencia no BORRA a las mujeres.

Yo me pregunto, en serio, ¿cómo me va a borrar una persona que normalmente se encuentra en constante estado de vulnerabilidad? Siento, más bien, que borré alguna columna con un tema más importante que ésta en la que hablo sobre desmentir el concepto de borrado de las mujeres, pero no más.

Sin embargo esta filtración de los discursos de odio no se da de manera tan orgánica. Una de las causas que señala el reporte de Comun.al es la falta de reconocimiento hacia el trabajo que realizan las personas trans/no binaries para nombrar las violencias que viven por razón de su género en las distintas dimensiones en las que expresan su identidad y distintos espacios en los que participan, como el digital.

“Esta invisibilización ha alimentado los estigmas y estereotipos que habilitan las maneras en que el movimiento antiderechos se ha infiltrado en distintas colectivas feministas o se ha colado en los discursos que representantes del feminismo mexicano replican”, escriben Julianna Neuhouser y Alex Argüelles (K.), coautores del reporte.

El rol de los medios en la transfobia

De igual forma esta invisibilización se muestra en medios masivos de comunicación cuya agenda al abordar los temas de diversidad sexual y de género sea reducida en cuanto a las historias que presentan.

Por ejemplo en México, la atención de los medios respecto a temas trans “fluctúa constantemente entre la indiferencia y el escándalo: las personas trans existen sólo como víctimas de violentos asesinatos y desapariciones o como objetos de burla” por defender su identidad, su nombre y su dignidad.

Además que no siempre se hace un tratamiento editorial o ético, por lo que cometen malgenerizaciones al usar pronombres que no corresponden a la identidad de género elegida por los sujetos principales.

Yo pienso: ¿Cómo es posible que una población tan -por así decirlo- numéricamente pequeña como las personas trans, tan siempre violentadas, tan ignoradas por la cultura y las representaciones, tengan el super poder de borrar a las mujeres cis?

Yo solo sé que lo que podría parecerse más al “borrado” de las mujeres es la violencia sistémica que viven diario contra mujeres negras, indígenas, pobres, mayores, niñas indígenas, adolescentes, mujeres con discapacidades, mujeres con trastornos mentales sin tratar, las personas trans y las personas no binarias así como la negación de sus derechos sexuales y reproductivos.

A veces me pregunto quiénes son estas mujeres que se atreven a decir que alguien las borra y dudo mucho que se trate de mujeres a quienes les han negado ciertos derechos como sé que a muchas de las mujeres de los grupos de arriba que menciono por lo menos sí, varios. Es volvernos cientos de años a los inicios de los movimientos feministas populares conformados en su mayoría por mujeres blancas quienes dictaban quiénes sí podían pertenecer a la lucha y excluían a las mujeres negras o indígenas- porque cuando hablaban de los derechos de las mujeres en realidad hablaban de los derechos de las mujeres blancas.

Si las mujeres llegamos tarde a la universidad, a la educación pública, a la salud social, a herencias, a ganar igual o más que los hombres por trabajos similares, a contar nuestras historias con nuestra voz, si llegamos tarde a la economía, a emprender, a ser jefas, a tener Premios Nobel, a las ciencias, a la tecnología, sin duda, las personas trans también.

Y en esta lucha -que no se trata de quien tiene menos, quién sufre más, aunque a veces parece ser así, y en esa cadena las mujeres “casi” borradas están ahí-, las mujeres trans tienen muy pocas oportunidades en cualquier ámbito a causa de la discriminación.

Ser mujer no es un sentimiento, es verdad, tampoco lo es tener tres órganos en el cuerpo, quienes todavía los tienen, pero el odio sí es un sentimiento y se puede manifestar de muchas formas como la alta tasa de transfeminicidios y feminicidios que en este país nos puede demostrar.

Asesinatos de personas trans en México

En 2022, México se posicionó como el segundo país en donde se asesinan a más personas trans con 56 casos en un año. Tan solo por debajo de Brasil con 96 casos y por arriba de Colombia con 28 casos, de acuerdo con el Observatorio de Personas Trans Asesinadas.

Observatorio de Personas Trans Asesinadas | Cifras e ilustración publicados por Transgender Europe
Observatorio de Personas Trans Asesinadas | Cifras e ilustración publicados por Transgender Europe

Me sorprende que muchas mujeres feministas que son periodistas, que lucharon porque los feminicidios tuvieran un trato digno y ético en los medios, hoy en día no reconozcan que estos discursos de odio, que estos ataques físicos y acoso digital constante no son razón suficiente para cuestionar el famoso “borrado de mujeres”.

Me enerva ver que todavía hay medios y artículos que entrevistan o confrontan en el mismo espacio el discurso de odio, invitando a especialistas, académicas, a escritoras e intelectuales transfóbicas a la par que a activistas y mujeres trans para “mantener equilibrio” en el discurso.

Y claro que si vemos una frase tan breve como “No al borrado de las mujeres” reaccionamos pensando que no queremos que se nos elimine de la historia como ha ocurrido, cuando en realidad se refiere al odio transfóbico.

Sin embargo a estas alturas del debate, de abundancia de información, de más mujeres trans hablando -o gritando o tuiteando: “NO BORRAMOS A NADIE”-, les periodistes ignoran ese mensaje y prefieran acudir a un mandato periodístico de debatir o dialogar entre quienes están involucrados en el nombre falso de la objetividad periodística y el “darle voz a todes”.

Además, el reporte “Polarización y transfobia: Miradas críticas sobre el avance de los movimientos antitrans y antigénero en México” señala que muchos medios replican la fórmula del enganche desde la crueldad, al publicar noticias tendenciosas que son discriminatorias o que “ponen” en debate la existencia de las personas trans o no binarias. Esta práctica que además de ser “muy lucrativa para los algoritmos de las plataformas sociodigitales, va en contra del Artículo 1º de la Constitución Mexicana, que “consagra el mandato de la no discriminación”.

Como si los derechos de algunes estuvieran a debate en televisión nacional, como si no supiéramos ya, con las tantas malas coberturas de violencia de género o feminicidios y transfeminicidios, el impacto que este discurso violento puede tener en las personas.

Finalmente me quedo con la reflexión que hace en el informe Alex Argüelles, Tecnólogue y fundadore del Laboratorio de resiliencia digital comun.al, en la que dice que cualquiera que proclame defender derechos humanos a costa de los derechos de otres (especialmente grupos históricamente vulnerados), es alguien que utiliza la desconfianza, la escasez y el miedo (producto del trauma por las violencias que sobrevivimos día a día) para menoscabar las garantías que sostienen la dignidad y la vida, buscando consolidar poder y control sobre otres”.

Y eso, eso sí da miedo.

Sin embargo, existen programas, clínicas, colectivas y organizaciones que retoman los quehaceres y responsabilidad para garantizar el ejercicio de derechos básicos para la población trans/nobinaria como Cultivando Género desde Aguascalientes y CoLibres desde Chiapas.

Si eres una persona que pertenece a la comunidad trans o no binaria y eres discriminade puedes acudir a:

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