La burla a Trump que intriga a EEUU: un escudo presidencial alterado con un águila rusa y palos de golf

Poco antes de que Donald Trump arremetiera nuevamente contra Robert Mueller, quien ratificó que la investigación sobre la injerencia rusa en las elecciones de 2016 no exoneró al presidente, un singular escudo apareció desplegado, y a la vista de multitudes presentes y de millones a través de los medios de comunicación y redes sociales, detrás del inquilino de la Casa Blanca.

El presidente Donald Trump junto a un emblema de la presidenicia de EEUU manipulado, que fue proyectado durante un encuentro con jóvenes conservadoras. El águila calva fue reemplazada por una bicéfala (similar a la del escudo de Rusia) y el haz de flechas en una de sus garras cambió por un haz de palos de golf. Los organizadores del evento dijeron que esa proyección fue un error "inaceptable" pero sin intención de ofender.(Alex Wong/Getty Images)

No está claro por qué apareció allí, quién lo colocó y qué hay detrás de esta aparente burla. Y al principio nadie pareció notar que al escudo de la presidencia de Estados Unidos, la icónica águila calva con las alas abiertas y una rama de olivo y un haz de flechas en sus garras, le había surgido a un costado –en el gran podio donde el presidente Trump recibía el pasado martes la ovación de las masas en el evento del grupo Turning Point USA, de jóvenes estudiantes conservadores– un extraño clon, un imitador o un retador con referencias a la vez ominosas y cómicas.

Se trató de un emblema similar al del presidente de EEUU pero, también, con extrañas similitudes al escudo nacional de Rusia: un águila bicéfala con las alas abiertas en un ángulo diferente y portando en una de sus garras un haz… de palos de golf.

El águila bicéfala es claramente una alusión al ave emblemática del escudo de Rusia (la posición de las alas son también muy similares) y, qué decir, los palos de golf presumiblemente aluden al deporte que a Trump tanto le gusta practicar y que es uno de sus negocios principales.

La proyección de ese logo resultó punzantemente paródica, pues aduna las recurrentes críticas sobre la injerencia electoral de Rusia y el beneficio que ello le habría podido dar a la candidatura de Trump (tanta, según la narrativa de ese logo, que el escudo de la presidencia estadounidense acabó rusificado) con la noción de que en vez de gobernar con firmeza e incluso de modo combativo (el símbolo del haz de flechas) el presidente prefiere jugar al golf con la presidencia misma como un peculiar caddie.

Y en lugar del listón con el lema de la nación estadounidense “E pluribus unum” (De muchos, uno) que el águila lleva en el pico, en el escudo manipulado se lee en ese espacio, en español, “45 es un títere”. Trump es el presidente número 45 de la historia estadounidense y el calificativo de títere hace eco al águila bicéfala rusa imponiéndose al ave estadounidense.

Todo acabó lanzando, con o sin intención, un indudable mensaje crítico y picante, y aunque al principio pocos habrían reparado en ella no pasó mucho para que tanto la Casa Blanca como Turning Point USA, y la opinión pública en general, cayeran en la cuenta, para estupor y bochorno de unos, risa de otros y en general con una extraña sensación de surrealismo.

Cientos de jóvenes asistieron al evento de Donald Trump organizado por el grupo estudiantil conservador Turning Point USA en el que fue proyectado el extraño logo de la presidencia de EEUU modificado con un águila bicéfala y unos palos de golf. (Alex Wong/Getty Images)
Cientos de jóvenes asistieron al evento de Donald Trump organizado por el grupo estudiantil conservador Turning Point USA en el que fue proyectado el extraño logo de la presidencia de EEUU modificado con un águila bicéfala y unos palos de golf. (Alex Wong/Getty Images)

De acuerdo a The Washington Post, Turning Point USA despidió a la persona que fue responsable de proyectar ese logotipo manipulado en el evento de Trump, aunque no se ha revelado su nombre ni, tampoco, si fue esa u otra persona la que colocó esa imagen en el sistema de proyección del evento. Un vocero de ese grupo dijo que aún no han identificado a la persona que colocó el escudo ni de dónde obtuvo la imagen, pero no cree que el asunto haya tenido “una intención maliciosa” y calificó todo como un error “inaceptable”.

De acuerdo a CNN, Turning Point USA dijo que “sentían mucho” la aparición de ese falso escudo y que nunca pretendieron “faltarle al respeto a la Casa Blanca, al presidente o a su equipo de avanzada”.

Según versiones, el error se habría originado en que los organizadores tuvieron que hacer una búsqueda vertiginosa y de última hora en Google para obtener el emblema presidencial e, indica el Post, ciertamente en internet hay un sitio web donde se ofrecen mercancías con logotipos paródicos, entre ellos uno muy parecido al escudo de marras.

Pero personas que han trabajado en el pasado en la Casa Blanca señalaron a ese periódico que por lo general el personal de avanzada que supervisa los eventos del presidente inspecciona las imágenes que serán proyectadas durante eventos del mandatario, por lo que o bien hubo una falta de supervisión inquietante al respecto o alguien, por error o a sabiendas, colocó de último minuto ese falso escudo.

En todo caso, como expertos señalaron al Post, que la proyección de imágenes en un evento del presidente no sea controlada por la Casa Blanca resulta “estúpido”.

En la televisión de Rusia, cabe decir, el incidente les provocó mucha gracia.

Y muchos se imaginan lo que podría haber pasado si en vez del error, broma o provocación de colocar un espurio y punzante escudo junto al presidente las imágenes en cuestión hubiesen sido de un tono mucho más acalorado.

Pero que un águila rusificada, golfística y con un lema cáustico haya sido presentada junto a Trump en un evento masivo en extraño antagonismo con el emblema oficial de la presidencia, justo cuando el mandatario iba a arremeter contra la investigación de la injerencia electoral de Rusia y la inminente comparecencia ante el Congreso del exfiscal encargado de investigarla, dejó ciertamente muchas bocas abiertas, de risa, enojo, vergüenza o maravilla.

Los mítines de Trump están con frecuencia cargados de sorpresas.