El “árbol de la muerte” hace honor a su nombre

Muchas especies, sobre todo de árboles, tienen nombres muy evocadores. La fruta de la pasión, el árbol del amor… Pero en pocos casos están tan bien elegidos como el del “árbol de la muerte” o manzanilla de la muerte. Hippomane mancinella es su nombre científico, y se trata de una planta en la que todas sus partes son venenosas.

Crédito de la imagen: «Hippomane mancinella (fruit)» de © Hans Hillewaert vía Wikimedia Commons

Cuando decimos “todas sus partes” son todas. Incluso la corteza. Simplemente el contacto con las capas exteriores del árbol ya puede provocar irritación y ampollas en la piel, en una reacción muy similar a una quemadura química.

Sus hojas también son realmente peligrosas, y sus raíces. Incluso su madera contiene gran cantidad de toxinas. Pero tal vez la parte más peligrosa sea el fruto. Por el aspecto, parece una manzana de pequeño tamaño – y de ahí lo de “manzanilla de la muerte”. Además tiene un olor dulce, que resulta muy apetecible.

[Te puede interesar: El mortal encanto de la mantis orquídea]

Pues bien, comerla resulta mortal para el ser humano. Y no en grandes cantidades, simplemente un par de bocados pueden ser suficientes para acabar con un adulto sano. De hecho, esta especie ha vuelto a salir a la palestra por un caso de intoxicación, aunque por suerte no mortal.

Hay pocos lugares donde una especie así – bonita, de aspecto y olor apetecible, y tremendamente mortal – no sería un peligro. Y no vive en en ellos. Su área natural de distribución son las costas tropicales del continente americano. Es decir, a lo largo de todo el Caribe, uno de los destinos turísticos más visitados.

Y claro, siempre hay algún turista que no sabe lo que hace y se acerca a uno de estos árboles. El caso que ha sacado a esta especie del olvido es el de una radióloga americana, que se encontraba de viaje con una amiga. Al ver el fruto, decidieron probar las delicias del Caribe y…

Han podido contarlo porque le dieron un pequeño bocado cada una. Pero incluso con esa mínima cantidad, tuvieron un susto importante. Nada más probarla, la boca les empezó a escocer, les salieron llagas y empezaron a notar cómo les costaba respirar. Ambas fueron tratadas con broncodilatadores y consiguieron sobrevivir.

[Te puede interesar: El engañoso encanto de los escarabajos besadores]

Una suerte que no tuvieron los “descubridores” de esta especie. Porque el primer registro escrito que hay sobre esta especie es del mismo Cristóbal Colón, quien la bautizó en castellano. Al llegar a estas costas tras su viaje, los marineros probaron muchas de las frutas que encontraron. Y varios murieron a causa de la manzanilla de la muerte.

Alguno pensará que, para lo que sirve y los problemas que da, mejor sería quemar todos los árboles. Bueno, ninguna especie está de más, y de hecho se sabe de varias especies de reptil que viven en estos árboles. Pero tampoco sería una solución, ya que el humo que se produce al quemar esta especie es tremendamente tóxico e irritante.

Lo mejor, aprender cómo es y no comerla.

Me enteré leyendo aquí.