Efecto cascada: la sucesión de fallas que permitió que los partidarios de Jair Bolsonaro provocaran un caos en Brasilia

Simpatizantes del expresidente brasileño Jair Bolsonaro invaden el Congreso Nacional en Brasilia, el domingo 8 de enero
Simpatizantes del expresidente brasileño Jair Bolsonaro invaden el Congreso Nacional en Brasilia, el domingo 8 de enero - Créditos: @SERGIO LIMA

RÍO DE JANEIRO.- Dos días después de la conmoción en Brasil por la toma de los principales edificios públicos del país y los destrozos en la capital por parte de seguidores del expresidente Jair Bolsonaro, surgen nuevos detalles de cómo se llegó a ese momento negro para la historia de la potencia latinoamericana.

Aquí, un repaso de lo que se sabe hasta ahora de cómo se gestó el ataque de miles de manifestantes en Brasilia.

Control de las calles

El ministro de Justicia brasileño, Flávio Dino, dijo haberse reunido ese mismo sábado con la Policía Federal y la Policía Vial para tomar recaudos frente al desplazamiento de manifestantes en dirección a Brasilia. En ese momento, ya había informes de que más de 100 micros que avanzaban hacia la capital del país. Sin embargo, no se tomó ninguna medida para impedir que los bolsonaristas volvieran a concentrarse frente al cuartel general del Ejército.

Manifestantes, simpatizantes del expresidente brasileño Jair Bolsonaro, en el techo del edificio del Congreso Nacional después de irrumpir en el recinto, el domingo 8 de enero de 2023, en Brasilia. (AP Foto/Eraldo Peres, Archivo)
Manifestantes, simpatizantes del expresidente brasileño Jair Bolsonaro, en el techo del edificio del Congreso Nacional después de irrumpir en el recinto, el domingo 8 de enero de 2023, en Brasilia. (AP Foto/Eraldo Peres, Archivo)

Vallas en la Explanada de los Ministerios

Inicialmente, el gobierno del Distrito Federal tenía previsto prohibir el acceso de manifestantes a la Explanada de los Ministerios, como forma de evitar que se aproximaran demasiado a los edificios públicos. Sin embargo, según Dino esos planes fueron modificados el sábado sin darle aviso al gobierno federal, y solo montaron vallados en las áreas ya próximas a la Plaza de los Tres Poderes, donde se encuentran las instalaciones del Congreso, del Supremo Tribunal Federal (STF) y el Palacio del Planalto, sede del Ejecutivo.

Miles de seguidores del exmandatario de Brasil Jair Bolsonaro, que defienden un golpe de estado para derrocar al presidente Luiz Inacio Lula da Silva, invadieron el Palacio del Planalto, el Congreso Nacional y el Supremo Tribunal Federal (STF), en Brasilia, prácticamente sin resistencia de la policía de la capital federal.
Miles de seguidores del exmandatario de Brasil Jair Bolsonaro, que defienden un golpe de estado para derrocar al presidente Luiz Inacio Lula da Silva, invadieron el Palacio del Planalto, el Congreso Nacional y el Supremo Tribunal Federal (STF), en Brasilia, prácticamente sin resistencia de la policía de la capital federal.

La Agencia Brasilera de Inteligencia fue ignorada

Horas antes de que los bolsonaristas abandonaran la sede del Ejército para dirigirse hacia la Explanada de los Ministerios, la Agencia Brasilera de Inteligencia (ABIN) envió alertas a los órganos de seguridad para advertirles que los manifestantes planeaban atentar contra el patrimonio público y promover acciones violentas en las sedes de los tres poderes. Uno de los organismos que recibió la alerta fue la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal.

La Policía Militar, de brazos caídos

La Policía Militar responsable de la seguridad mostró poca o ninguna voluntad de resistencia ante los primeros intentos de la gente de romper el vallado. Uno de los videos grabados ese día muestra a un oficial de policía lanzando gas pimienta para dispersar a la multitud, pero casi de inmediato baja los brazos y se aleja. Otras imágenes muestran a los policías charlando, tomándose fotos o incluso orientando a los terroristas para que ingresen a edificios públicos.

Pocas fuerzas federales

El domingo, cuando fue convocada para reforzar la seguridad, la Fuerza Nacional de Seguridad Pública contaba con un reducido número de efectivos disponibles. Según Dino, ministro de Justicia, le informaron que en Brasilia solo había 140 agentes, lo que apenas alcanzaba para complementar el trabajo de la Policía Militar.

Choques entre la policía y los manifestantes en Brasilia. (AP/Eraldo Peres)
Choques entre la policía y los manifestantes en Brasilia. (AP/Eraldo Peres) - Créditos: @Eraldo Peres

Falta de refuerzos

Frente al movimiento de bolsonaristas que se registraba desde la víspera, el presidente interino del Senado, Veneziano Vital do Rêgo (MDB-RN) dice haberse contactado con integrantes del gobierno del Distrito Federal para informarles de su preocupación y preguntarles si necesitaba refuerzos. La respuesta que recibió, según Do Rêgo, fue que la situación estaba controlada y que no había motivo de preocupación.

Autoridades desgastadas

Además del gobernador del Distrito Federal, Ibaneis Rocha, ahora destituido y que será investigado por la Procuraduría General de la República, el episodio también tiene en jaque al ministro de Justicia, Flavio Dino, y al jefe de la Oficina de Seguridad Institucional (GSI), Marco Edson Gonçalves Dias, responsable del área de seguridad del gobierno federal.

El exgobernador de Brasilia Ibaneis Rocha
El exgobernador de Brasilia Ibaneis Rocha

O Globo/GDA

Traducción de Jaime Arrambide