EEUU intenta parar la migración en el Darién, que rompió récord de cruces ilegales

Funcionarios federales destacaron el jueves los esfuerzos del gobierno de Estados Unidos para combatir la migración en la peligrosa jungla del Tapón del Darién entre Panamá y Colombia, donde se informa que más de 250,000 personas cruzaron ilegalmente hasta julio de 2023.

“Lo que queremos comunicar hoy es que continuamos haciendo cumplir las leyes migratorias de Estados Unidos y que seguimos trabajando a lo largo del hemisferio con nuestros aliados para reducir la migración irregular y para atacar lo que son las redes criminales que manipulan y abusan de la gente durante esa trayectoria,” dijo Luis Miranda, subsecretario adjunto principal de comunicaciones en el Departamento de Seguridad Nacional

La conferencia se produjo en medio de un número récord de personas que cruzaron el Tapón del Darién este año, a pesar de los esfuerzos regionales y de Estados Unidos para reducir el número de personas que emigran ilegalmente a través del tramo, que conecta América Central y América del Sur.

En abril, el Departamento de Seguridad Nacional anunció una campaña conjunta de dos meses con Panamá y Colombia para “acabar con el movimiento ilícito de personas” en el Darién. Miranda dijo que desde el 20 de abril, el gobierno federal ha apoyado la movilización de más de 3,880 fuerzas de seguridad de Panamá y Colombia, así como más de 271,000 libras de equipo para reforzar la seguridad de la zona.

“Nuestros aliados en Panamá y Colombia continúan haciendo el trabajo de interrumpir y buscar parar lo que son las operaciones ilegales de actividades como el tráfico de personas por el Darién”, dijo.

Mientras tanto, Marta Youth, subsecretaria adjunta principal de la Oficina de Población, Refugiados y Migración del Departamento de Estado, habló sobre las inversiones financieras que ha realizado Estados Unidos en el hemisferio occidental para abordar y disuadir la migración irregular. Esto incluye casi $18 millones en ayuda humanitaria al gobierno panameño en el último año fiscal que se había utilizado para atender las necesidades básicas de los migrantes que viajaron por el Tapón de Darién, así como una iniciativa de desarrollo con más de $4.2 mil millones en inversión del sector privado para fomentar la oportunidad económica en el norte de América Central.

Youth también dijo que se han establecido centros de procesamiento de migrantes, llamados Oficinas de Movilidad Segura, en Guatemala, Colombia y Costa Rica para ayudar a facilitar el acceso a las vías de migración legal a los Estados Unidos, como programas de parole, reunificación familiar y refugiados. Más de 19,000 personas se registraron en Guatemala y Colombia a través de la plataforma en línea para la iniciativa hasta el 10 de agosto, dijo Youth.

“Estamos desarrollando la capacidad de los países de acogida y las comunidades locales para que también puedan integrar a los refugiados y solicitantes de asilo en sus países”, dijo.

Sin embargo, cientos de miles de migrantes optaron por cruzar el Tapón del Darién este año con la esperanza de llegar a Estados Unidos. Las Naciones Unidas dijeron a principios de agosto que entre enero y julio de 2023, más de un cuarto de millón de personas intentaron el peligroso cruce, el mismo número que en el 2022, cuando el número casi se había duplicado desde el 2021.

Las estadísticas de la ONU informaron que el 55% de los que cruzaron eran de Venezuela; el 14% eran haitianos y el 14% eran ecuatorianos. La agencia también dijo que algunos de los que cruzaron eran hijos de haitianos nacidos en Chile y Brasil, así como inmigrantes de países tan cercanos como Colombia y Perú y tan lejanos como China y Nepal.

El viaje es arriesgado y los migrantes deben enfrentarse a la naturaleza salvaje, animales peligrosos y bandas criminales que trafican drogas y personas en la selva. Desde el 2014, la Organización Internacional para las Migraciones de la ONU ha registrado 316 personas desaparecidas o muertas en la región.

“Las condiciones en el Tapón del Darién son terribles. Muchas personas, incluidos niños, llegan a Panamá traumatizados, heridos, por la letalidad del terreno y los altos índices de extorsión y violencia sexual que experimentan en el camino”, dijo Youth.

Miranda citó los esfuerzos de la administración para ampliar las vías legales para la migración, incluidos nuevos procesos de parole para Cuba, Nicaragua, Venezuela y Haití y nuevos programas de reunificación para Colombia, El Salvador, Guatemala y Honduras. También citó los cambios realizados en la aplicación CBP One, una aplicación móvil en la que los inmigrantes pueden programar citas de inmigración en los puertos de entrada, así como la adición de 65,000 visas temporales para trabajadores no agrícolas.

También advirtió, como las autoridades estadounidenses han dicho varias veces en los últimos meses, que las personas que intenten migrar ilegalmente no serían elegibles para los procesos de parole de la administración Biden.

“Por ejemplo, una familia venezolana que pueda llegar legalmente a través de un proceso de parole pierde esa habilidad si cruza ilegalmente”, dijo Miranda, quien luego agregó que incluso cruzar Panamá ya hace que las personas no sean elegibles para los procesos de parole estadounidenses.

Miranda también dijo que en muchos casos, los miembros de la familia en el extranjero pagan para que sus familias vengan ilegalmente, y que estos familiares deben saber a qué están exponiendo a los posibles migrantes si llegan por el Tapón del Darién u otras rutas peligrosas..

“Les puede costar la vida, pero también la extorsión, la violación, la violencia que pueden sufrir a manos de las redes criminales”, dijo. “La migración irregular está controlada por los carteles hoy, y nadie debería exponer a sus seres queridos o amigos a eso”.

Dara Lind, investigadora del grupo de expertos en defensa de la inmigración American Immigration Council, dijo que muchas personas que trabajaron en temas relacionados con el Tapón del Darién pensaron que era un “objetivo ridículamente poco realista” el esfuerzo conjunto entre Panamá, Colombia y Estados Unidos.

Lind dijo que una vez que los migrantes cruzan el Tapón del Darién hacia Panamá, es un desafío para los gobiernos de las naciones centroamericanas rechazarlos debido a los recursos financieros y humanos limitados.

“En cierto punto, es necesario que el gobierno acepte. Y muchos gobiernos dicen: “¿Por qué deberíamos tratar de desarrollar nuestra capacidad para reasentar a las personas cuando quieren venir a los Estados Unidos?” dijo Lind.

Samira Gozaine, directora del Servicio Nacional de Migración de Panamá, dijo en una entrevista televisiva reciente con la emisora pública francesa France 24 que Colombia no ha hecho lo suficiente para ayudar a Panamá.

Lind, quien visitó el Tapón del Darién y las comunidades aledañas del lado panameño en junio, dijo que los campamentos de migrantes allí se sienten como “los campamentos de refugiados de huella muy ligera”, un reflejo de que el país no es un destino final, sino un país de tránsito.

“Nadie se está comprometiendo realmente desarollar estos sitios totalmente porque nadie quiere quedarse”, dijo. “El gobierno panameño no es indiferente al sufrimiento de la gente. Pero no ve su objetivo en hacer que la gente se sienta cómoda en Panamá, sino en que sigan adelante.”