EE.UU. reimpone sanciones al petróleo en Venezuela ante el incumplimiento del acuerdo de Barbados
WASHINGTON.- En un nuevo giro de la Casa Blanca, Estados Unidos anunció que volverá a imponer sanciones al sector petrolero de Venezuela ante la ofensiva del régimen de Nicolás Maduro para impedir elecciones presidenciales libres y justas, un compromiso que había quedado plasmado en el acuerdo de Barbados, y que se diluyó en medio de la continua represión del chavismo a la oposición política venezolana.
La Casa Blanca adelantó este miércoles que dejará expirar a la medianoche la licencia temporal, llamada Licencia General 44, que había otorgado el año anterior a Petróleos de Venezuela (Pdvsa) luego de la firma del acuerdo de Barbados, una medida que implicó un alivio efectivo en el andamiaje de sanciones impuestas por Washington al régimen de Maduro. La licencia permitía a Pdvsa realizar operaciones de venta y exportación de petróleo, un alivio crítico para la deshilachada economía venezolana. El gobierno de Biden otorgará un período de 45 días para finiquitar cualquier transacción pendiente.
“Hemos sido consistentes en nuestros mensajes públicos y privados de que mantener el alivio de las sanciones en el sector de petróleo y gas de Venezuela dependía del compromiso de Maduro de mantener el acuerdo de Barbados”, indicaron altos funcionarios de la administración norteamericana en una llamada con periodistas, de la que participó LA NACION.
Los funcionarios dijeron que la decisón se tomó luego de una revisión muy cuidadosa y tras llegar a la conclusión de que, si bien las autoridades venezolanas cumplieron “algunos compromisos clave” del acuerdo de Barbados, también “se quedaron cortos” en varias áreas, incluida la descalificación de candidatos y partidos políticos del proceso electoral por tecnicismos, y lo que ven como “un patrón continuo de acoso y represión contra figuras de la oposición y la sociedad civil”.
“Los representantes de Maduro detuvieron injustamente a múltiples miembros políticos de la oposición y a la sociedad civil, y fuimos testigos de una inquietante campaña de acoso e intimidación a actores de la oposición únicamente por ejercer sus derechos políticos de reunirse y hacer campaña”, explicaron.
En particular, la Casa Blanca puso sobre relieve las trabas que se le impusieron a María Corina Machado, principal candidata de la oposición, para poder participar de la elección presidencial, así como también a su reemplazante, la doctora Corina Yoris. Y Washington también está preocupado por los siete miembros del equipo de campaña de Machado detenidos, y otros tantos bajo órdenes de arresto.
Altos funcionarios del gobierno de Biden dijeron que mantienen un “contacto regular” con miembros de la oposición de la Plataforma Unitaria Democrática y reiteraron que “la gran mayoría de los venezolanos todavía quieren y están haciendo todos los esfuerzos posibles para lograr una elección competitiva con un candidato de oposición serio en las elecciones de 2024″, el próximo 28 de julio, y que la intención oficial es seguir interactuando con todos los actores involucrados, incluido el régimen de Maduro.
Pese a la evidente falta de avances en Venezuela, la Casa Blanca insistió en que el acuerdo de Barbados todavía es “el mejor camino disponible” para intentar tejer una transición democrática en Venezuela. Pero el régimen de Maduro dio ya sobradas muestras de que tiene escaso interés en cumplirlo.
Aunque Maduro programó una elección en julio y también invitó a observadores internacionales a monitorear los comicios, el régimen ha recurrido a su control absoluto de las instituciones venezolanas para socavar el acuerdo e impedir la participación libre de candidatos. Pese a esa actitud, los funcionarios norteamericanos insistieron en que siguen creyendo que el acuerdo de Barbados representa “el único camino viable importante a seguir”.
“Nuevamente, hacemos un llamado a Maduro para que permita que todos los candidatos y partidos participen en el proceso electoral y libere a todos los presos políticos sin restricciones ni demoras”, dijo el vocero del Departamento de Estado, Matthew Miller. “Continuaremos apoyando las aspiraciones de los venezolanos de una Venezuela más democrática, estable y próspera. Nosotros y nuestros socios de la comunidad internacional instamos a Maduro a cumplir todos los compromisos asumidos en la hoja de ruta electoral establecida por los firmantes del Acuerdo de Barbados”, agregó.
Nicolas Maduro and his representatives have not fully met the commitments made under the electoral roadmap agreement. Therefore, General License 44—which authorized transactions related to the oil and gas sector with Venezuela—will expire after midnight and not be renewed.
— Matthew Miller (@StateDeptSpox) April 17, 2024
La decisión había sido ampliamente telegrafiada por la Casa Blanca desde hace ya varios meses cuando resultó cada vez evidente que el régimen de Maduro desplegaría una amplia campaña para impedir que la oposición pudiera participar libremente de las próximas elecciones presidenciales, un ejercicio que apunta a parecerse más a las elecciones de otros regímenes, como la Rusia de Vladimir Putin, que a cumplir con los requisitos para ser considerados comicios “libres y justos”.
El alivio temporal de las sanciones le permitió al gobierno de Maduro aumentar los ingresos petroleros y recaudar efectivo durante el período en el que se levantaron las restricciones al permitirle a Pdvsa ampliar sus ventas internacionales. Además, el endurecimiento de las sanciones no afecta directamente a Chevron, el último de los operadores de perforación petrolera en Venezuela, al que se le permitió aumentar los embarques gracias a una licencia emitida en 2022, en medio de las preocupaciones de que la invasión rusa a Ucrania pudiera afectar el suministro mundial de petróleo, y en medio de una fuerte escalada del precio de los combustibles en Estados Unidos.