Edinson Cavani se perdió inexplicablemente un gol en Boca vs. Nacional Potosí

Así de fácil estaba la resolución para Edinson Cavani, pero el uruguayo tiró afuera la pelota con un toque de zurda; de todos modos, Boca no lo sufre: terminó 3-0 arriba la primera etapa contra Nacional Potosí por la Copa Sudamericana.
Así de fácil estaba la resolución para Edinson Cavani, pero el uruguayo tiró afuera la pelota con un toque de zurda; de todos modos, Boca no lo sufre: terminó 3-0 arriba la primera etapa contra Nacional Potosí por la Copa Sudamericana. - Créditos: @Captura de pantalla

Como si no se tratara de Edinson Cavani, uno de los diez o veinte mayores goleadores de los últimos diez, quince años del fútbol mundial. Como si fuera un defensor, en vez de un delantero consagrado. Y un defensor defendiendo, no uno atacando en el área ajena.

Lo que se perdió el uruguayo a los 11 minutos de Boca vs. Nacional Potosí, por la Copa Sudamericana, es difícil de explicar. El local ya estaba 1-0 arriba y seguía atorando al equipo boliviano. Lucas Janson hizo un pase entre defensores ante una retaguardia en línea y Cristian Medina fue a buscar la pelota al fondo. Le quedaba la oportunidad del centro bajo, peligrosísimo, para la arremetida de alguien. Y ese alguien era nada menos que Cavani.

Que entró a la carrera aparejado con un adversario, Óscar Baldomar. Pero el hombre de los festejos del arco y la flecha tenía ventaja, había ganado la posición corporalmente. Y en la carga tenía todo en favor: arco muy cerca, arquero en un costado, centro al ras del piso...

Y no hubo gol. No lo hubo, no. ¿Por qué? Cavani tiró afuera la pelota. Con mucho menor ángulo para sacarla de la cancha que para meterla en el plano de 7,32 metros por 2,44. Era más difícil errar que convertir. Pero hubo un problema de eso, de ángulos. Edinson puso mal el pie izquierdo y disparó afuera, hacia el palo donde estaba el arquero. Lo que muchas veces intentan hacer los zagueros ante un centro bajo que queda entre el arco y ellos y termina con el balón junto a la red, esta vez salió: pelota despejada. Al revés de lo que era la intención, por supuesto.

La red fue lo que tomó Cavani, colgándose, para lamentarse, también incrédulo. Había sido una acción más propia del estéril Cavani de 2023 que de éste, el prolífico Edinson de 2024. Pero esa faceta, la de goleador serial en este presente, quedó refrendada a los dos minutos.

Al uruguayo no lo desenfocó el yerro inentendible de los 11 minutos. A los 13 se reivindicó. Con el favor que hacían las facilidades de la defensa de Nacional Potosí, que pretendió salir jugando por la derecha teniendo un solo hombre para cubrir la franja frente al arco. El zaguero central derecho, Maximiliano Ortiz, perdió la pelota con un pase largo a donde había muchos futbolistas de Boca. La tomó Guillermo Fernández, y Cavani se la pidió, con las camisetas rojiblancas más cercanas a varios metros de él. “Pol” lo detectó, le entregó el balón y el uruguayo, con tiempo en el mano a mano con el arquero, resolvió con un tiro combado al segundo palo.

Fácil, pero no tanto como la oportunidad anterior. Y Boca se puso 2-0, en un primer tiempo que terminó 3-0, mientras el triunfo de Fortaleza sobre Trinidense en Brasil no le daba la posibilidad de capturar el primer lugar en el grupo D, y con ello, lo enviaba a la rueda de dieciseisavos de final, contra un adversario por determinar.

Finalmente, el resultado fue 4-0 y no llegó la buena noticia que Boca necesitaba desde Brasil, por lo cual el club azul y oro espera que este jueves se defina el adversario de la serie que afrontará a fines de julio, con varias bajas entre suspensiones y convocatorias a seleccionados.