La economía le hace otro guiño a Biden: EE.UU. creció más de lo esperado y desaparece el temor a una recesión

La paradoja de Biden, buena gestión económica, baja popularidad
La paradoja de Biden, buena gestión económica, baja popularidad

WASHINGTON.- La economía de Estados Unidos desterró los pronósticos que auguraban una recesión, aceleró su marcha y el año anterior creció más de lo previsto, una resiliencia notable que ha sorprendido a los economistas, pero que aún no se ha traducido en un aumento en la popularidad del presidente, Joe Biden, cuya gestión es desaprobada por la mayoría del país.

El PBI de Estados Unidos cerró el último trimestre de 2023 con un crecimiento interanual del 3,1% gracias al firme consumo de los norteamericanos, una mejora de las exportaciones y de la inversión pública. Detrás del sólido desempeño de la economía aparece un robusto mercado laboral –el desempleo se mantiene en niveles históricamente bajos– y el retroceso de la inflación, que permitió una mejora del 2,5% en el ingreso real disponible de los norteamericanos.

La gente compra en los grandes almacenes Macy's durante el Viernes Negro en la ciudad de Nueva York el 25 de noviembre de 2022. El crecimiento económico de EE. UU. fue más fuerte de lo esperado en los últimos meses de 2023, según mostraron datos del gobierno, lo que ofreció un impulso al presidente Joe Biden mientras se dirige a la campaña de reelección. (Photo by Yuki IWAMURA / AFP)

La aceleración de la economía a fines del año anterior hizo trizas todos los pronósticos, y dejó boquiabiertos a los analistas. Antes de que se difundiera el dato oficial, economistas habían estimado que la economía cerraría el año creciendo a un ritmo anual el 2% en el último trimestre. Pero la tasa de crecimiento que difundió el gobierno federal para los últimos tres meses fue 3,3%, muy por encima de los pronósticos.

Biden, quien hasta ahora no ha capitalizado del todo el buen desempeño de la economía, celebró el dato pero dijo que la tarea “no ha terminado”, y, ya en tono de campaña, prometió que evitará que los “republicanos extremistas” pongan en peligro su agenda y avancen con recortes de gastos y beneficios impositivos para los ricos y las grandes corporaciones.

Biden remarcó que la economía creó otros 2,7 millones de puestos de trabajo el año anterior –lleva más de 14 millones de nuevos empleos desde que asumió la presidencia, un récord– y que la inflación subyacente ya retrocedió hasta el punto de referencia anterior a la pandemia. “Como resultado, los salarios, la riqueza y el empleo son más altos ahora que antes de la pandemia. Esas son buenas noticias para las familias y los trabajadores estadounidenses. Son tres años seguidos de crecimiento de la economía desde la mitad hacia afuera y desde abajo hacia arriba durante mi mandato”, afirmó el mandatario.

Los últimos datos sobre la economía sorprenden sobre todo al compararlos con los pronósticos prevalecientes hace apenas un año atrás, cuando los temores a un “aterrizaje duro” y una recesión estaban muy arraigados, y además Estados Unidos se enfrentaba a una posible nueva crisis financiera tras la caída del Sillicon Valley Bank. Esos pronósticos no solo resultaron errados: la economía tuvo el segundo mejor año luego de la pandemia del coronavirus, solo superado por el fuerte rebote de 2021.

Guardias de seguridad permiten que las personas ingresen a la sede del Silicon Valley Bank en Santa Clara, California, el 13 de marzo de 2023, tres días después de declararse en quiebra. (Foto AP/Benjamin Fanjoy, Archivo)
Guardias de seguridad permiten que las personas ingresen a la sede del Silicon Valley Bank en Santa Clara, California, el 13 de marzo de 2023, tres días después de declararse en quiebra. (Foto AP/Benjamin Fanjoy, Archivo)

Nada sugiere, por ahora, que la economía norteamericana, uno de los principales motores de la economía global, detendrá su marcha este año. De hecho, la expectativa de que la Reserva Federal revierta la política de ajuste que aplicó para bajar la inflación y comience a recortar la tasa de interés podría llegar a darle un impulso adicional a la actividad.

La Casa Blanca ha tenido enormes dificultades para capitalizar el desempeño positivo de la economía que arrojan los datos duros, aun cuando Biden y su equipo han hecho amplios esfuerzos para promocionar la política económica bajo la etiqueta “Bidenomics”. Por el contrario, el termómetro apunta a otra realidad: la gente dice que está angustiada, enojada o insatisfecha con sus finanzas, y que el país va por mal camino, un contraste que ha llevado a economistas a hablar de una “desconexión” entre la economía y el estado de ánimo de los norteamericanos.

Esa desconexión plantea un problema singular para Biden a medida que se acerca el inicio de su campaña en busca de su reelección. Los mensajes sobre los logros de “Bidenomics” parecen caer en oídos sordos, y la mayoría de los votantes –dos tercios, según Gallup– desaprueba su manejo de la economía. Aún así, la Casa Blanca insiste en intentar vender, una y otra vez, los “logros históricos” de las políticas implementadas por el mandatario, incluido su plan de infraestructura, sus medidas para bajar el costo de vida de las familias, o para favorecer la inclusión laboral.

La Casa Blanca apuesta a que, a medida que la economía ofrezca más datos positivos, el sentimiento de los norteamericanos terminará de darse vuelta y se alineará mejor con los datos duros, y la gente comenzará a valorar mucho mejor la política económica de Biden. Una encuesta muy seguida por los economistas abona esa expectativa. El último dato sobre la confianza de los consumidores del sondeo que realiza la Universidad de Michigan mostró un salto en enero. La directora de la encuesta, Joanne Hsu, dijo que los consumidores mostraron una mayor confianza en que “la inflación dio la vuelta” y mejores perspectivas sobre sus ingresos. La Casa Blanca también destacó estos días otro dato de la encuesta de Axios: el 85% espera que sus finanzas mejoren este año.