Dura crítica de Alberto Fernández a LA NACION por su tapa de hoy con la información sobre su patrimonio

El presidente Alberto Fernández
El presidente Alberto Fernández

El presidente Alberto Fernández criticó hoy al diario LA NACION por la publicación en la tapa de su edición impresa del incremento en el valor de su patrimonio declarado y el de la vicepresidenta Cristina Kirchner, y dijo que es una muestra de la “decrepitud” del periodismo.

En su cuenta de Twitter, Fernández publicó una carta y afirmó: “Esta mañana el diario LA NACION tituló que: ‘Se triplicaron en un año los patrimonios de Fernández y de Cristina Kirchner´'. Otra muestra de la decrepitud que exhibe altivo parte del periodismo argentino”.

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Además, sostuvo que lo que “algunos medios” presentan “como ‘crecimiento’ o ‘triplicación’ de patrimonio” declarado por él y algunos de sus funcionarios “es sencillamente el cambio de valuación fiscal que se dispuso en los inmuebles con residencia en la Ciudad de Buenos Aires.”

LA NACION incluyó esa información en su publicación. En su tapa de hoy, dijo que el patrimonio del Presidente pasó de $5,7 a $17,8 millones, según sus declaraciones juradas de bienes, y el de la vicepresidenta, de $16,4 a $48,6 millones. También, que el diputado Máximo Kirchner fue el dirigente oficialista que declaró la mayor fortuna: $523 millones. LA NACION advirtió en su tapa que los datos que se conocieron “reflejan, en el caso del Presidente, un fuerte incremento en la valuación fiscal de un inmueble que declara en la avenida Callao, que pasó de una valuación de dos millones de pesos en 2020 a una de 12,2 millones en 2021″.

El Presidente adjuntó a su tuit una carta en la que citó a Tomás Eloy Martínez y su Decálogo del Periodista. Recordó que el séptimo de los mandamientos de ese decálogo “reza que todo periodista debe ‘evitar el riesgo de servir como vehículo de los intereses de grupos públicos o privados’. Y dijo: “Hasta el más distraído sabe que el diario ‘La Nación’ hace caso omiso al séptimo mandamiento del decálogo de Tomás Eloy Martínez. A nadie escapa que sirve a intereses políticos y económicos perfectamente identificados. Practica lo que Martín Caparrós llama Periodismo Gillette, un periodismo que dice ‘fiscalizar el poder’ utilizando una doble vara porque en verdad en ese acto de fiscalización sirven a otros poderes”.

El Presidente insistió en que tiene los mismos bienes con los que accedió a la Casa Rosada. “Solo el efecto de los revalúos dispuestos por el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y por la Administración Federal de Impuestos han determinado que esos valores crezcan tanto como las autoridades han ordenado”, dijo.

En el mismo sentido, un comunicado de la Presidencia, subido a la página web de la Casa Rosada, sostuvo que “algunos medios de comunicación han difundido hoy de manera equivocada y malintencionada información falsa basada en las declaraciones juradas presentadas en tiempo y forma de manera pública por los funcionarios de Gobierno ante la Oficina Anticorrupción en cumplimiento de la Ley”.

El comunicado afirmó: “Todos los ciudadanos que poseen inmuebles en la Ciudad de Buenos Aires tienen un aumento significativo en la valuación de su patrimonio producto del valor que toma la AFIP a partir de la presentación de este año”. Sostuvo que “es lo que se denomina el valor homógeno, que multiplica por cuatro el valor fiscal” y que “esa modificación es la que se debió aplicar en las declaraciones juradas de este año por primera vez y provoca la modificación de montos que no reflejan ningún aumento por incorporación de otros activos”.

“El Presidente Alberto Fernández ha hecho de la decencia y la austeridad pilares de su trayectoria personal y su gobierno. Instamos a los medios de comunicación a no propiciar análisis erróneos que buscan solamente generar malestar en la población”, afirmó el documento oficial.

Tapa
Tapa

La carta completa del Presidente

“En 1998, Tomás Eloy Martínez escribió un formidable Decálogo del Periodista. Diez reglas que, de cumplirse cabalmente, ennoblecerían la labor de quien informa. El séptimo mandamiento de ese decálogo reza que todo periodista debe ‘evitar el riesgo de servir como vehículo de los intereses de grupos públicos o privados’.

“Hace dos años atrás, prologando un libro titulado ‘Periodismo. Instrucciones de uso. Ensayos sobre una profesión en crisis’, Reynaldo Sietecase sostuvo que ‘en el fragor de la pelea política dejó de ser relevante si lo que se comunica es cierto. Lo que importa es su efecto. Para algunos esa lógica se hizo habitual a la hora de comunicar’.

“Esta mañana amanecí y vi que el diario La Nación encabezaba su edición con un título a cuatro columnas que dice textualmente ‘Se triplicaron en un año los patrimonios de Fernández y de Cristina Kirchner’.

“Nunca me canso de decir que soy, en esencia, un profesional de la clase media. He sido criado en una familia en la que el padre era un juez que al tiempo de ser cesanteado en agosto de 1976 por quienes asaltaron el poder de la república, vivía en una casa alquilada en Villa el Parque y poseía un automóvil Cadillac modelo 1949. En el barrio, no era ‘el hijo de la familia acaudalada’. Era simplemente ‘el hijo del juez’ y ese era mi mayor orgullo.

“Crecí, recibí educación pública, me gradué en abogacía, construí una familia, pude comprar una casa en la que maduró mi hijo mayor, me asocié en la compra de una oficina y pude disfrutar de tener siempre un auto estándar de fabricación nacional. Cosas que ocurren en la clase media argentina. Con esos bienes accedí a la Presidencia de la Nación. Son exactamente los mismos bienes que hoy tengo. Nada se incrementó en mi patrimonio. Solo el efecto de los revalúos dispuestos por el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y por la Administración Federal de Impuestos han determinado que esos valores crezcan tanto como las autoridades han ordenado.

“Debo confesar que también llamó mi atención la mención que el mismo diario hizo en la misma nota a Cristina Kirchner, atribuyéndole haber triplicado su patrimonio. Semejante conclusión se vuelve absurda a poco que se repare en que, en virtud de las inhibiciones de bienes dispuestas en los diversos procesos al que se ha visto sometida en los últimos años, su capacidad de disposición patrimonial ha quedado acotada tan solo al manejo de sus ingresos previsionales.

“Por el respeto que me genera la memoria de mi padre, he hecho de mi honestidad un valor supremo. Pongo todo mi empeño para que en mi gobierno la transparencia de la gestión no se empañe por la inconducta de un funcionario. Por eso duele semejante manipulación de la realidad.

“Hasta el más distraído sabe que el diario ‘La Nación’ hace caso omiso al séptimo mandamiento del decálogo de Tomás Eloy Martínez. A nadie escapa que sirve a intereses políticos y económicos perfectamente identificados. Practica lo que Martín Caparrós llama Periodismo Gillette, un periodismo que dice ‘fiscalizar el poder’ utilizando una doble vara porque en verdad en ese acto de fiscalización sirven a otros poderes. Dichos “medios y sus periodistas -escribe Caparrós- condenan a esos colegas que llaman activistas porque muestran una ideología. Así postulan que lo que ellos despliegan no es ideología: defender la economía de mercado y la propiedad privada y la delegación del poder no lo es; eso es pelear por la verdad, la libertad, la democracia, todo eso que no se puede cuestionar’.

“Periodismo Gillette a juicio de Caparros. Manipulación de la verdad a mi juicio. Otra muestra de la decrepitud que exhibe altivo parte del periodismo argentino”.