Otra vez un impactante video evidencia el drama que viven cada día los migrantes que intentan cruzar la frontera entre México y Estados Unidos. En este caso, un periodista de News Nation capturó esta semana el momento en que una madre venezolana y su pequeña hija atravesaron un alambre de púas, solo para ser devueltas por los agentes de la Guardia Nacional de los Estados Unidos unos momentos después.

El video, tomado en Juárez, en el lado mexicano de la frontera, muestra a la madre y su hija colocando un cartón en sus espaldas para evitar ser cortadas mientras se arrastran debajo del alambre de púas, instalado para disuadir a aquello que intentan ingresar a El Paso, en Texas.

Después del tenso cruce, en el que se escucha a la niña llorando, la familia logró llegar al otro lado, solo para ser enviados de regreso por miembros de la Guardia Nacional, según informó Jorge Ventura, corresponsal de News Nation.

“La Guardia Nacional les dijo a los migrantes que regresaran y ellos volvieron a pasar por debajo del alambre concertado y se dirigieron a otra área para ingresar a EE. UU.”, reveló el periodista.

En un segundo video se observa la frustración de la mujer. “Tengo una maldita bronca”, dice llorando al no lograr cruzar. Luego juntan sus pertenencias y van en busca de otra área para poder lograr su cometido.

En julio pasado, la Guardia Nacional de Estados Unidos reforzó las ya peligrosas barricadas de alambre de navaja púas que separan a estas dos ciudades fronterizas, elevando su altura de dos a tres niveles, lo que significa más de dos metros de altura. Sin embargo, los esfuerzos de las autoridades norteamericanas no han logrado desalentar a aquellos que buscan esperanza del otro lado de la valla.

En su mayoría, son migrantes provenientes de América Central, Venezuela y Cuba.

El miércoles, un día después del video que se volvió viral, decenas de migrantes saltaron la barda fronteriza entre México y Estados Unidos en la ciudad de Tijuana aprovechando las obras que se realizan en la estructura, con imágenes dramáticas de niños pequeños cruzando el muro.

Por la tarde, varios migrantes corrieron hacia la barda para cruzarla ante la mirada impotente de un policía que vigilaba el lado mexicano, observó la AFP. Sin embargo, las escenas más dramáticas ocurrieron cuando algunas personas cruzaron a tres menores de edad por encima del muro, entre ellos un bebé de brazos.

Otros migrantes cargando bultos cruzaron rápidamente una reja de alambre para después trepar el muro, que en algunos tramos llega a tener hasta nueve metros de altura.

Una vez que atravesaron, los migrantes corrieron rápidamente hacia territorio estadounidense a entregarse a la patrulla fronteriza para pedir asilo.

A partir del miércoles, elementos del ejército mexicano y la Guardia Nacional vigilan la zona, sin embargo, no están facultados para arrestar o impedir que los migrantes intenten cruzar la frontera, informó Enrique Lucero, titular de la Dirección de Atención al Migrante en Tijuana.

”No podemos arrestar a los migrantes por hacer el intento”, dijo el funcionario.

Lucero añadió que las personas que cruzan de manera ilegal a Estados Unidos y se entregan a autoridades migratorias son repatriados de manera inmediata a México o a su lugar de origen y también son castigados por cinco años, tiempo en que no pueden volver a solicitar asilo humanitario en ese país.

Frontera sur

Al mismo tiempo, en el sur de México, el gobierno, en coordinación con las autoridades de Chiapas, ha enviado 792 efectivos del Ejército, la Guardia Nacional, la Fiscalía General y la Policía estatal hacia la frontera con Guatemala ante el aumento de la inseguridad en la región, provocada por grupos del narcotráfico.

En los últimos días se han registrado numerosos bloqueos en las principales vías que comunican las diversas localidades de Chiapas. En paralelo a la medida de las autoridades mexicanas, las de Guatemala han enviado a su vez unos 3000 efectivos, entre policías y militares.

La frontera entre Chiapas y Guatemala es uno de los puntos calientes de esta convulsa parte del mundo, en la que grupos del crimen organizado utilizan las rutas que ofrecen los porosos cruces fronterizos para sus actividades delictivas, como el tráfico de drogas, el de seres humanos, o el de materias primas.

Agencias AFP y DPA