Dramática alerta de Ucrania por las graves consecuencias en el campo de batalla tras el fracaso de la financiación militar de EE.UU.
KIEV.- El bloqueo a la ampliación de la asistencia militar a Ucrania en el Congreso de Estados Unidos ayer, después de que los republicanos rechazaran un proyecto de ley bipartidista respaldado por la administración de Joe Biden, tendrá graves consecuencias para las capacidades de la defensa ucraniana en su lucha contra la invasión rusa, cuando se acerca el segundo aniversario de la guerra, alertaron funcionarios de Kiev.
Después de meses de negociaciones entre republicanos y demócratas para diseñar una legislación que pudiera frenar las cifras récord de cruces fronterizos, acompañada de un paquete de ayuda a Ucrania, la mayoría de los republicanos en el Senado votaron en contra del acuerdo diseñado entre opositores y oficialistas, y respaldado por la Casa Blanca. Era un nuevo indicio sobre cómo la posición tradicional del partido de fuerte intervención internacional está perdiendo terreno ante el nacionalismo del expresidente Donald Trump, que pisa fuerte para las elecciones presidenciales del 5 de noviembre próximo.
Los 60.000 millones de dólares en ayuda a Ucrania están estancados en el Congreso desde hace meses debido a la oposición creciente de conservadores intransigentes en ambas cámaras, que lo consideran un derroche y reclaman una salida de la guerra. En juego está el futuro de la defensa de Ucrania contra Rusia.
Los funcionarios aseguran que el retraso en el apoyo estadounidense ya está afectando a las capacidades de defensa de Ucrania en el campo de batalla, cuando faltan pocos días para que se cumplan dos años de la invasión rusa, el 24 de febrero.
Las grandes ciudades del país, incluida Kiev, son blanco habitual de ataques nocturnos rusos, a base de drones y misiles. El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, ha pedido insistentemente a sus aliados la entrega de más municiones y de medios de defensa antiaérea.
Varias oleadas de misiles y drones golpearon distintas zonas del país el miércoles, provocando por lo menos cuatro muertos en la capital y uno en la región de Mykolaiv. En total, Rusia disparó 44 misiles y 20 drones explosivos contra el territorio ucraniano en un solo día, según el comandante en jefe de las fuerzas de Kiev, Valery Zaluzhny, mientras que las defensas antiaéreas neutralizaron 29 misiles de crucero y 15 drones, lo que evidencia fallas en la defensa antiaérea de Ucrania.
Mykhailo Podolyak, el asesor presidencial ucraniano, informó que las fuerzas de Rusia estaban usando alrededor de 10.000 proyectiles de artillería por día a lo largo de la línea del frente, mientras que las tropas de Ucrania se limitaban a usar entre 1500 y 2500 en respuesta ante la escasez de capacidades.
“La cantidad -y en Rusia siempre se trata sólo de la cantidad: de personas movilizadas, de equipos, de dinero corrupto- sólo puede ser destruida por la calidad y la rapidez de las decisiones vinculantes... Y con herramientas de alta tecnología: drones, misiles, tecnologías de guerra radioelectrónica de cualquier tipo, aviación táctica”, enlistó Podolyak en un posteo en su cuenta de X. “Puedes seguir pensando, analiza, discutir, pero aún habrá que tomar decisiones. Porque la Rusia actual sólo se trata de guerra, asesinatos y expansión. Y no sólo en Ucrania...”, añadió.
“La ayuda militar en Ucrania en esta etapa de la guerra son, ante todo, inversiones en un futuro predecible, en una reducción significativa de los riegos de una guerra global, en la limitación total de la posible extensión de la guerra a otros países europeos, en la reducción de las capacidades financieras de las redes terroristas globales, en la reafirmación de la influencia de las democracias dominantes”, escribió en X el asesor presidencial tras el rechazo del Senado estadounidense al paquete de ayuda.
“Dependemos de la defensa aérea de Ucrania- y de sus heroicos defensores aéreos- para protegernos a todos. No hay tiempo que perder. Ucrania necesita nuestra asistencia en materia de seguridad ahora”, apuntó por su parte la embajadora de Estados Unidos en Ucrania, Bridget Brink.
En la misma línea se expresó el ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, quien se mostró desconcertado ante la prensa durante una conferencia: “Anoche recibí el último informe de Washington sobre posibles escenarios, y algunos de los escenarios recuerdan a una historia de terror. Es muy confuso todo”.
En una entrevista con el diario francés Le Figaro el viernes, Kuleba aseguró que la ayuda de los aliados occidentales había resultado efectiva para evitar una invasión total a comienzos de la guerra. Pero cuando se acercan los dos años en el campo de batalla, el apoyo no es suficiente para abatir de una vez por todas a los rusos.
“Agradecemos a nuestros socios porque sus armas nos permitieron repeler la invasión inicial. Pero está claro que el nivel actual de entregas de armas, tanto en cantidad como en ritmo y dinámica, no es suficiente para expulsar a Rusia de Ucrania”, remarcó el funcionario.
Presión de Europa
Mientras Estados Unidos le suelta de a poco la mano a Ucrania, los gobernantes de la Unión Europea (UE) aprobaron enviar 50.000 millones de euros al país en guerra para apuntalar su economía, después de lograr un acuerdo el jueves pasado.
Es por eso que el canciller alemán, Olaf Scholz, pidió mayor ayuda a Estados Unidos para Ucrania al partir hacia Washington este jueves, declarando que era hora de enviar al presidente ruso, Vladimir Putin, “una señal muy clara” de que Occidente no cederá en su ayuda a Kiev.
Scholz se reunirá con legisladores en las próximas horas y con el presidente Joe Biden el viernes.
“Lo que se comprometió hasta ahora en Europa y lo que prometieron las decisiones del Congreso estadounidense no basta”, dijo antes de su partida. “Por eso debemos hallar la manera de que todos juntos hagamos algo más”.
Alemania está elevando la ayuda a Ucrania este año, con un plan de enviar más de 7000 millones de euros (7500 millones de dólares) para armas a pesar de una crisis presupuestaria interna. Ha enviado armamento de defensa antiaérea, tanques y camiones blindados desde que comenzó la invasión rusa y ahora es el segundo proveedor después de Washington.
Combates en curso
En tanto, las autoridades ucranianas describen un duro balance de los combates en curso en Avdiivka, epicentro de la batalla en el este del país, que Moscú intenta conquistar desde hace meses.
Desde finales de enero se ha ido degradando la posición de las defensas ucranianas en esta ciudad industrial, frente a unas tropas rusas que en octubre lanzaron su ofensiva para tratar de rodear por completo la localidad.
”El enemigo nos presiona por todas partes, no hay una sola zona de nuestra ciudad que esté más o menos tranquila. Están llevando a cabo su asalto con fuerzas muy importantes”, indicó el alcalde de Avdiivka, Vitali Barabash, en televisión.
El martes ya habló de una situación “crítica” en ciertos barrios, y el 24 de enero reportó “combates callejeros”, con soldados rusos dentro de la ciudad.
Días más tarde, Putin celebró que su Ejército hubiera “alcanzado los alrededores” y se hubiera apoderado de casi 20 casas en Avdiivka.
Agencias AFP y AP