Doral revocó llamado a poner fin a las ‘hostilidades’ en el Medio Oriente luego de la reacción de la comunidad judía

Después de aprobar una declaración pidiendo la paz en el Medio Oriente, los dirigentes políticos de Doral se apresuraron a apagar la tormenta de fuego que la resolución puramente simbólica desató en su propio patio trasero.

En una polémica reunión celebrada el martes, convocada exclusivamente para tratar la controversia resultante, el ayuntamiento anuló por unanimidad una resolución aprobada hace menos de dos semanas que abogaba por el fin permanente de las “hostilidades” entre Israel y los palestinos en la Franja de Gaza.

Algunos concejales habían descrito inicialmente la medida, la primera de una ciudad del sur de la Florida, como un llamamiento al alto el fuego. Rápidamente provocó la reacción de muchos grupos judíos y políticos de fuera de la ciudad.

La alcaldesa Christi Fraga, quien había presentado originalmente la resolución de paz tras reunirse con un habitante de Doral y abogado que defiende una Palestina libre, fue la primera en dar marcha atrás en lo que, según ella, pretendía unir a la comunidad. Luego de escuchar las críticas, describió la resolución que había defendido como “defectuosa” por “muchas cuestiones”.

“No condenaba los horribles actos de Hamás ni los actos que hemos visto sobre vidas inocentes y eso era algo que había que volver a decir”, dijo Fraga durante un breve debate después de rescindir la resolución.

La alcaldesa dijo que la única manera de encontrar la paz y un “cese de todas las hostilidades” era que el grupo militante de Hamás devolviera primero a todos los rehenes y se rindiera.

“He sido muy clara en mi postura a favor de Israel. Está en todas mis redes sociales”, dijo Fraga. “Es el aliado más importante que tenemos”.

En su lugar, Fraga presentó una nueva resolución, elaborada con líderes de la Federación Judía del Gran Miami, que se centraba en derrotar a Hamás y elogiaba a Israel por “las extraordinarias medidas que Israel ha tomado para minimizar las bajas entre civiles inocentes”.

La nueva propuesta retomaba en gran medida una resolución que Doral había aprobado inmediatamente después del ataque en octubre en el que los asaltantes de Hamás mataron a unas 1,200 personas y tomaron como rehenes a otros 250 civiles.

Su lenguaje contrastaba fuertemente con la medida de paz, apoyando “el derecho de Israel a actuar decisiva y unilateralmente en defensa propia” y eliminando gran parte de la redacción que reconocía el sufrimiento en Gaza, en donde se calcula que han muerto más de 35,000 palestinos durante los ataques de represalia de Israel.

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El concejo, después de escuchar a una serie de oradores de ambos lados, finalmente la rechazó, dejando en su lugar solo la resolución original de noviembre que apoyaba a Israel y condenaba el ataque.

La concejal Digna Cabral fue la única de los tres miembros del concejo que votó en contra y explicó por qué dudaba en apoyar una nueva resolución. Dijo que quería más tiempo para revisar y trabajar en una propuesta, al igual que “para que los habitantes puedan sentarse y tener una conversación con nosotros”.

Zohra Khorashi, la habitante de Doral que ayudó a elaborar la resolución original, desestimó la nueva resolución de Fraga como “diseñada para amplificar la voz de una parte, proteger a una parte e ignorar los problemas reales que están surgiendo”.

“Será interesante ver si la concejal Cabral hace honor a lo que dijo y está realmente dispuesta a trabajar con la comunidad musulmana, así como con la judía y otros habitantes de Doral, para redactar una nueva resolución”, dijo Khorashi al Miami Herald.

Los manifestantes Ken Barnes (a la izquierda), Katherine Shehadeh, Sabren Najjar, y Jarlal Shehadeh (a la derecha) de pie afuera de la sede de la alcaldía de la ciudad de Doral  en protesta ante cualquier cambio en la actual resolución de paz entre Israel y Palestina aprobada a principios de mayo, el martes 21 de mayo 2024 en Doral, la Florida.
Los manifestantes Ken Barnes (a la izquierda), Katherine Shehadeh, Sabren Najjar, y Jarlal Shehadeh (a la derecha) de pie afuera de la sede de la alcaldía de la ciudad de Doral en protesta ante cualquier cambio en la actual resolución de paz entre Israel y Palestina aprobada a principios de mayo, el martes 21 de mayo 2024 en Doral, la Florida.

Los comentarios del público se acaloran

Durante un emotivo periodo de comentarios públicos de una hora de duración, la mayoría de los oradores instaron al concejo a mantener la resolución de paz y unos pocos aplaudieron la decisión de rescindirla.

“Al principio hicieron lo correcto, pero sucumbieron a la reacción de odio en lugar de escuchar las diversas perspectivas de su ciudad”, dijo Ken Barnes. “Por favor, ahora déjense guiar por la compasión, la bondad de corazón y la inteligencia”.

Algunos oradores dijeron también que el concejo ignoraba la islamofobia o el prejuicio antimusulmán, que también ha aumentado junto con el antisemitismo en los últimos meses. La nueva resolución eliminó cualquier mención a la condena de los incidentes islamófobos, pero mantiene una mención al aumento global del antisemitismo.

Otros argumentaron que la resolución sobre la paz era un esfuerzo por hacer una declaración neutral sobre un tema profundamente divisivo.

“No tomaba partido por una parte de la comunidad sobre la otra, sino que reconocía que el sufrimiento humano es malo y debe evitarse”, dijo la educadora Martha Schoolman, quien es judía. “Represento el tipo de amor por la paz orientado a la comunidad, al reconocimiento y la humanidad común que tanto ha faltado en nuestro mundo en los siete meses y medio transcurridos desde el 7 de octubre de 2023”.

Pero el comisionado de Aventura, Paul Kruss, agradeció al concejo por rescindir rápidamente la resolución.

“Sé que no es fácil rescindir una resolución una vez que se propuso”, dijo Kruss. “Israel intentó salvaguardar todas las vidas humanas, pero Hamás (...) usa a sus propios ciudadanos como escudos humanos”.

El comisionado de Miami Beach, David Suárez, también instó al concejo a rescindir la resolución de paz, diciendo que su propia ciudad —en donde casi la mitad de los habitantes son judíos— era la zona cero del antisemitismo.

“El 7 de octubre fue la peor masacre de judíos desde el Holocausto”, dijo. “En Miami Beach, hemos tenido alabanzas a Hitler en Ocean Drive”. Calificó a algunos partidarios de la resolución de paz como “simpatizantes del terrorismo”, “desinformados e ignorantes”.

Otra resolución en proceso

Después de dar marcha atrás en la resolución de paz, Fraga evitó cuidadosamente mencionar a los palestinos o Gaza, pero dijo que “sigue siendo humana” y que puede ver el tema desde “diferentes perspectivas”.

“He sido muy vocal y defensora de Israel, de su derecho a existir y a defenderse; sin embargo, siento empatía”, dijo. “Puedo humanizar la tremenda pérdida que esto ha creado en varias comunidades”.

Sin embargo, tras la anulación de la resolución, Fraga dijo a el Nuevo Herald que tiene intención de volver a abordar la cuestión durante una reunión el 12 de junio con una nueva resolución en la que no haya “ambigüedad sobre nuestra postura fija”. Dijo que identificaría a Hamás como el problema que impide la paz en la región.

“Es un grupo terrorista que no solo mantiene cautivos a sus propios ciudadanos, sino que también siembra el terror hacia los israelíes. Si no se condena a esta organización terrorista y se la lleva a liberar a los rehenes y a deponer las armas, no puede haber paz”, dijo.

El concejal Rafael Pineyro se mostró a favor de la forma en la que Fraga gestionó la reacción a la resolución, pero reconoció el voto unánime original del concejo.

“Apoyar un llamamiento a la paz es algo que todos apoyamos”, dijo. “No voy a estar aquí fingiendo que no leí la resolución que propuso la alcaldesa”.

La concejal Cabral dijo a los medios que cree que la alcaldesa no debería haber metido a la ciudad en política internacional y que está “alegre” de que Fraga “haya confirmado que no debería haber traído esta resolución”.

La concejal Maureen Porras, después de anularse la resolución, dijo que esta no representaba a la comunidad de Doral ni al ayuntamiento.

“Lamentablemente trajo mucha atención que no teníamos en Doral, trajo conflictos internos y opiniones de conflicto, que no veíamos aquí en la ciudad”, dijo Porras.

Este reportaje fue producido con el apoyo financiero de Trish, Dan Bell y de donantes que integran las comunidades judías y musulmanas del sur de la Florida, en asociación con Journalism Funding Partners. Miami Herald mantiene el pleno control editorial de este trabajo.