Donald Trump declara emergencia nacional en EEUU por el coronavirus

El presidente estadounidense, Donald Trump, declaró este viernes emergencia nacional debido al coronavirus, una medida que permitirá desbloquear hasta 50,000 millones de dólares en fondos federales para ayudar a los estados y localidades de EEUU a combatir la enfermedad.

WASHINGTON, DC - MARCH 13:  U.S. President Donald Trump holds a news conference about the ongoing global coronavirus pandemic in the Rose garden at the White House March 13, 2020 in Washington, DC. Trump is facing a national health emergency as COVID-19 cases continue to rise and 30 people have died from the virus in the United States, according to The Center for Systems Science and Engineering at Johns Hopkins University. (Photo by Drew Angerer/Getty Images)
El Presidente Donald Trump en una conferencia de prensa en la Casa Blanca al declarar estado de emergencia en EEUU por el coronavirus. (Foto: Drew Angerer/Getty Images)

"Para dar rienda suelta al poder del Gobierno federal, hoy declaro una emergencia nacional", dijo Trump durante una rueda de prensa en la rosaleda de la Casa Blanca.

La presión había aumentado para que el presidente declarara una emergencia por enfermedad infecciosa bajo la ley de 1988 que permitiría a la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias proporcionar fondos para desastres a los gobiernos estatales y locales y desplegar equipos de apoyo.

Solo se han hecho unas pocas declaraciones de emergencia por amenazas a la salud pública desde la década de 1960, y solo dos se han enfocado en brotes de enfermedades, cuando el presidente Bill Clinton declaró en 2000 emergencias en Nueva York y Nueva Jersey en respuesta al Virus del Nilo Occidental.

Entre las medidas adicionales que anunciaron está el lanzamiento de un website para que las personas que sientan los síntomas puedan saber qué hacer, anunció Deborah Birx coordinadora de respuesta de Casa Blanca para el coronavirus, sin embargo aún no está activa.

“Todos los americanos debemos derrotar este virus”, dijo el presidente y recomendó seguir los lineamientos del Centro de Control y Prevención de Enfermedades.

Sin embargo, al ser preguntado sobre si se haría la prueba para descartar el coronavirus ya que estuvo en una reunión con el presidente de Brasil Jair Bolsonaro, dijo “no tengo ningún síntoma”. Ante la insistencia de los periodistas, enfatizó que no cree necesario hacerse la prueba.

Bolsonaro salió negativo de la prueba del coronavirus.

Habrá más pruebas disponibles

El gobierno de EEUU anunció que está acelerando su capacidad de poder hacer pruebas médicas para detectar el COVID-19 ante las críticas por la escasez de test y el temor de que las personas contagiadas sean muchas más de las cifras oficiales de 1,629 afectados y 41 muertos.

Trump expresó por medio de un tuit que, después de hacer "cambios" y "cortar" la burocracia que rodea a los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), las pruebas llegarán "pronto a gran escala".

El presidente hizo estos comentarios el mismo día que la Administración de Alimentos y Medicamentos en Estados Unidos (FDA) anunció dos medidas para actuar con más agresividad ante el COVID-19.

Autorizan pruebas comerciales

La agencia anunció que permitirá por primera vez el uso, y como medida de emergencia, de un sistema de pruebas de coronavirus de tipo comercial.

La FDA también anunció que permite que el Departamento de Salud del estado de Nueva York (NYSDOH) dé luz verde a laboratorios locales para comenzar las pruebas de pacientes en ese estado.

Estos laboratorios interactuarán únicamente con NYSDOH, lo que debería acelerar la disponibilidad de pruebas de pacientes en este estado.

El experto en enfermedades infecciosas de Mayo Clinic Gregory Poland dijo a Efe que hay una "limitación de pruebas" y que si se mantiene se llegará a un punto en el que no se podrá hacer pruebas a todos los que la necesiten debido a "tanta infección" que habrá.

Poland anticipó que habrá más infecciones y que se debe "mejorar" el número de pruebas disponibles para detectar una enfermedad para la cual, además, no hay vacuna ni tratamiento.

Críticas de gobernadores

Andrew Cuomo, gobernador de Nueva York, uno de los estados más afectados por COVID-19, ha criticado en las últimas semanas a las autoridades federales por las dificultades para acceder a las pruebas.

Cuomo dijo este mismo viernes que el Gobierno federal debería "descentralizar las pruebas", dado que el "volumen es demasiado alto", lo que ha provocado una "crisis en las pruebas" y no están "a la altura" de la situación.

El gobernador sugirió que entre 500 y 1,000 laboratorios podrían abrir de la noche a la mañana si la responsabilidad se devuelve al estado e hizo referencia a que en Nueva York hay docenas de laboratorios que podrían comenzar a realizar sus pruebas en horas.

Anthony Fauci, director del Instituto de Alergias y Enfermedades Infecciosas de EEUU, reconoció en la Cámara de Representantes que el "sistema no está orientado hacia lo que necesitamos ahora mismo" y que el país estaba "fallando" a la hora de ofrecer pruebas a los que lo necesiten.

En otro gran estado golpeado por la enfermedad, California, con 198 casos de COVID-19, de los cuales 4 resultaron en el fallecimiento del paciente, los funcionarios de salud denuncian que carecen de componentes claves para realizar análisis de laboratorio.

Según declaraciones del gobernador de California, Gavin Newsom, a CNN, es imperativo que el Gobierno federal y los laboratorios de los Estados Unidos tengan todos los componentes necesarios.

"Me sorprende que esto no sea más una conversación nacional. Tenemos que centrarnos en estas pruebas", expresó Newsom.

Un 1% de la población afectada

En el estado de Ohio, la directora del Departamento de Salud, Amy Acton, dijo el jueves en conferencia de prensa que "al menos" el 1 % de la población tiene el virus, lo que supone que más de 100,000 personas fueron contagiadas, la inmensa mayoría sin detectar.

Acton agregó que la lenta llegada de las pruebas significa que el estado no tiene números verificados para estar seguros de la velocidad de propagación de la enfermedad, aunque estimó que es "rápida".

En declaraciones a Efe, fuentes médicas dieron por buenas esta estimación de que más del 1 % de la población pudiera estar afectada por el COVID-19, lo que llevado a cifras nacionales supondría 3,2 millones de personas.

Según este experto en enfermedades infecciosas, la "calidad de los números" actuales no es la "mejor por muchas razones", incluida la cantidad desconocida de personas asintomáticas que están propagando el virus.

Con información de EFE y Reuters.

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