Trump domina Iowa, ahora la intriga está en la contienda por el segundo puesto

La contundente victoria de Donald Trump en los primeros caucus de Iowa del lunes por la noche supuso un golpe aplastante para Ron DeSantis y heló el ímpetu de Nikki Haley.

El triunfo por 30 puntos del ex presidente subrayó su perdurable popularidad entre los electores republicanos, pero también expuso la debilidad de sus rivales, quienes prometieron continuar sus campañas, dividiendo ostensiblemente el voto anti-Trump.

DeSantis ganó la contienda por el segundo puesto en Iowa —pero por poco margen— y su campaña no ha presentado ninguna evidencia de un estado de nominación que el gobernador de la Florida pueda ganar, lo que pone en duda la viabilidad a largo plazo de su candidatura.

“Llegar a 20 y solo conseguir el segundo puesto, creo que es realmente difícil”, dijo Liam Donovan, consultor republicano, en un programa en vivo presentado por Mark Halperin. “Van a tener problemas para seguir adelante a estas alturas. Los exhortarán a retirarse”.

Newt Gingrich, ex candidato presidencial y ex presidente de la Cámara de Representantes, fue aún más tajante en Fox News. “Él es el nominado”, dijo de Trump. “Supérenlo. Es el candidato”.

Aunque Haley tiene una posibilidad remota de dar la sorpresa en Nueva Hampshire el próximo martes, enfrenta crecientes expectativas para demostrar que puede amenazar a Trump en un estado más moderado que permite a los independientes votar en las primarias del Partido Republicano.

“Actualmente, el promedio de votos de Donald Trump en Nueva Hampshire es del 43.5%”, escribió la jefa de campaña de Haley, Betsy Ankney, en una nota. “Los resultados de Iowa y las encuestas de Nueva Hampshire muestran que Donald Trump es más vulnerable de lo que comúnmente se cree”.

Ante un tercer puesto en Nueva Hampshire, la campaña de DeSantis ya está señalando que podría centrar la mayor parte de su tiempo y recursos en intentar ganar Carolina del Sur, que vota el 24 de febrero.

“Nos han atacado con todo. Gastaron casi $50 millones en atacarnos. Los medios estuvieron contra nosotros. Estaban escribiendo nuestro obituario hace meses ... Debido a su apoyo ... salimos con nuestro boleto perforado de Iowa”, dijo DeSantis en su fiesta de la noche del caucus.

En Nueva Hampshire es Haley quien se ha posicionado como la principal contrincante de Trump, basándose en su fuerza entre los electores independientes. DeSantis solo ha estado obtenido resultados de un solo dígito en las encuestas en Nueva Hampshire y su campaña no ha invertido en publicidad, aunque tiene escalas programadas ahí el martes y el miércoles.

Con base en su creciente posición en Nueva Hampshire, Haley hizo una última jugada por el segundo lugar en Iowa, con su superPAC externo convirtiéndose en quien más gastó, invirtiendo en un derroche de publicidad televisiva atacando a DeSantis. Pero DeSantis contó con la ayuda de su propio superPAC, Never Back Down, que se puso en contacto con un millón de habitantes de Iowa y realizó múltiples seguimientos a lo largo de la campaña.

Ese esfuerzo de organización fue lo suficientemente bueno como para congelar el impulso de Haley en Iowa, pero también se quedó corto para el decisivo segundo puesto que la campaña de DeSantis había esperado hace meses.

“DeSantis está muerto, pero sigue dando vueltas por el desagüe”, bromeó el estratega demócrata Joe Trippi.

Hablando a sus partidarios después de su victoria, Trump mostró un inesperado gesto de gentileza hacia sus dos competidores, diciendo que DeSantis y Haley “lo hicieron muy bien”.

Es probable que esa magnanimidad no dure mucho, ya que Trump busca aplastar a Haley durante la próxima semana e intentar cerrar rápidamente las primarias republicanas.

En su discurso a sus partidarios, Haley intentó enmarcar su reñido tercer puesto como la rampa hacia una contienda de dos personas entre ella y el ex presidente.

“La pregunta que se plantean los estadounidenses está ahora muy clara: ¿Quieren más de lo mismo? ¿O quieren una nueva generación de liderazgo conservador?”, preguntó Haley. No mencionó a DeSantis en su discurso.

Pero la candidatura de Haley depende de su actuación en las dos próximas grandes contiendas en Nueva Hampshire y Carolina del Sur, donde fue dos veces elegida gobernadora.

Incluso si es capaz de superar a Trump en Nueva Hampshire, una derrota en su estado natal, Carolina del Sur, el mes próximo, probablemente pondría fin a su candidatura.

Trump, quien perdió los caucus de Iowa contra Ted Cruz en 2016, superó con creces tanto a DeSantis como a Haley el lunes por la noche, convirtiéndose en el primer candidato presidencial del Partido Republicano en ganar una mayoría absoluta de los votos en un caucus con varios candidatos.

Aunque la participación cayó precipitadamente con respecto al evento de 2016, DeSantis nunca amenazó el dominio de Trump en el estado, a pesar de visitar los 99 condados y asegurarse el respaldo de la gobernadora del estado. Trump acabó ganando 98 de los 99 condados de Iowa.

Mientras Haley intenta derrotar a Trump en Nueva Hampshire, el interrogante para DeSantis es dónde buscará una victoria.

Está previsto que acuda a Nueva Hampshire para actos el martes o el miércoles, pero puede que decida invertir más tiempo en Carolina del Sur, donde tendrá que superar tanto la conexión de Trump con la base republicana como la familiaridad de Haley con su ciudad natal.

Sin una estrategia realista, DeSantis solo enfrentará más llamados a poner fin a su campaña.

“Si te echan en Nueva Hampshire, tienes que preguntarte ¿cuántas veces más quieres que te echen?”, preguntó Matt Schlapp, presidente de la American Conservative Union, en Newsmax.