Los Dolphins tienen fe: el dueño Ross le dice a McDaniel que los males no duran para siempre
El entrenador de los Dolphins Mike McDaniel afirmó que el dueño del club Stephen Ross le aseguró que “los malos tiempos no duran para siempre’’ y todos en el club esperan la recuperación del equipo.
Después de cada partido, McDaniel y Ross se reúnen para evaluar el resultado y el propietario de la franquicia siempre se muestra dispuesto a ofrecer todo lo que sea posible para alcanzar el éxito.
“Después de una derrota, lo primero que hago es disculparme”, confesó el estratega. “Ross se muestra decepcionado, pues es supremamente competitivo”.
Los Dolphins tienen un récord 2-5 y lo que se viene por delante no es muy promisorio, pese a que con la reaparición de su quarterback titular Tua Tagovailoa, la ofensiva mejoró de manera sustancial.
El próximo domingo (1 p.m.), en el Highmark Stadiun, el escuadrón de Miami visitará a los Buffalo Bills (6-2), líderes de la División Este de la Conferencia Americana.
“Somos optimistas porque no hemos empeorado las cosas”, reflexionó McDaniel. “Nos enfocamos en lo que debemos corregir y afrontamos las cosas paso a paso, un partido a la vez”.
McDaniel remarcó que los Dolphins no están muy lejos de desafiar a cualquier rival cada semana.
“La NFL no perdona a nadie y hemos aprendido la dura lección”, agregó el estratega. “Cada vez tenemos menos margen de error y la temporada avanza”.
Pese a todo, McDaniel estima que cuenta con el personal adecuado para enderezar la campaña y sentenció que el mayor adversario que tienen en este momento son ellos mismos.
“Si somos capaces de cuidar las pequeñas cosas necesarias para ganar todo lo que debemos hacer es ser los mejores el día del partido”, declaró el entrenador.
“Así las cosas se arreglarán por sí mismas. Por ahora tenemos que enfrentar unos resultados que nadie quiere aceptar”.
En efecto, todos esperaban que en la tercera campaña de McDaniel con los Dolphins y en la quinta de Tua los surfloridanos superarían sus fantasmas y conseguirían su primera victoria en playoffs, después de casi un cuarto de siglo sin lograrlo.
Para ello, la directiva de Miami le dio una extensión de contrato a Tua por cuatro años y $212.4 millones, la mayor cifra jamás pagada por el club a un jugador.
Hasta ahora no se ha visto ninguna recompensa a esos esfuerzos y, por el contrario, el equipo marcha entre los peores de la Conferencia Americana.
Para colmo, Tua sufrió una conmoción cerebral y se perdió cuatro partidos en los cuales los Dolphins tuvieron un récord 1-3.
Tua se lesionó justamente en la derrota 31-10 contra los Bills en el Hard Rock Stadium y ahora los Dolphins devolverán la visita a los norteños y la situación se presenta más complicada aún.
“Ha sido un duro comienzo para el equipo”, sentenció el fullback Alex Ingold. “Nadie esperaba estar 2-5. Hay que reenfocarnos y recalibrarnos de lo que ha pasado”.
Ingold dijo que la cuestión ahora es trabajar a fondo y encontrar la manera de ganar el domingo.
“Pese todo han habido progresos, hemos evolucionado”, agregó Ingold.
“Uno ve los video de la segunda semana y los compara con los de ahora y ve mejoras. La única manera de salir del atolladero es confiar y construir sobre lo que hemos mejorado”.
No cabe duda que los Dolphins mejoraron pese a la caída 28-27 contra los Cardinals de Arizona, el domingo pasado en el Hard Rock Stadium. El equipo consiguió 377 yardas en total y logró la mayor cantidad de puntos en la presente campaña.
Tua completó 28 de 38 pases para 234 yardas y un touchdown. El equipo consiguió 22 primer down y 11 de 15 intentos de tercer down.
Tyreek Hill, quien la temporada pasada estuvo a punto en convertirse en el primer hombre en la historia de la NFL en recibir para 2,000 yardas, en esta campaña se encuentra virtualmente olvidado. El domingo último volvió a tener relevancia con seis recepciones y 72 yardas ganadas.
Hay ciertas razones para pensar que los Dolphins se van a sacudir y a recuperar el terreno perdido. Difícil que aquello le alcance para superar en su propia casa a los Bills, pero en la NFL cualquier cosa puede ocurrir.
Lo importante es reencontrarse con el camino de la victoria y que los malos momentos no duren para siempre.