Los Dolphins asimilan el picotazo de los Eagles y aseguran que aún el cielo es el límite

Los Dolphins (5-2) curan sus heridas tras la derrota 31-17 sufrida contra los Eagles, la noche del domingo en el Lincoln Financial Field en Filadelfia, y mantienen intactas sus esperanzas de llegar lo más lejos posible en la campaña.

Su posición en el liderato de la División Este de la Conferencia Americana de la NFL es sólida, luego de la caída 29-25 de los Buffalo Bills (4-3) contra los Patriots de Nueva Inglaterra (2-5).

“Debemos seguir esforzándonos para conseguir nuestras metas”, enfatizó el running back Jeff Wilson Jr., quien reapareció el domingo.

“El cielo es el límite”.

En verdad, el resultado pudo haber sido otro. Hubo tres jugadas que debieron cambiar la historia del partido, a partir del tercer periodo cuando el marcador estaba 17-10 a favor de los Eagles.

Tua Tagovailoa dio un pase a Cedrick Wilson Jr. y el cornerback James Bradberry lo jaló de la rejilla del casco y los árbitros no cobraron.

El wide receiver de los Dolphins estaba en la yarda 21 de Filadelfia.

Los Dolphins no desmayaron, sin embargo.

Jerome Barker interceptó a Jalen Hurts y empataron 17-17.

Fue el mejor momento del equipo de Miami, que pudo haber dado una sorpresa mayor.

Tyreek Hill atrapó un ovoide, pero lo bajó mucho y este chocó con su rodilla y salió disparado cuando el wide receiver iba camino a convertir un touchdown.

Acto seguido un pase de Tua fue interceptado cuando también había una gran posibilidad de anotar.

Estas circunstancias, más la fuerza de los Eagles que ganaron en las jugadas de cuatro y uno permitieron que desequilibraran el partido y se llevaran la victoria.

“Las vibraciones están ahí y creemos que somos un equipo que tiene todo para triunfar”, afirmó el linebacker Bradley Chubb.

“Hemos perdido ante un equipo de Super Bowl. Garantizo, sin embargo, que vamos a tener muchos éxitos esta temporada”.

En efecto, los Eagles perdieron el Super Bowl contra los Chiefs de Kansas City en febrero pasado y demostraron el domingo su tremendo poder.

Bastará decir que frenaron el, en otros casos, arrollador ataque terrestre de los Dolphins, que solo pudo conseguir 48 yardas en Filadelfia.

“Eso cambió la manera cómo jugamos porque a partir de ahí generamos otras acciones”, explicó Tua.

“Cuando el ataque terrestre no funciona como deseamos, eso mitiga la combinación con la ofensiva aérea”.

Tua agregó que en la segunda mitad los Dolphins hicieron algunos ajustes y consiguieron algo por tierra frente a unos Eagles que hacían un notable trabajo para frenarlos.

El objetivo de los Dolphins, según dijo su quarterback, es mantener la consistencia en su ofensiva y que la defensiva saque rápido de la cancha al rival.

Mientras, el entrenador del escuadrón surfloridano Mike McDaniel hizo un balance de las cosas positivas y negativas que dejó el choque en el Lincoln Financial Field.

“Siento que nuestro equipo alcanzó un nivel que es capaz de competir en esta clase de ambiente contra un rival obstinado”, afirmó McDaniel.

“Todavía necesitamos hacer algunos ajustes, pero eso es parte de nuestro viaje”.

McDaniel expresó que se siente muy motivado por la respuesta de sus jugadores frente a circunstancias adversas.

“Me estimula ver la forma cómo se comportaron los muchachos, la forma cómo entraron a la cancha y cómo lucharon”, declaró el estratega.

“Todavía nos falta un poco para cruzar el puente y cuando eso ocurra será el resultado de su esfuerzo”.

Tua completó 23 de 32 pases para 216 yardas, un touchdown y una intercepción.

Hurts pasó 23 de 31 para 279 yardas, dos touchdowns y una intercepción.

Hill recibió para 88 yardas y un touchdown; Jaylen Waddle y Cedrick Wilson Jr. para 63 y 48 yardas, respectivamente.

Raheem Moster corrió 45 yardas en nueve intentos.

El próximo domingo, los Dolphins recibirán a los Patriots en el Hard Rock Stadium.