Dolor y migración marcan en Miami el sexto aniversario de la ‘Rebelión de Abril’ de Nicaragua

Yader Vásquez planeaba buscar a su hijo Gérald en la capital de Nicaragua un fin de semana en medio de la espiral de represión desatada por el régimen de Daniel Ortega contra las manifestaciones de 2018, pero no logró verlo de nuevo con vida.

Seis años después el dolor por la pérdida de su hijo de 20 años de edad es tan intenso y punzante como ese día cuando le informaron que paramilitares de Ortega “lo asesinaron, le destrozaron la cabeza de un balazo” en la iglesia Divina Misericordia donde se refugiaban jóvenes que habían estado atrincherados en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, en Managua.

Vásquez ahora vive exiliado en Miami, la igual que miles de sus compatriotas, donde la comunidad nicaragüense conmemora el sexto aniversario de la llamada “Rebelión de Abril” como se conoce a las protestas que estallaron en Nicaragua contra una reforma al sistema de seguridad social que terminaron en manifestaciones contra Ortega y dejaron cientos de muertos y detenidos.

“Estaba atrincherado en la iglesia. Comenzaron a atacar a los muchachos con armamento pesado. Un francotirador le partió su cabeza y quedó agonizando. Luchaba por la democracia, por una Nicaragua libre”, dijo Vásquez, llorando, en una entrevista con el Nuevo Herald.

Por ese anhelo de libertad y democracia, y para honrar a quienes fallecieron por esa causa, la alcaldesa de Miami-Dade, Daniella Levine Cava, decidió declarar el 18 de abril como Día de la Libertad de Nicaragua en el condado.

“Reconocer este día como el Día de la Libertad de Nicaragua reafirma el compromiso del Condado Miami-Dade de defender los valores universales de la libertad, la democracia y los derechos humanos”, dijo la funcionaria.

Los nicaragüenses también realizarán el 21 de abril una misa en la iglesia St. Agatha ubicada el 1111 SW 107th Ave, Miami, oficiada por el exiliado arzobispo de Managua Silvio José Baez y ese mismo día se llevará a cabo una manifestación en el parque Rubén Dario en el 9825 W Flagler St, Miami.

Levine Cava resaltó que “Miami-Dade se solidariza con la comunidad nicaragüense y reconoce sus contribuciones al tejido cultural, económico y social de nuestro condado”.

Cerca de 450,000 nicaragüenses residían en Estados Unidos en 2021 y el 37% se concentraba en el sur de la Florida, según un análisis del Pew Research Center basado en datos del Censo de Estados Unidos.

Huir de la persecución

Jonathan Duarte, director ejecutivo de la Fundación para la Libertad de Nicaragua, dijo que desde 2021 cuando arrestaron a los candidatos presidenciales y líderes políticos se ha observado una “migración masiva, particularmente al sur de la Florida, lo que se ha incrementado significativamente con el parole humanitario”.

“El rechazo masivo a Ortega se está viendo en la migración masiva saliendo del país, en especial de personas entre 18 años a 40 años”, precisó a el Nuevo Herald.

Vásquez forma parte de esa migración. Tras la muerte de su hijo comenzaron a perseguirlo por lo que su mamá y sus hijas le pidieron salir del país. Se fue el 22 de julio de 2018 primero a Costa Rica, donde también lo estuvieron siguiendo porque, dijo, participaba en eventos denunciando al régimen de Ortega.

Abandonó ese país centroamericano rumbo a Guatemala para dirigirse a México y de allí cruzar la frontera con Estados Unidos. Pero las autoridades mexicanas lo detuvieron y lo querían deportar a Nicaragua. Tras contar su situación lo enviaron de regreso a Guatemala.

Intentó regresar a la frontera con EEUU y esta vez pudo cruzar el Río Bravo. El 5 de enero de 2022 estaba en territorio estadounidense. Sus hijas también tuvieron que refugiarse en Costa Rica.

Duarte consideró que tras la “Rebelión de Abril” la persecución en Nicaragua se ha profundizado, se ha perpetrado una “grave” violación a los derechos religiosos con los ataques a la iglesia católica y la evangélica, mientras que el régimen se ha acercado mucho a Rusia, China e Irán luego de que la comunidad internacional le dio la espalda a Ortega.

Aún así y a pesar de la migración, el activista dijo que “todavía se siente la resistencia dentro del país, la gente quiere un cambio, tiene miedo, pero continúa en contacto con los que estamos afuera alentándonos a seguir la presión internacional”.

Joselin Montes, periodista independiente y exiliada, lamentó que seis años después Nicaragua sigue “en mano de la dictadura de Ortega” y por eso los nicaragüenses piden a la comunidad internacional justicia para los asesinados, democracia y libertad para que pueden tener un retorno seguro a su país.

“Ortega y Murillo han cometido crímenes de lesa humanidad. Vamos a continuar también pidiendo libertad para nuestros presos políticos”, dijo Montes a quien el régimen la acusó de intento de asesinato de dos funcionarios en el Departamento de Chinandenga, y intentar quemar una alcaldía, acusaciones que negó.