Dolby Atmos quiere que escuches arriba (abajo y hacia los lados)

Los verdaderos creyentes en el formato de audio envolvente Atmos dicen que podría devolver una apreciación musical perdida para una generación que ha surgido durante la era de la emisión en continuo. (Chad Hagen/The New York Times)
Los verdaderos creyentes en el formato de audio envolvente Atmos dicen que podría devolver una apreciación musical perdida para una generación que ha surgido durante la era de la emisión en continuo. (Chad Hagen/The New York Times)

Después de más de 30 años como productor e ingeniero, Brad Wood no estaba seguro de si aún tenía futuro en la música.

Wood, saxofonista de formación clásica, se había iniciado en el entorno musical de Chicago a principios de la década de 1990, dirigiendo los álbumes de Liz Phair y Veruca Salt, y discos de Smashing Pumpkins y Placebo que obtuvieron reconocimiento de platino por ventas. En el año 2000 se trasladó al sur de California, donde prosperó durante un tiempo, para luego limitarse a sobrevivir, pues la era de las descargas hundió los presupuestos de las discográficas al mismo tiempo que el rock de guitarras en el que se especializaba perdía relevancia cultural.

Mientras muchos de sus colegas se daban por vencidos, Wood seguía adelante, trabajando de manera más ardua y ganando menos. “Quizá llegué a ganar lo mismo que cuando empecé”, afirmó.

Entonces, en 2021, una tecnología emergente llevó a Wood —y a miles de profesionales de la grabación como él— a una época de auge inesperado.

En los últimos dos años, Wood se ha dedicado a mezclar discos antiguos y nuevos en Dolby Atmos, un formato de audio que permite a los ingenieros crear una experiencia auditiva más envolvente que el estéreo tradicional colocando los sonidos alrededor y por encima del oyente. Trabajando para distintos sellos discográficos, Wood ha realizado mezclas Atmos para las Supremes, los Pogues, Jennifer Lopez, Modest Mouse, Gwen Stefani y Soul Asylum: casi 300 pistas en total, el equivalente a dos decenas de álbumes.

“Todo ha sido inesperado y emocionante”, aseguró.

El productor musical Brad Wood en el estudio Seagrass, en Los Ángeles, el 14 de junio de 2023. (Michael Tyrone Delaney/The New York Times)
El productor musical Brad Wood en el estudio Seagrass, en Los Ángeles, el 14 de junio de 2023. (Michael Tyrone Delaney/The New York Times)

Para Dolby, la empresa de audio que ha desarrollado Atmos, y Apple Music —que ha invertido mucho en ella—, la tecnología podría suponer el cambio más drástico en el audio en 65 años.

“La industria discográfica pasó de mono a estéreo hace décadas, y no se movió de ahí”, señaló John Couling, vicepresidente senior de Dolby Laboratories, en una entrevista telefónica.

Desde entonces, se ha intentado convencer al público para que adopte nuevas tecnologías avanzadas, como el sonido cuadrafónico en la década de 1970 y el sonido envolvente 5.1 en la década de 1990, pero con escaso éxito. “Hemos cambiado los formatos, los métodos de distribución y todo tipo de cosas, pero en el fondo seguía siendo el mismo sonido. Atmos es una experiencia completamente nueva”, explicó Couling.

Oliver Schusser, vicepresidente de Apple Music, dijo que su compañía, que ha incentivado a los sellos discográficos para que entreguen material de catálogo en Atmos, lo ve como una manera de devolver el valor sónico a la música, algo que se ha perdido entre toda una generación que ha surgido durante la era de la emisión en continuo.

“No se apreciaba el arte y el trabajo de los ingenieros de sonido y la mezcla y masterización”, comentó Schusser en una videollamada esta primavera. “Eso nos dolía mucho. Queríamos arreglarlo”.

Hoy, las discográficas, tres de las más importantes y cientos de independientes, ofrecen pistas en Atmos. Apple Music, Amazon Music, Tidal y QQ Music son algunos de los quince servicios de emisión en continuo que ofrecen Atmos en 160 países y a más de 500 millones de oyentes.

“Pero si mencionas la palabra ‘Atmos’ a alguien del público en general, no sabrá de qué demonios le estás hablando”, afirmó el veterano ingeniero y productor Bob Clearmountain, una de las figuras más respetadas e influyentes del mundo de la grabación, quien dudaba al principio de la capacidad de permanencia de Atmos, pero ha llegado a creer en su futuro.

“La música se ha convertido en ruido de fondo para la mayoría de la gente. Es algo que tienes en los audífonos mientras haces otras cosas”, dijo durante una llamada el mes pasado. “Cuando era adolescente, solía escuchar un álbum tres o cuatro veces sentado frente a los altavoces, embelesado”. Esa forma de escuchar ha desaparecido, señaló, pero confía en que Atmos pueda recuperarla, “si somos capaces de hacer que la gente entienda qué es y lo escuche de manera adecuado”.

Desde fuera, parece que Atmos está entrando en un periodo crítico que podría determinar si inicia una revolución sónica o se convierte en otra tecnología perdida en el tiempo.

DOLBY ATMOS, INTRODUCIDO en 2012, se desarrolló en un principio para las salas de cine y el mercado del cine en casa. Como ofrece una paleta más amplia que el estéreo y difiere de las configuraciones tradicionales de 5.1 y 7.1 canales, Atmos permite a los ingenieros —que suelen mezclar a través de una decena o más de altavoces— colocar las fuentes de sonido delante, al lado, detrás e incluso encima del oyente.

Cuando se separan unos sonidos de otros, se pueden oír de manera independiente con mucha más claridad que si están unos encima de otros”, explicó Couling. Al crear espacio, también creamos profundidad y claridad, y descubrimos que eso querían los creadores de contenidos”.

Para artistas como el fundador de Chic, Nile Rodgers, el audio envolvente es lo más parecido a la experiencia del músico. “Cuando grabo un disco, estoy sentado en una habitación con la banda”, aseguró Rodgers durante un videochat. “Estamos tocando e improvisando y lo que ocurre es que el sonido nos baña. Así es como suena la música para mí”.

Escuchar mezclas Dolby Atmos en un estudio de grabación profesional puede ser una experiencia impactante. “Es extraordinariamente seductor”, confirmó Clearmountain, que ha realizado proyectos Atmos para Bruce Springsteen, los Rolling Stones y otros. “He tocado pistas Atmos para tanta gente que dice: ‘Nunca podré volver a escuchar estéreo’. La gente ha llorado, conmovida por lo que escuchaba. Tiene un efecto increíble”.

Las opiniones entre los profesionales de la grabación sobre cualquier tema rara vez son uniformes, y hay algunos que tienen reservas sobre Atmos.

Susan Rogers, ingeniera de Prince durante muchos años, dejó la industria musical a finales de los 90 para convertirse en neurocientífica cognitiva. El otoño pasado, Dolby la invitó a la sede de la empresa en San Francisco para escuchar una nueva mezcla Atmos de “When Doves Cry” de Prince, un tema en el que trabajó originalmente.

“Como ingeniera y experta en psicoacústica, tengo sentimientos encontrados sobre si es una mejora”, aclaró Rogers en una entrevista telefónica.

Señaló que hay razones evolutivas y biológicas por las que las fuentes de sonido procedentes de detrás y por encima de los oyentes pueden resultar inquietantes o provocar ansiedad. También observó que la música es un tipo potente de comunicación, en gran parte porque la fase de consumo se produce totalmente en la cabeza del oyente. Tener fuentes de sonido más claras y numerosas puede dificultar saber a qué prestar atención.

“Eso fue lo que noté al escuchar ‘When Doves Cry’ en Atmos”, relató Rogers. “Sonaba increíble, pero era más difícil ensamblarla en un todo unificado en ese lugar privado en el que escucho música. Me distraía”. Su “reacción instintiva fue pensar: ‘no quiero’”, dijo. “Pero con el tiempo puede que aprenda a gustarme”.

APPLE MUSIC ESTÁ apostando fuerte a que el público, en general, se enamorará de Atmos. Aunque otras empresas, como Amazon, habían coqueteado con esta tecnología, en 2021 Apple decidió apostar plenamente por Atmos, dándole su propio giro y su propia marca, bautizándola como audio “espacial”.

Estratégicamente, Atmos ofrece a Apple Music una manera de distinguirse aún más de sus competidores de emisión en continuo como Spotify —que históricamente ha ignorado la alta resolución o las opciones de audio avanzadas— y arrebatar cuota de mercado al servicio de música dominante en el sector, YouTube.

“Queríamos algo en lo que la gente notara de inmediato la diferencia”, comentó Schusser. “Tal vez el cien por ciento no amaría Atmos o audio espacial en seguida, pero todo el mundo sabría que esto suena diferente, y la esperanza es que la mayoría llegaría a apreciar la mejora”.

Inicialmente, el mayor desafío de Apple fue que había muy poco contenido Atmos disponible. En 2017, “Automatic for the People” de R.E.M. se convirtió en el primer álbum mezclado para Atmos, y en los años siguientes, varios lanzamientos Atmos notables —de Elton John, Queen y los Beatles— mostraron las posibilidades del formato.

Para lograr sus objetivos más amplios, Apple necesitaba que los contenidos Atmos fueran viables y abundantes. Empezó por asociarse con Dolby para animar a los estudios de grabación a actualizarse al formato. Ahora hay cerca de 800 estudios Dolby Atmos oficialmente reconocidos en más de 40 países, lo que supone un aumento del 350 por ciento en solo dos años. (Dolby calcula que hay dos o tres veces ese número de otros estudios capaces de ofrecer música en Atmos).

Apple Music también elaboró listas de artistas, álbumes y canciones, y las presentó a las discográficas, junto con el financiamiento y los plazos, para ayudar a ampliar rápidamente la biblioteca de títulos disponibles en Atmos. En los últimos años, este esfuerzo por adaptar 50 años de música pop ha supuesto una avalancha de trabajo para ingenieros y mezcladores, que de repente se han encontrado con un gran volumen de negocio en este formato.

UNA DE LAS razones por las que otras tecnologías de sonido envolvente muy promocionadas, como 5.1 y 7.1, no triunfaron es que requerían una configuración específica de altavoces. Dolby Atmos, sin embargo, es escalable y puede adaptarse a una gran variedad de configuraciones.

Dado su éxito en el mercado de los auriculares, Apple ha hecho hincapié en la reproducción en sus dispositivos AirPods y Beats Fit Pro, que ofrecen una versión de la experiencia Atmos con seguimiento dinámico de la cabeza (donde el sonido cambia junto con el movimiento del usuario) en el rango de 200 a 500 dólares. Otros fabricantes, como Audeze, RIG, Corsair y LG, también ofrecen auriculares y dispositivos Atmos.

Las opciones de sistemas de música domésticos asequibles, diseñados específicamente para audio Atmos, han sido limitadas. Amazon y Apple ofrecen desde hace tiempo sus propios altavoces inteligentes con Atmos, pero ninguno de ellos transmite realmente toda la gama de sonido posible.

En marzo, Sonos presentó el primer altavoz de su clase por debajo de 500 dólares, el Era 300, que reúne con más éxito la experiencia Atmos en una sola unidad compacta, equipada con media decena de transductores que dirigen el sonido a izquierda, derecha, adelante y arriba.

Si alguna vez Atmos alcanza una masa crítica, podría llegar a través de los automóviles. La mayoría de los autos vienen equipados de serie con más de una decena de altavoces, lo que los convierte en un entorno natural para el audio inmersivo. Hasta ahora, algunos de los principales fabricantes de automóviles, como Mercedes-Benz y Volvo, han presentado planes para incorporar Atmos a sus vehículos. Es un mercado que tanto Dolby como Apple dicen estar decididos a ampliar aún más.

“Pero este tipo de cambios tecnológicos no se producen en uno o dos años, y eso es lo que ha ocurrido hasta ahora”, dijo Schusser. “Está claro que queda trabajo por hacer. Pero todos somos optimistas de que lo conseguiremos con Atmos”.

c.2023 The New York Times Company