Documentos revelan indignidad final: Epstein deja plantada a Maxwell en caso judicial

Nuevos documentos divulgados el lunes revelan por primera vez el desesperado esfuerzo de Ghislaine Maxwell por conseguir que su ex novio y confidente Jeffrey Epstein declarara a su favor en la demanda por difamación de 2015 que acabaría conduciendo a su ruina penal.

Maxwell, una mujer de la alta sociedad británica que durante mucho tiempo había estado relacionada con el financiero neoyorquino —primero como su novia y luego como su madame—, fue acusada de ayudarlo a reclutar a innumerables chicas menores de edad y mujeres jóvenes para satisfacer su apetito sexual. Ella enfrentaba una peligrosa acción legal interpuesta por una de las víctimas de Epstein.

Virginia Giuffre afirmó que Maxwell la reclutó cuando tenía 16 años, forzándola a una relación de abuso sexual y servidumbre por parte de la pareja. Cuando Giuffre hizo públicos los abusos, Maxwell la llamó mentirosa, lo que llevó a Giuffre a presentar una demanda civil por difamación, la cual sus abogados usaron como mecanismo para exponer los delitos de tráfico sexual de Epstein y Maxwell.

Pocas personas estuvieron dispuestas a salir en defensa de Maxwell. Ella no tenía testigos en la lista del juicio. Para empeorar las cosas, enfrentó una “una instrucción al jurado de inferencia adversa”, lo que significa que el juez instruiría al jurado sobre que ella no había cumplido con ciertas obligaciones durante el proceso de revelación previo al juicio. Maxwell no solo se negó airadamente a responder a las preguntas, sino que no entregó correos electrónicos como le había ordenado el juez, según muestran documentos judiciales.

Tal vez la única persona que podía ayudarla —negando que estuviera implicada en el tráfico– era Epstein. Pero él se negó, usando su derecho de la Quinta Enmienda contra la autoincriminación unas 600 veces durante una declaración en septiembre de 2016, muestran los registros judiciales.

El abogado de Maxwell, Jeff Pagliuca, argumentó que el juez que presidía el caso de difamación debería obligar a Epstein a ofrecer respuestas, sosteniendo que Epstein no enfrentaba ningún riesgo de autoincriminación porque estaba protegido por un controversial acuerdo de no enjuiciamiento que alcanzó con fiscales federales como parte de su favorable acuerdo de culpabilidad en 2008.

El abogado de Epstein, Martin Weinberg, replicó que las protecciones previstas en ese acuerdo se limitaban a hechos ocurridos en la Florida. Testificar en el juicio de Maxwell pudiera exponerla a cargos adicionales por delitos cometidos fuera de la Florida, dijo.

“Se declaró culpable de dos delitos estatales muy limitados que tuvieron que ver con dos mujeres”, dijo Weinberg. “Eso no le da ninguna protección contra un enjuiciamiento federal, ninguna protección contra cualquier otra acusación, ninguna protección contra las acusaciones específicas que están al frente y al centro en la denuncia en este caso, donde la Sra. Giuffre dice que el Sr. Epstein con la Sra. Maxwell cometieron todo un universo de delitos penales contra ella en lugares, incluyendo la Florida, pero también en Nuevo México, en Nueva York, en las Islas Vírgenes, en Francia e Inglaterra y en aviones”.

El ex fiscal federal David S. Weinstein dijo al Miami Herald que no le sorprende que los abogados de Epstein lo aconsejaran no testificar y arriesgarse a abrirse a nuevos cargos.

“Para eso se les paga a los abogados”, dijo. “Puede parecer duro, pero todo se reduce a la autoprotección”.

La preocupación de Epstein por su posible riesgo legal estaba justificada porque casi una década después de cumplir 13 meses en una cárcel de la Florida tras su acuerdo inicial con la fiscalía, volvió a ser arrestado por cargos de tráfico sexual en Nueva York. Meses después de eso, en agosto de 2019, fue encontrado muerto en su cárcel de Manhattan y su muerte fue declarada suicidio por ahorcamiento. Maxwell quedó sola para responder por sus crímenes.

El caso de Giuffre volvió para acosar a Maxwell, ya que los fiscales federales usaron parte de su testimonio en el caso de difamación para encausarla en 2020 de cargos penales, incluido el perjurio.

Los abogados de Maxwell han argumentado que ella también estaba protegida por el acuerdo de no enjuiciamiento de Epstein, el cual protegía a “cualquier posible confabulado de Epstein” de ser procesado. Ese argumento es uno de los principales componentes de la apelación de su condena de 2021 por cinco de los seis cargos relacionados con tráfico sexual y su posterior sentencia a 20 años de prisión.

La lucha en torno al testimonio de Epstein en el caso de difamación terminó siendo discutible, ya que Giuffre y Maxwell llegaron a un acuerdo en mayo de 2017, antes de que el caso fuera a juicio. Maxwell supuestamente pagó millones a Giuffre para resolver el caso.

Nuevos documentos revelan acusaciones de otra víctima de Epstein

También el lunes, nuevos documentos revelaron controvertidas acusaciones de otra de las víctimas de Epstein, de muchas de las cuales luego se retractó.

Sarah Ransome dijo al New York Post en 2016 que tenía cintas de video de varios hombres, entre ellos Bill Clinton y Donald Trump, teniendo relaciones sexuales con niñas y mujeres jóvenes y que quería exponer la operación de tráfico sexual de Epstein.

Pero más tarde se retractó de sus declaraciones, diciendo al Miami Herald en 2019 que inventó las historias porque estaba alarmada porque los medios estadounidenses no habían investigado si Trump y Bill y Hillary Clinton estaban conectados con Epstein. Tanto Trump como Hillary Clinton eran candidatos a la presidencia en el momento en que ella hizo las declaraciones falsas.

Ransome mantuvo sus acusaciones de haber sufrido abusos sexuales por parte de Epstein y Maxwell. Prestó declaración jurada sobre haber sido víctima de tráfico como parte de la demanda civil de Giuffre en 2015. Los documentos de esa demanda se han divulgado durante la última semana de forma continua en respuesta a una acción legal presentada por el Miami Herald en 2018.

La declaración de Ransome en ese caso no ha sido desclasificada hasta ahora, pero partes de ella –incluidas fotografías– están incluidas en otros documentos hechos públicos el lunes. (El tribunal anuló más tarde las fotografías, diciendo que no deberían haberse hecho públicas).

Ransome demandó a Epstein y Maxwell en 2017. La demanda se resolvió un año después.

Clinton ha dicho previamente que no tenía conocimiento ni estuvo involucrado en ninguno de los crímenes de Epstein.

El FBI allanó la mansión de Epstein en Nueva York en 2019 y fotografió lo que parecían ser cajas de cintas de video. No está claro si fueron incautadas durante la redada. Ransome y la víctima Maria Farmer han notificado legalmente que tienen la intención de demandar al FBI por $600 millones por no investigar al traficante sexual en la década de 1990, cuando el FBI fue alertado por primera vez de que Epstein podría estar abusando de niñas y mujeres jóvenes.

Ransome, oriunda de Sudáfrica, afirmó que fue introducida en la red de Epstein por una mujer rusa a la que conoció en un club nocturno de Nueva York. Entonces tenía 22 años y buscaba trabajo mientras intentaba entrar en el Fashion Institute of Technology de Nueva York. Maxwell y Epstein se vendieron como benefactores que tenían contactos que la ayudarían a entrar en la escuela, y también le dieron un apartamento para vivir en Nueva York. Ransome escribió su libro de 2021, “Silenced No More: Surviving My Journey to Hell and Back”, sobre sus experiencias en el perverso mundo de Epstein, al que calificó de “esquema piramidal de violación”.