Documental de "Los Narcosatánicos" da voz a Sara Aldrete

CIUDAD DE MÉXICO, julio 13 (EL UNIVERSAL).- En 1989, en Matamoros se descubrió la existencia de un culto dedicado a los sacrificios humanos, tras el hallazgo, en abril, del cuerpo mutilado del estudiante texano Mark Kilroy. El resto de su cuerpo fue enterrado en el rancho Santa Elena, donde había otros 13 cadáveres.

Las víctimas eran torturadas, sus cuerpos eran parte de rituales y los restos terminaban en fosas clandestinas. El descubrimiento de esta red criminal, bautizada como "Los Narcosatánicos" estremeció al mundo.

Este culto era liderado por Adolfo de Jesús Constanzo, alias "El Padrino" o "El Brujo", un individuo de origen estadounidense-cubano.

Sara María Aldrete Villareal fue la única mujer detenida y sentenciada de la secta por esos hechos.

A 34 años de haber explotado el caso, Sara tiene una ventana para contar su historia: "La Narcosatánica", un documental de HBO Max.

Mientras muchos la señalaban de ser la amante de Adolfo, ella a la fecha asegura que sólo eran amigos. Él la admitió en su culto en 1987. Sara aprendió de la religión afroamericana Palo Mayombe, considerada una de los más oscuras en la santería.

Sara, también conocida como "La Madrina", afirma que por Adolfo sólo sentía admiración, admiración que después se convertiría en miedo. A la fecha, ella dice ser una víctima más.

En 1989 fue sentenciada por exhumación de cadáveres y delitos relacionados, le dieron seis años. Pero en un segundo juicio, en 1995, la acusaron por el homicidio de 13 personas y se quedó con una condena de 50 años que aún está pagando.

En un principio, la producción se ciñó a realizar entrevistas telefónicas con Sara mientras estaba en una prisión federal; cuando fue trasladada a la de Tepepan, en Xochimilco, pudieron acceder con una cámara.

"Fueron 15 años de estar con la historia, persiguiéndola. Es hablar sobre una mujer que lleva 34 años en reclusión, en los que así como estuvo en el caso, también ha sufrido cosas como torturas terribles y se pregunta por qué lo hizo", cuenta Ximena Urrutia, productora del documental.

"Son tres cosas las que se verán: lo que cuenta Sara por vez primera, la que le hizo la prensa y la que cuentan los expedientes. Y todas son diferentes, la idea era encontrar la verdad entre todas las historias", añade.

De acuerdo con la producción, el objetivo no es redimir a Sara. La docuserie promete rigurosidad periodística, la exposición de evidencias y la revelación de nuevos datos que no se conocieron en el pasado.