Distribución de ayuda en Gaza se dificulta por hacinamiento, escombros y falta de combustible

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Por Emma Farge y Aidan Lewis

31 oct (Reuters) - La distribución de alimentos y suministros médicos está siendo escasa en Gaza debido a la falta crónica de combustible, el saqueo de almacenes, la obstrucción de las calles con escombros de los bombardeos israelíes y el hacinamiento causado por el desplazamiento de civiles.

A pesar de un aumento del goteo de ayuda, el número de camiones de ayuda que entran en Gaza -actualmente un promedio de 14 diarios- sigue siendo ínfimo en comparación con los 400 camiones por día de tiempos normales para una población de 2,3 millones de personas, ahora desesperada por productos básicos como el pan, dicen los funcionarios de ayuda.

"El nivel de ayuda humanitaria que se ha permitido entrar en Gaza hasta ahora es completamente inadecuado y no se corresponde con las necesidades de la población de Gaza, lo que agrava la tragedia humanitaria", dijo el martes el secretario general de la ONU, António Guterres, reiterando su llamamiento a una tregua.

La Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) afirma que la irrupción el domingo de gazatíes hambrientos en uno de sus dos almacenes ha complicado su trabajo. El segundo almacén, cerca del paso fronterizo de Rafah con Egipto, también se ha vuelto más difícil de operar porque en él se refugian 8.000 desplazados.

La agencia también ha visto como 67 de sus trabajadores han muerto en Gaza desde el 7 de octubre, el mayor número de personal de la ONU fallecido en cualquier conflicto en un periodo de tiempo tan corto, dijo.

La portavoz de la UNRWA, Juliette Touma, dijo que la prioridad de la agencia era proporcionar ayuda a al menos 670.000 desplazados en 150 refugios, mientras que otra prioridad era suministrar harina de trigo a las panaderías. "Estamos muy por encima de nuestra capacidad" para tratar de hacer algo más que eso, añadió.

El número de desplazados es cuatro veces superior al que la UNRWA había previsto antes de la guerra como peor escenario posible, dijo.

Israel está bloqueando Gaza y se niega a permitir la entrada de combustible, alegando que podría ser utilizado por el grupo militante Hamás para sus objetivos militares.

"La amenaza constante de bombardeos, los escombros y la falta de combustible hacen que las carreteras sean extremadamente peligrosas e inaccesibles en muchas partes de la Franja de Gaza", dijo Jonathan Crickx, jefe de comunicaciones de UNICEF Palestina.

Aunque UNICEF está trayendo suministros médicos, "la distribución es cada vez más difícil", añadió.

La distribución es especialmente dura en el norte de Gaza, principal foco de la operación militar israelí, según los responsables de la ayuda, y algunos han interrumpido todas las entregas.

El portavoz de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Christian Lindmeier, dijo el martes que no había enviado más ayuda a los hospitales del norte de Gaza desde el 24 de octubre, alegando falta de garantías de seguridad, también señaló que una catástrofe de salud pública es inminente, ante desplazamientos masivos y los daños a la infraestructura de agua y saneamiento.

Rick Brennan, director regional de emergencias de la OMS, declaró a Reuters que con 1,4 millones de personas desplazadas en un territorio tan densamente poblado, las condiciones eran terribles.

"El saneamiento es atroz. Acabo de hablar con una colega de la UNRWA y me ha dicho que las condiciones de vida son infrahumanas".

(Reporte adicional de Gabrielle Tetrault-Farber, Michelle Nichols, Humeyra Pamuk y Simon Lewis. Editado en español por Aida Peláez-Fernández)