La discriminación por el peso corporal es legal y Nueva York se pregunta si debe cambiarlo

El concejal Shaun Abreu, que representa a parte del norte de Manhattan, en Nueva York, el 28 de marzo de 2023. (Brittainy Newman/The New York Times)
El concejal Shaun Abreu, que representa a parte del norte de Manhattan, en Nueva York, el 28 de marzo de 2023. (Brittainy Newman/The New York Times)

NUEVA YORK — Victoria Abraham ha atraído a una base enorme de seguidores como una autoproclamada activista de los gordos que predica la positividad corporal y denuncia los prejuicios. Pero tras licenciarse el año pasado en Políticas Públicas por la Universidad de Nueva York, no puede evitar preguntarse si su búsqueda de empleo se verá obstaculizada por su talla.

Abraham no oculta el hecho de tener sobrepeso, de hecho, en su foto de perfil de LinkedIn pone una imagen de cuerpo completo para que los posibles empleadores sepan a quién están pensando contratar.

“Hay una percepción de que eres flojo o no puedes hacer el trabajo”, afirmó. “La gente ni siquiera se da cuenta de que tiene ese sesgo”.

Abraham formaba parte de un grupo de personas que recientemente testificaron a favor de un proyecto de ley que en la ciudad de Nueva York prohibiría la discriminación en el empleo, la vivienda y el acceso a alojamientos públicos basada en el peso o la estatura de una persona. Aunque el proyecto de ley no se ha sometido a votación, cuenta con el apoyo de la mayoría del ayuntamiento, con 34 copatrocinadores de los 51 miembros, y podría aprobarse en mayo.

El alcalde Eric Adams, un demócrata que en 2020 publicó un libro sobre su pérdida de 16 kilogramos con una dieta vegetariana, dijo el miércoles que apoyaba el proyecto de ley y que seguía revisando los detalles.

“Nunca debemos tratar a la gente de manera diferente por su peso”, declaró Adams en una conferencia de prensa en el ayuntamiento.

Victoria Abraham, una activista de los gordos que testificó en una audiencia del Ayuntamiento de Nueva York en apoyo de un proyecto de ley contra la discriminación, en Nueva York, el 28 de marzo de 2023. (Brittainy Newman/The New York Times)
Victoria Abraham, una activista de los gordos que testificó en una audiencia del Ayuntamiento de Nueva York en apoyo de un proyecto de ley contra la discriminación, en Nueva York, el 28 de marzo de 2023. (Brittainy Newman/The New York Times)

Esta iniciativa forma parte de una creciente campaña nacional contra la discriminación por razón de peso, en la que legisladores de Nueva Jersey y Massachusetts están estudiando medidas similares para prohibir esta práctica. Los estados de Míchigan y Washington ya la prohíben, al igual que algunas ciudades, como Madison, Wisconsin, y Washington D. C.

El promotor del proyecto de ley neoyorquino, Shaun Abreu, concejal del norte de Manhattan, contó que había subido 18 kilogramos al principio de la pandemia y notó un cambio en cómo la gente lo trataba. Por ejemplo, alguien le tocó la panza y le dijo que estaba engordando.

Pero fue la experiencia de Abreu como abogado y su familiaridad con la legislación laboral lo que lo impulsó a presentar el proyecto de ley contra la discriminación por peso, en colaboración con la Asociación Nacional para el Avance de la Aceptación de la Gordura, un grupo de defensa sin fines de lucro fundado en 1969.

“Cómo te ves no debería impactar tu habilidad para conseguir un trabajo”, comentó Abreu en una entrevista. “Debemos aceptar la positividad corporal y la inclusión. Es muy importante que la gente se sienta cómoda”.

Pero algunos republicanos y líderes empresariales tienen dudas sobre la legislación. Kathryn S. Wylde, presidenta de Partnership for New York City, un grupo de defensa empresarial, dijo que el ayuntamiento debía aportar documentación que demostrara que la discriminación por peso era un “problema significativo” en la ciudad.

“Se trata de otro mandato más en el que la aplicación se hará principalmente mediante litigios, lo que impone una carga a los empleadores, los reguladores y los tribunales”, afirmó.

Joseph Borelli, líder de la minoría en el ayuntamiento y republicano, dijo que le preocupaba que el proyecto de ley “diera poder a la gente para demandar a cualquiera y a todo”. Borelli ha publicado en las redes sociales sobre su cruzada para perder peso.

“Tengo sobrepeso, pero no soy una víctima”, sostuvo. “Nadie debería sentirse mal por mí, salvo los botones en aprietos de mi camisa”.

Algunos de los partidarios del proyecto de ley se han preguntado si la propia experiencia del alcalde con la pérdida de peso y su evangelización sobre su dieta mayoritariamente vegana y su rutina de ejercicios podrían hacerlo menos proclive a entender estas preocupaciones. El miércoles, Adams le restó importancia a cualquier discriminación que pudiera haber sufrido cuando tenía sobrepeso.

“Incluso cuando pesaba más, de todos modos era un tipo muy atractivo”, comentó entre risas.

La portavoz del concejo, Adrienne Adams, no ha dicho si apoya el proyecto de ley ni cuándo programaría su oficina una votación. Su portavoz, Mandela Jones, dijo en un comunicado que “a nadie se le deben negar oportunidades de trabajo, vivienda u otros aspectos esenciales a causa de sus atributos físicos”.

Los legisladores estatales de Nueva York también están estudiando una ley contra la discriminación por el peso, con el apoyo de Brad Hoylman-Sigal, senador estatal que preside la comisión judicial, y del poderoso Sindicato de Minoristas, Mayoristas y Grandes Almacenes. Hoylman-Sigal, quien dijo tener esperanzas de que la legislatura apruebe la ley estatal este año, contó que se interesó en el tema después de ver cómo a su hija de 12 años le afectaban las discusiones sobre belleza en TikTok.

“En realidad, esto fue en respuesta a algunas observaciones personales y a cómo las redes sociales están dando forma a su punto de vista en torno a la imagen corporal”, expresó.

Hoylman-Sigal confesó que también le preocupaban los empresarios que les piden fotografías a los candidatos a un puesto de trabajo y si ello podría dar lugar a discriminación, algo por lo que el alcalde fue criticado el año pasado.

El proyecto de ley del ayuntamiento prohíbe también la discriminación por razón de estatura y otro proyecto prohíbe la discriminación de las personas con tatuajes. La propuesta establece una excepción para los empleadores que tengan una razón “profesional de buena fe” para tener en cuenta el peso o la estatura y para las situaciones en las que exista una preocupación por la salud y la seguridad públicas. Algunos empleos, como el de policía o bombero, exigen requisitos físicos como correr contrarreloj, superar una barrera de 2 metros o arrastrar una manguera.

Según el proyecto de ley, las quejas por discriminación de peso serían investigadas por la Comisión de Derechos Humanos de la ciudad, que ya se ocupa de las denuncias por raza, sexo y embarazo.

Jennifer Shinall, profesora de Derecho de la Universidad de Vanderbilt que estudia la discriminación por razón de peso, dijo que los litigios demuestran que los prejuicios pueden ser explícitos o implícitos. Por ejemplo, los colegas se burlan abiertamente de alguien por su peso o les dicen algo bajo el pretexto de estar preocupados; comentarios que a menudo son legales bajo la ley federal, indicó.

“Mucha de esta discriminación también es implícita y no necesariamente verbal, y parece que se produce en el momento de la contratación”, dijo. “Sabemos que la discriminación por razón de peso es la peor en las ocupaciones de cara al cliente, como en las ventas o cualquier otra actividad que tenga que ver con el público”.

En la audiencia celebrada en febrero por el ayuntamiento para debatir el proyecto de ley, varios neoyorquinos hablaron de las dificultades a las que se han enfrentado a causa de su peso. Abraham declaró que los torniquetes del metro eran demasiado estrechos para que ella pudiera pasar con facilidad y que los pupitres de la Universidad de Nueva York eran demasiado pequeños para ella, lo que le impedía tomar apuntes durante las clases. Ahora también está preocupada por como le irá a la hora de buscar un empleo.

“Me licencié con honores y tengo todas las cualificaciones, pero me aterroriza intentar conseguir un trabajo ahora mismo”, afirmó Abraham en una entrevista.

c.2023 The New York Times Company