No le digo a nadie lo que tiene que hacer, así es el liderazgo del mejor pitcher de los Marlins

Sandy Alcántara nunca ha pedido una reunión. Jamás ha elevado la voz ni levantado su dedo punzante contra algo o alguien. El dominicano es de esos que gusta de marcar el paso con su actitud y ejecutoria personal. Su liderato es de esos que se ejerce con el ejemplo.

El Cy Young de la Liga Nacional llegó este jueves al campamento de los Marlins en Jupiter y desde que puso un pie en el clubhouse todo el mundo prestó atención y el aire se hizo un poco más grave en los momentos en que realizaba su primera sesión de bullpen.

“No le digo a nadie lo que tengo que hacer’’, expresó el derecho.

El que quiera seguirme, que me siga. Hago mis cosas en el gimnasio para que todos las vean. No son rutinas complicadas. Si quieres mejorar y tener éxito, puedes hacer lo que tu quieras. Para mí fue duro al principio, pero ya estoy acostumbrado. Todo el que quiera seguir un líder solo debe seguir su paso’’.

Pero no es fácil seguir el paso de Alcántara, quien regresó al gimnasio tan pronto como el 25 de octubre y solo se tomó dos semanas en diciembre para visitar a su familia en la República Dominicana antes de retornar a los entrenamientos en varios terrenos de Miami.

Desde la temporada pasada ya todos hablaban del ritmo intenso de trabajo de Alcántara y de sus rutinas de trabajo, al punto que el entonces manager del club, Don Mattingly, elogiaba su ética de trabajo como una de las mejores y sólidas que había contemplado en su carrera de pelotero y dirigente.

“Yo duro dos horas y media en el gimnasio, haciendo lo mismo con seis repeticiones de a 15’’, explicó el as dominicano.

“No solo lo decía [Mattingly] sino mis compañeros, los rivales. Se ha corrido la voz. Es algo que yo hice y pienso que cualquier otro jugador joven que quiera hacerlo lo puede hacer. Edward Cabrera también está siguiendo ese camino y se le ven los resultados’’.

Alcántara redondeó un 2023 mágico al conquistar el premio Cy Young como mejor lanzador de la Liga Nacional para cimentar su estatus como uno de los mejores en el montículo de los últimos tiempos, y sentar las bases para muchos reconocimientos más en el futuro.

Con 27 años, Alcántara se convirtió en el primer pelotero de los Marlins en capturar el premio y se unió a José Fernández (2013), Dontrelle Willis (‘05) y Kevin Brown (1996) como los únicos finalistas en la historia del club.

Igualmente, es el tercer lanzador de origen dominicano en apoderase de un Cy Young junto con Bartolo Colón en el 2005 y el legendario Martínez en el 2000, 1999 y 1997.

En 32 salidas el año pasado, Alcántara registró efectividad de 2,28 (la segunda mejor en la Nacional) con máximos de entradas (228.23) y juegos completos (seis), ambas marcas la mayor cantidad en las Mayores en seis años lo que le valió la frase de “lanzador de la vieja escuela’’.

“Eso [el Cy Young] lo gané yo hace un año ya’’, apuntó Alcántara. “Tengo que olvidarlo. Eso pasó. Este es año nuevo y tengo que enfocarme. Si se puede ganar este año intentará ganarlo con la misma disciplina, la misma dedicación y el mismo trabajo duro’’.

Quiero que los jugadores entiendan que estamos aquí para ganar, ¿cuál es la filosofía de Skip Shumaker?

Cuando los Marlins celebraron el jueves su primer entrenamiento oficial de la primavera, por supuesto todos los ojos estaban puestos en la estrella del pitcheo abridor durante su sesión de bullpen, que viene a ser el paso inicial hacia la defensa de su título para la temporada 2023.

Lo interesante es que muchos analistas consideran que todavía Alcántara no ha alcanzado el máximo de su talento y que su capacidad de trabajo en lo físico y lo mental podrían llevarlo a un estado superior de dominio en las venideras temporadas.

“Es realmente bueno”, aseguró el receptor Jacob Stallings, quien estuvo detrás del plato para todos los lanzamientos de Alcántara la contienda anterior.

“Obviamente estuvo fenomenal el año pasado. Me llevó por un camino que será uno de los mejores momentos de mi carrera”.