Dignidad, libertad, igualdad y justicia para todas las personas

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Diciembre es un mes emblemático para la lucha por los derechos humanos, pues nos recuerda que la humanidad es capaz de actuar y llegar a acuerdos básicos frente a la barbarie y la crueldad, como sucedió el 10 de diciembre de 1948, con la aprobación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

A 75 años de este hito histórico y ante la crisis global de derechos humanos, de la que México no es excepción, resulta más que necesario conmemorarla. Para recordar por qué es necesario asegurar este acuerdo compartido de exigencias éticas, que configuran un proyecto de humanidad y reconocen la dignidad y condiciones de vida indispensables para el desarrollo integral de todos los seres humanos, por el puro hecho de ser humanos.

También para reiterar que su respeto exige, además del compromiso colectivo, el cumplimiento de obligaciones jurídicas para los Estados como titulares de los deberes de proteger (impedir que actores no estatales y/o actores estatales que actúan de manera ilegal, dañen, vulneren y/o violenten los derechos humanos, y en su caso, sean sancionados); de respetar (abstenerse de interferir en el disfrute de los derechos y no violar derechos, por acción u omisión), y de cumplir (adoptar medidas positivas para el ejercicio de los derechos de las personas y grupos).

Y para reafirmar que los derechos humanos son resultado de procesos de lucha y de conquistas sociales de pueblos y grupos. No son dádivas ni concesiones; son derechos exigibles plasmados en el derecho internacional y en las leyes nacionales, que establecen estándares de cumplimiento.

Este 18 de diciembre también se conmemora el Día Internacional del Migrante, por lo que es indispensable reiterar la grave situación de violación a sus derechos humanos ante la inacción, la incapacidad, la complicidad, la aquiescencia e incluso indolencia de los Estados, que incumplen sus obligaciones establecidas en el derecho internacional de los derechos humanos y violan el principio de no discriminación.

Los perfiles sociales y trayectos migratorios de las personas y núcleos familiares en contexto de movilidad humana son muy diversos, pero las causas que originan su movilidad tienen en común la falta de acceso a derechos en sus lugares de origen. Por ello, aunque algunas personas no se ajusten a la categoría formal de refugiado, según el derecho internacional de refugio y la legislación nacional, ello no significa que no sean sujetos de derechos y no excluye de obligaciones jurídicas a las autoridades.

En México, diversos actores civiles, como la Redodem, hemos documentado los distintos riesgos, abusos y violaciones a derechos humanos que enfrentan las personas migrantes, la mayoría en tránsito hacia y/o en búsqueda de asilo en Estados Unidos.

La mecánica de contención con la que opera la gestión migratoria actual, que produce distintos tipos de violencia (retenes, detenciones arbitrarias, operativos de “limpieza social” en campamentos de migrantes, deportaciones fast track a los países de origen, etc.); la ausencia de alternativas de regularización temporal, prácticas corruptas y abusivas de agentes migratorios y otros funcionarios (extorsiones, destrucción de documentos de identidad o visas humanitarias, prohibición de venta de pasajes, etc.), entre otros eventos, han precarizado aún más las condiciones en las que realizan sus viajes (encima de vagones, hacinados en cajas de tráiler, etc.), obligándoles a viajar en la clandestinidad, por rutas más peligrosas y controladas por la criminalidad, y ha aumentado el riesgo a que sean víctimas de graves delitos (homicidio, secuestro, trata de personas, desapariciones, etc.) que suelen quedar en la impunidad.

El incumplimiento de deberes jurídicos en derechos humanos por parte de las autoridades mexicanas, en sus tres órdenes de gobierno, ha provocado en los últimos años una crisis humanitaria y de derechos humanos que se extiende por todas las regiones del país y afecta a miles de seres humanos. Urge reforzar nuestra capacidad de actuar como humanidad, para que miles de seres humanos no sean descartados.

@RedodemMX