Las cosas difíciles las hago ver fáciles. Pelotero cubano disfruta como pocos el beisbol de Grandes Ligas

Randy Arozarena es mucho más que carisma y atracción. El cubano juega tan duro como nadie en las Grandes Ligas, pero su producción en cualquier ángulo del béisbol no puede ser pasada por alto, cuando está muy cerca de sumar su tercera temporada con 20 o más cuadrangulares y ya tiene 20 bases robadas.

El pelotero de Pinar del Río es fuego y huracán, como bien lo demostró en el juego del domingo contra los Yankees, cuando pensó que le habían propinado un pelotazo intencional y debía enviar un mensaje sobre el tema: ya es suficiente.

No es ni por asomo la única razón, pero no por gusto la emergencia de los Rays está vinculada al crecimiento de Arozarena y su forma de vivir el béisbol que le ha convertido, sin lugar a dudas, en una estrella donde se reflejan sus raíces cubanas y su amor por las mexicanas.

De vuelta al loanDepot park con Tampa Bay para una serie contra los Marlins, Arozarena conversó con la prensa sobre los inolvidables días del Clásico Mundial, su temporada y el secreto de su equipo para mantenerse no solo en la pelea, sino por encima de los históricos pesos pesados del Este en la Liga Americana.

Muy cerca de tu tercera temporada 20-20, ¿cómo valoras este momento?

“Creo que bien. He podido producir y ayudar al equipo a ganar que es lo más importante. Es una temporada en la que me puse como meta de pegar 20 jonrones o más y robar más de 20 bases para tener así una tercera campaña consecutiva 20-20 y mantener esa constancia’’.

¿Cómo es el proceso de fijarte una meta así?

“Depende de la situación. Si puedo hacer una hazaña o algo trato de trabajar para ese objetivo, pero siempre voy día por día, juego por juego, porque no hago planes para una temporada. Mientras va avanzando es que me proyecto para cumplir ciertas metas’’.

¿Qué orgullo te da, por ejemplo, saber que eres un robador de bases?

“Esa es una de mis características por mi físico, por lo que trabajo fuera del campo para poder explotar mis herramientas y contribuir a cualquier victoria, contribuir con el equipo. Eso es bueno. Que yo llegue a una base y me pueda robar otra. Puede que un compañero mío produzca una carrera y eso es beneficioso para el equipo’’.

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En julio tuvieron un bajón, pero ya han mejorado, ¿cómo hicieron?

“Seguir trabajando y mantenernos firmes. La confianza que teníamos al principio de temporada. Seguir con esa mentalidad hasta el final, porque es una temporada muy larga. Para nadie es un secreto que fue un mes de julio bajo para todos, pero seguimos confiando en el proceso, en lo que hacíamos al principio y nos recuperamos’’.

A pesar de perder a figuras clave, Tampa sigue en la pelea.

“Todo el mundo se enfoca en hacer las cosas bien y cuando eso pasa todos contribuimos al trabajo del equipo. Eso es lo que estamos haciendo, todos aportan su granito de arena y eso se refleja en el equipo’’.

Eres de los que más alegre juega al béisbol.

“Es un juego y como tal trato de divertirme al máximo para que las cosas me salgan bien. De eso se trata. Los fanáticos también me ayudan, porque ellos me transmite alegría y yo se las devuelvo. Me siento bien y por eso las cosas difíciles las hago ver fáciles’’.

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¿Alguna motivación especial por jugar en Miami?

“Me siento como en casa delante de la comunidad latina y cubana. Como en Cuba. Aquí también fue el Clásico Mundial que fue bueno para mí y la selección mexicana. Represento a mi tierra, a México y a todos los latinos. Es bueno ver mucha comunidad aquí que habla español’’.

¿Con qué recuerdos te quedas del Clásico?

“Con toda la afición. El apoyo que me brindó la comunidad cubana, así como la mexicana. Fui muy bonito sentirla aquí en Miami. Aunque perdimos con Japón siempre estuvo el apoyo a mi equipo y a mi principalmente’‘.