Diez años después de la masacre yihadista, ‘Charlie Hebdo sigue aquí’
El martes, el presidente francés, Emmanuel Macron, y la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, rendirán homenaje a las víctimas de los atentados de inspiración islamista contra Charlie Hebdo y el supermercado judío Hypercacher, que sumieron a Francia en el horror hace diez años.
En la mañana del 7 de enero de 2015, los hermanos Chérif y Saïd Kouachi irrumpieron en las oficinas del semanario satírico Charlie Hebdo, acribillando a sangre fría a 12 personas, entre ellas ocho miembros de la redacción, y luego a un policía, Ahmed Merabet, en su huida.
Los dos hermanos franceses de origen argelino, que habían jurado lealtad a Al Qaeda en la Península Arábiga, pretendían “vengar al Profeta”, cuyas caricaturas había publicado el periódico satírico en 2006 y que habían sido consideradas ofensivas en el mundo árabe-musulmán. Cinco caricaturistas -Cabu, Charb, Honoré, Tignous y Wolinski- fueron algunas de las víctimas.
Chérif y Saïd Kouachi murieron tiroteados dos días después por la policía cuando se encontraban escondidos en una imprenta de Dammartin-en-Goële (Seine-et-Marne, en las afueras de París).
El mismo día, cuatro clientes judíos de una tienda Hypercacher de Porte de Vincennes, en el este de la capital, fueron asesinados por Amedy Coulibaly, un yihadista que afirmaba pertenecer a la organización Estado Islámico (EI) y que ya había matado a tiros a una policía municipal el día anterior en Montrouge (Hauts-de-Seine), al sur de París.
“La sátira tiene una virtud que nos ha ayudado en estos años trágicos: el optimismo”, escribe Riss en su editorial. “Si quieres reír, es porque quieres vivir. La risa, la ironía y la caricatura son expresiones de optimismo. Pase lo que pase, dramático o feliz, el deseo de reír nunca desaparecerá”.