¿Qué hay detrás de la decepción de Meloni por los nombramientos de altos cargos de la UE?

¿Qué hay detrás de la decepción de Meloni por los nombramientos de altos cargos de la UE?

La semana pasada, la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, se opuso al acuerdo sobre los altos cargos de la UE y se abstuvo en la votación sobre la candidatura de la actual presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

Argumentó que el pacto tenía problemas tanto de "método como de mérito". Hablando ante el Parlamento italiano, dijo que la decisión parecía "antidemocrática" ya que no tenía en cuenta el voto del pueblo.

Con el doble "no" a Kallas y Costa, han surgido dudas tanto en Bruselas como en Roma sobre si la actitud de Meloni podría aislar a Italia. Algunos analistas han sugerido que podría ser una forma de ganar tiempo. A solo un par de semanas de la votación sobre el puesto más poderoso de la UE, le preguntamos al líder del partido Hermanos de Italia en la Cámara Baja sobre la postura de Giorgia Meloni.

"El objetivo de los nombramientos de los altos cargos de la UE es reconocer el mensaje que ha surgido de las encuestas, que dice que tanto las políticas de Macron como las de Scholz han sido rechazadas por los votantes", explica Tommaso Foti.

Un gobierno elegido democráticamente en lugar de un gabinete tecnocrático es lo que Giorgia Meloni ha defendido desde antes de ser nombrada primera ministra, y es uno de los principios fundamentales de su Gobierno político.

Las decisiones se toman en la cúpula

Esta vez, sin embargo, el debate sobre "decisiones que sólo las toma un pequeño grupo de personas" se refiere a lo que ha estado sucediendo dentro de las instituciones de la UE. Enzo Moavero Milanesi, ex ministro de Asuntos de la UE durante el Gobierno de Monti, dice a 'Euronews' que Italia no corre el riesgo de acabar aislada en la UE.

Pero está claro que bajo Meloni, tras la reciente victoria en las elecciones de la UE, el Gobierno italiano quiere ser visto y escuchado más que en años anteriores. El lema "Italia y los italianos primero" es una de las principales promesas políticas que Meloni siempre ha querido cumplir.

Parece que, a los ojos de Hermanos de Italia, Bruselas tiene que reconocer que el giro político hacia la derecha se está produciendo en Europa por la voluntad del pueblo. Como explica Foti, "no vemos por qué deberíamos seguir creyendo en la existencia del eje franco-alemán cuando ya ha sido demolido por los votantes de ambos países".

Meloni quiere mostrar que Italia tiene voz en Europa

Según Moavero Milanesi, Meloni sigue una estrategia política y eso es lo que cuenta. "La pelota está en el tejado de la primera ministra italiana. La forma en que se eligen las instituciones de la UE es muy diferente de la forma en que funcionan las elecciones nacionales", afirma Milanesi, añadiendo que en el caso de Meloni, ella también es la presidenta del grupo político ECR en el Parlamento Europeo. Entonces, cuando se trata de decidir los nombramientos de altos cargos en la UE, los dos roles tienen un impacto en la estrategia que ella elija.

En otras palabras, según Milanesi, muchos factores diferentes pueden determinar las decisiones del Gobierno italiano en Europa. Todos ellos cuentan a la hora de forjar una estrategia política. El resultado de las elecciones francesas también es otro elemento de la mezcla, como señala el analista político Roberto Arditti: "Aclarará aún más cuán fuertes son los partidos de derecha en toda Europa dentro de los Gobiernos nacionales", dice Arditti a 'Euronews'.

Aunque Le Pen y Meloni tendrían que llegar a un acuerdo con sus diferencias políticas, Arditti continúa: "Es difícil pensar que los equilibrios de poder en Bruselas excluirán tanto al Gobierno francés como al italiano si ambos tuvieran una mayoría de derecha".

Sobre todo, además de la saga de nombramientos para los principales puestos de la UE y la decepción italiana que siguió, Meloni se está centrando en una cosa: asegurar un puesto de alto nivel en la Comisión para Italia. Sin él, será difícil para su Gobierno mostrar a los votantes italianos que Roma realmente tiene voz en Europa.