¿Qué determina el sexo biológico? No sólo son los cromosomas
No hay un estudio público y confiable sobre los cromosomas de la boxeadora argelina Imane Khelif y la taiwanesa Lin Yu-Ting, pero la falsa idea de que no son mujeres por tener cromosomas “XY” es uno de los dichos que se han utilizado para perpetrar un discurso de odio y desinformación contra ellas.
La médica Genetista, Ana Cecilia Jara, y la doctora en Genética Humana, Jessica Noemi Mundo, nos explicaron que los cromosomas no son lo único que determina el sexo biológico y que existen variaciones de la diferenciación sexual biológica, que comúnmente se piensa como binaria (hombre-mujer).
Por lo general, las mujeres tienen dos de los mismos cromosomas sexuales, que se escriben como XX. Los hombres tienen un cromosoma X y un cromosoma Y, que se escriben como XY. Sin embargo, hay variaciones genéticas que incluyen síndromes en donde las características físicas no coinciden con los cromosomas sexuales que se poseen.
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Los cromosomas XX / XY
Según el Instituto Nacional de Investigación del Genoma Humano, un cromosoma “es la estructura que alberga al ADN en la célula”. Los humanos tenemos 23 pares de cromosomas, de los cuales un par son los cromosomas sexuales: X e Y.
La doctora Ana Cecilia nos explicó que el sexo biológico no se define nada más por los cromosomas, sino que hay tres aspectos que se deben tomar en cuenta:
Cromosomas: XX / XY.
Gónadas: ovarios / testículos.
Genitales: vagina y vulva / pene.
Lo más común en el sexo biológico de mujeres es que tengan XX, ovarios, vagina y vulva. En los hombres que tengan XY, testículos y pene. Pero este no siempre es el caso.
Existen variantes de la diferenciación sexual, nos contó la Médica Genetista, en donde puede existir discordancia entre estos tres factores.
Las alteraciones del desarrollo sexual afectan aproximadamente a uno en cada 4,500 personas
De acuerdo con un artículo publicado en los Institutos Nacionales de Salud (NIH), las alteraciones del desarrollo sexual (DSD) son condiciones en las que una persona tiene un sexo cromosómico, gonadal o físico que no es típico.
Esto puede causar diferencias en el desarrollo de los órganos sexuales y en cómo se presentan físicamente.
La doctora Jessica Mundo destacó que la determinación sexual está dada por los cromosomas, mientras que la diferenciación sexual está regida por las hormonas, y que existen síndromes en donde hay discordancia entre estos.
Nos puso de ejemplo el síndrome de Swyer, en el cual se presentan órganos genitales femeninos pero los cromosomas sexuales son XY. La persona tiene útero, trompas de Falopio y vagina, pero los ovarios no son funcionales. En este caso, ni siquiera implica que haya una mayor producción de testosterona en la mujer.
La Organización Nacional de Enfermedades Raras dice que aunque la incidencia exacta se desconoce, el síndrome de Sawyer —o disgenesia gonadal completa— sucede aproximadamente en uno de cada 80 mil nacimientos. Y si se combina con la disgenesia gonadal parcial sucede en uno de cada 20 mil.
También nos contó la doctora Mundo sobre el síndrome de La Chapelle, en donde un varón tiene cromosomas sexuales XX.
Según la Asociación Española de Pediatría es una alteración de la diferenciación sexual que afecta a uno de cada 20 mil hombres y “representa el 2% de los casos de infertilidad masculina”.
Estos son sólo unos ejemplos, pero según la NIH es difícil de determinar la incidencia exacta de los trastornos del desarrollo sexual (DSD) debido a la complejidad en la clasificación clínica.
Se estima que afecta a 1 en 4,500 a 5,500 recién nacidos, con una incidencia más alta cuando se consideran todas las anomalías genitales congénitas, llegando a una en cada 200 personas.
El problema con las “pruebas de género”
La desinformación sobre el género de las boxeadoras Imane Khelif y Lin Yu-Ting,
se hizo viral después de que la Asociación Internacional de Boxeo (IBA) argumentó que en 2023 les realizaron “pruebas biológicas”. Aunque no dijeron cuáles, ni transparentaron los resultados, la IBA dijo que ambas tienen cromosomas “XY” y que por eso las descalificaron en 2023.
El Comité Olímpico Internacional (COI) calificó la decisión del IBA como arbitraria y afirman que “fue tomada sin ningún procedimiento adecuado”, por lo cual el COI ya no reconoce a esta asociación.
Al respecto, la doctora Jessica recordó que estas pruebas presentan un problema ético ya que la información genética es personal y nadie puede obligarte a dar a conocer estos datos personales, a menos que sea por una orden judicial.
Además, la doctora Ana Cecilia mencionó que una prueba de sangre para ver los cromosomas no sería suficiente para dictaminar el sexo biológico, ya que pueden haber variantes.
Se tendría también que hacer un ultrasonido de gónadas, para ver si hay ovarios —o revisar si hay testículos—, y una revisión ginecológica o urológica para ver los genitales.
Estos exámenes son invasivos, por lo cual el COI estableció en sus lineamientos sobre equidad, inclusión y no discriminación que las pruebas para determinar la elegibilidad de género “no deben incluir exámenes ginecológicos u otros exámenes físicos invasivos similares”.
La doctora Jara también plantea que hay muchos deportistas que pueden tener variaciones genéticas y que eso no los limita de competir.
Por ejemplo, dice que probablemente muchas gimnastas puedan tener “mutaciones en sus genes de colágeno”, lo cual las hace más flexibles. O los brazos largos de Michael Phelps, por los cuales lo han acusado de tener una mutación genética llamada el síndrome de Marfan, aunque tampoco se ha confirmado esto.
“¿Hasta cuáles variantes sí van a aceptar o entran dentro de lo que queremos poner como ‘normal’? Todos podemos tener ciertas variantes que obviamente pueden dar una ventaja competitiva”, plantea la doctora.
Así que para determinar el sexo biológico no es suficiente con ver los cromosomas, ya que existen alteraciones del desarrollo sexual que puedan hacer que haya discordancia entre los cromosomas, las gónadas —ovarios y testículos— y los genitales.
Vale la pena señalar que este análisis únicamente se refiere al sexo biológico asignado al nacer que, como ya mencionamos, se centra en las características cromosomas, gónadas y genitales.
Sin embargo, el género y la identidad de género son conceptos distintos pues engloban el conjunto de ideas, comportamientos y atribuciones sociales; así como una vivencia interna e individual del género. En esta otra nota te explicamos más al respecto.
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