La detención de una mujer en el ginecólogo hace que los inmigrantes no busquen asistencia sanitaria

Muchas mujeres inmigrantes casi olvidan que necesitan asistencia sanitaria, y pasan por alto bultos en sus pechos o soportan dolor crónico porque les da miedo acudir al médico, algo que cuesta dinero a los contribuyentes cuando enferman de verdad.

(Foto: Getty Images)

El pasado 3 de septiembre, Blanca Borrego, de Houston, asistió a la cita que tenía concertada con su ginecólogo en la clínica Memorial Hermann Northeast Women’s Healthcare. Dos de sus hijos pequeños la acompañaban.

A Borrego la atendió el mismo ginecólogo hace un año por un dolor abdominal, cuya causa resultó ser una cistitis. Ahora, volvía a visitar a su ginecólogo para realizarse su revisión rutinaria.

Después de tres horas de espera, finalmente la hicieron pasar a la sala de reconocimiento, donde la esperaban asistentes del Sheriff del condado de Harris, que detuvieron a Borrego, una inmigrante ilegal que llevaba viviendo en el país doce años más de los que le permitía su visado.

Al registrar las pertenencias de Borrego encontraron una tarjeta de la Seguridad Social falsificada, lo que hizo que se presentaran cargos criminales contra ella, por falsificar documentos oficiales. La fianza de Borrego se ha fijado en 35,000 dólares, que su familia no puede pagar, y ahora se enfrenta a una posible deportación.

El Texas Observer informa que si bien el permiso de conducción que Borrego presentó en la clínica para identificarse era falso, no se sabe cómo pudieron averiguarlo los empleados, ni por qué decidieron avisar a las fuerzas de seguridad por ello.

“La vamos a llevar al centro de la ciudad porque ha presentado un documento de identificación falso”, dijo la policía a la hija mayor de Borrego mientras se llevaban a su madre de la clínica esposada. Además, le dijo “La vamos a deportar”. La hija menor de Borrego, de tan solo ocho años, rompió a llorar, según informa el Houston Press.

En un informe sobre la atención médica a los inmigrantes ilegales publicado por el American College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG) en marzo de este mismo año, la organización indicó explícitamente su apoyo a la creación de “un paquete de cuidados sanitarios básicos para todas las mujeres que residan en los Estados Unidos, sin importar su país de origen ni su documentación”.

Aproximadamente 11,3 millones de personas viven en Estados Unidos de forma ilegal, y las mujeres representan el 47% de esa cifra.

“La llevaron a la sala de reconocimiento únicamente para arrestarla”, dijo Clarissa Guajardo, la abogada de Borrego, al Houston Press. “Estoy muy molesta con esto. Creo que es una violación de las leyes recogidas en HIPPA”.

Dado que los inmigrantes ilegales tienen más difícil acceder a un seguro médico que cualquier otro residente de Estados Unidos y quedan excluidos de la cobertura del Affordable Care Act y de Medicaid, esta población, especialmente los inmigrantes ilegales de origen latino, suelen visitar mucho menos al doctor que el resto de la población. Esto provoca muchos ingresos de urgencia relacionados con partos, que generan unos gastos que paga el contribuyente. Esto hace que mucha gente opine que sería más rentable económicamente garantizar que todos los ciudadanos tengan acceso a la asistencia sanitaria sin importar sus documentos de inmigración.

Ana Rodríguez DeFrates, de la Texas Latina Advocacy Network, dijo en unas declaraciones que la detención “infringe aspectos serios sobre la privacidad del paciente y los derechos humanos de las mujeres inmigrantes de Texas”.

“Lo triste es que muchas mujeres inmigrantes de Texas, y de todo el país, prácticamente han olvidado que necesitan asistencia sanitaria, pasan por alto bultos en sus pechos y soportan dolores crónicos, porque las clínicas o bien son inaccesibles o bien las ponen en riesgo de ser deportadas”, dice.

“Es una crisis humanitaria continuada, y la detención de Blanca Borrego arroja luz sobre las luchas que deben lidiar las mujeres inmigrantes, a quienes se les niegan a diario los permisos de conducir, una asistencia médica asequible y otros derechos humanos y civiles básicos”.

Por su parte, el comité de opinión del ACOG dejó claro, al respecto, que consideran que los profesionales sanitarios pueden y deben jugar un papel importante a la hora de ayudar a la sociedad a comprender la importancia de las ventajas generales del acceso a la sanidad universal para todos los residentes de Estados Unidos, sin importar su documentación.

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Jennifer Gerson Uffalussy
Redactora colaboradora