Detectives de eficiencia ayudan a edificios de Miami-Dade a reducir la factura eléctrica

El icónico edificio de oficinas de 550 de Biltmore Way preside el horizonte de Coral Gables desde 1986 y en la cúspide de la pirámide dos enormes unidades de aire acondicionado de 180 toneladas llevan enfriando el aire del interior desde que se inauguró hace cuatro décadas.

Estas máquinas anticuadas, que funcionan con menos eficiencia que los modelos más nuevos, pueden incrementar en miles de dólares la factura anual de los servicios públicos de un edificio, sobre todo en un año en el que se prevé batir récords de calor en el sur de la Florida; además, consumen más energía, lo que aumenta las emisiones de carbono y contribuye al cambio climático.

“Los enfriadores trabajaron mucho este verano”, dijo Isel Morfa, ingeniero del edificio.

El edificio de oficinas piramidal del 550 de Biltmore Way es una pieza reconocible del horizonte de Coral Gables. En diciembre, las estatuas de leones que montan guardia en la entrada del edificio suelen llevar gorros de Santa Claus.
El edificio de oficinas piramidal del 550 de Biltmore Way es una pieza reconocible del horizonte de Coral Gables. En diciembre, las estatuas de leones que montan guardia en la entrada del edificio suelen llevar gorros de Santa Claus.

Para averiguar hasta qué punto han estado funcionando los enfriadores y cuánto podrían ahorrar los propietarios del edificio si los mejoraran, el ingeniero industrial de la Universidad de Miami, Ibrahim Ahmed, subió en el ascensor con paneles de nogal del edificio art deco hasta la última planta, salió a una terraza con vistas a Biltmore Hotel y subió una escalera para llegar a los paneles eléctricos situados junto al ruidoso zumbido de las unidades de aire acondicionado.

Allí se puso una máscara de soldador y un traje resistente a la electricidad —un atuendo que dice que lo hace sentirse un poco como Ironman— y abrió los paneles para sujetar sensores eléctricos a los gruesos cables que suministran electricidad a los enfriadores. Los sensores recopilarán datos durante las próximas semanas y servirán de base para un reporte que Ahmed y sus colegas de Industrial Assessment Center (IAC) de UM entregarán a los propietarios del edificio con las medidas que pueden tomar para consumir menos energía.

El doctor Ibrahim Ahmed (a la derecha) descendiendo desde donde están instalados los enfriadores del edificio en el tejado del 550 de Biltmore Way luego de instalar sensores en los cables eléctricos para recoger datos.
El doctor Ibrahim Ahmed (a la derecha) descendiendo desde donde están instalados los enfriadores del edificio en el tejado del 550 de Biltmore Way luego de instalar sensores en los cables eléctricos para recoger datos.

“Dependiendo de lo que estén dispuestos a hacer, podrían ahorrar entre 5% y 20%” de su factura energética, dijo Ramin Moghaddass, profesor adjunto de Ingeniería Industrial de UM y director de IAC.

La inspección del edificio del 550 de Biltmore Way forma parte del programa Building Efficiency 305 de Miami-Dade, que se puso en marcha el año pasado para ayudar a los administradores de edificios a ahorrar dinero y reducir su huella de carbono.

Los propietarios y gestores de edificios pueden inscribirse en el programa y asistir a sesiones de formación gratuitas en torno a cómo mejorar la eficiencia energética y de agua de sus edificios. Ocho veces al año, el condado elige un edificio participante para que IAC UM le haga una auditoría gratis de eficiencia y le ofrezca asesoramiento para reducir su factura eléctrica.

Isel Morfa, ingeniero del edificio 550 Biltmore Way, mostrando a los miembros de Industrial Assessment Center (IAC) de la Universidad de Miami (UM) las especificaciones de la torre de refrigeración del edificio.
Isel Morfa, ingeniero del edificio 550 Biltmore Way, mostrando a los miembros de Industrial Assessment Center (IAC) de la Universidad de Miami (UM) las especificaciones de la torre de refrigeración del edificio.

Para Alicia Rivero, directora de Gestión de Proyectos de CGI Merchant Group, la empresa propietaria del edificio, la decisión de inscribirse fue sencilla: “Queríamos ahorrar dinero”, dijo.

Pero para el condado hay un objetivo más amplio. Los edificios son responsables de 37% de las emisiones de gases de efecto invernadero en Miami-Dade. Según Marta Marello, responsable del programa Building Efficiency 305, una gran parte procede de 12,000 edificios de 20,000 pies cuadrados o más.

“El objetivo de este programa es mejorar la eficiencia energética y de consumo de agua de los grandes edificios, porque sabemos que es ahí en donde podemos tener el mayor impacto” sobre las emisiones de gases de efecto invernadero y el consumo de agua, dijo Marello.

Detectives de la eficiencia energética

En el 550 de Biltmore Way, los administradores del edificio ya están tomando medidas para mejorar la eficiencia, como sustituir gradualmente los viejos focos fluorescentes por luces LED y hacer planes para sustituir sus enfriadores de hace 37 años durante el invierno, cuando será menos molesto apagar el aire acondicionado.

Pero Moghaddass, Ahmed y un equipo de siete estudiantes de Ingeniería Industrial de UM que llevaban portapapeles, iPads y sensores de alta tecnología abordaron su tarea como detectives, escudriñando el lugar en busca de cualquier ineficiencia que pudiera arreglarse para que el edificio consumiera aún menos energía o agua de lo que ya consume. “Hacen que nuestro trabajo sea más difícil”, dijo Ahmed con una sonrisa.

El ingeniero de edificación Isel Morfa (en el centro a la derecha) respondiendo a preguntas sobre el 550 de Biltmore Way durante una reunión preliminar con auditores de Industrial Assessment Center (IAC) de la Universidad de Miami (UM).
El ingeniero de edificación Isel Morfa (en el centro a la derecha) respondiendo a preguntas sobre el 550 de Biltmore Way durante una reunión preliminar con auditores de Industrial Assessment Center (IAC) de la Universidad de Miami (UM).

En primer lugar, acribillaron a Morfas, el ingeniero del edificio, con preguntas sobre los ajustes del termostato, las horas a las que suelen trabajar los médicos, abogados, contadores y otros oficinistas del edificio y las especificaciones de varios equipos del edificio. “Algún día serás una gran abogada”, le dijo Morfas a Jessica Méndez, estudiante de ingeniería industrial, mientras le pedía más detalles.

A continuación, el equipo recorrió el edificio y examinó los refrigeradores de la azotea, las torres de refrigeración, el compresor de aire y los climatizadores: toda la gigantesca maquinaria necesaria para mantener habitable cualquier gran edificio del sur de la Florida durante todo el año. El equipo de UM quedó impresionado con el novedoso sistema que los ingenieros de 550 Biltmore Way habían ideado para recoger la condensación fría que gotea constantemente del climatizador y reusarla en las torres de refrigeración.

Los miembros del equipo de auditores de Industrial Assessment Center (IAC) de la Universidad de Miami (UM) Sophia Acon (a la izquierda) y Jessica Méndez (a la derecha) usando un caudalímetro para medir el flujo de aire que entra en el edificio por los huecos de las puertas principales.
Los miembros del equipo de auditores de Industrial Assessment Center (IAC) de la Universidad de Miami (UM) Sophia Acon (a la izquierda) y Jessica Méndez (a la derecha) usando un caudalímetro para medir el flujo de aire que entra en el edificio por los huecos de las puertas principales.

Por último, los estudiantes se desplegaron con equipos para contar cuántos focos que no eran LED quedaban en el edificio, colocar sensores de temperatura para medir la eficacia del sistema de refrigeración y medir cuánto aire frío se escapaba por un pequeño hueco entre las puertas principales del edificio.

Un miembro del equipo de Industrial Assessment Center (IAC) de la Universidad de Miami (UM) colocando un sensor sobre un termostato en el interior del 550 de Biltmore Way, en Coral Gables.
Un miembro del equipo de Industrial Assessment Center (IAC) de la Universidad de Miami (UM) colocando un sensor sobre un termostato en el interior del 550 de Biltmore Way, en Coral Gables.

Después de unas cinco horas, el equipo regresó al laboratorio para empezar a organizar sus hallazgos en un informe que tienen previsto entregar en un mes a los propietarios del edificio, pero antes volverán una vez más para recoger los sensores que dejaron y analizar los datos recogidos.

Preparando el terreno para nuevas normas de eficiencia

A principios de este año, la ciudad de Miami implantó un nuevo conjunto de normas de eficiencia para grandes edificios. Las normas exigen que los propietarios de edificios de más de 20,000 pies cuadrados controlen la cantidad de energía que consumen y comuniquen los datos a la ciudad cada año. Los requisitos entran en vigor gradualmente, empezando por los edificios de 200,000 pies cuadrados o más, cuyo primer plazo de notificación terminará el 30 de junio.

Según Marello, el condado también está trabajando en la elaboración de normas de información similares para los grandes edificios, aunque dijo que no hay un calendario claro de cuándo podrían aplicarse esas normas. Mientras tanto, el programa Building Efficiency 305 está diseñado para que los administradores de edificios aumenten voluntariamente su eficiencia y le comuniquen los datos al condado.

Aunque solo un puñado de edificios recibirá una auditoría en profundidad como la del 550 Biltmore Way, estos informes, que se publican en un portal digital del condado, pueden servir de modelo para otros edificios que podrían enfrentarse a retos similares.

La alcaldesa Daniella Levine Cava eligió al azar el primer edificio que recibiría una auditoría de eficiencia entre un varios nombres mezclados en el característico sombrero panamá del jefe de Resiliencia Jim Murley. Pero según Marello, desde entonces el condado ha elegido a propósito un conjunto de edificios para auditar, de modo que hubiera una amplia gama de casos de estudio de los que pudieran aprender los administradores de edificios.

Jim Murley, jefe de resiliencia del Condado Miami-Dade, luciendo su característico sombrero de Panamá mientras la alcaldesa del Condado Miami-Dade Daniella Levine Cava habla en una rueda de prensa.
Jim Murley, jefe de resiliencia del Condado Miami-Dade, luciendo su característico sombrero de Panamá mientras la alcaldesa del Condado Miami-Dade Daniella Levine Cava habla en una rueda de prensa.

Han auditado edificios de apartamentos, edificios de oficinas, edificios gubernamentales, concesionarios de automóviles, hoteles, la mansión Vizcaya, el Frost Science Museum y pronto tienen previsto añadir un almacén. “La idea es que queremos ser lo más representativos posible”, dijo Marello, “para que otros propietarios y administradores de edificios puedan decir ‘Déjame ver estos casos prácticos y ver si tal vez hay ideas que pueda copiar’”.

Formación de una mano de obra ecológica

Además de enseñar a los gestores de edificios del sur de la Florida a usar menos agua y electricidad, las auditorías de edificios también capacitan a una nueva generación de estudiantes de UM para detectar y solucionar ineficiencias que supongan un derroche.

Afshin Asadi (al centro), estudiante universitario y miembro del equipo de Industrial Assessment Center (IAC) de UM, fotografiando las especificaciones de uno de los enfriadores del tejado del 550 de Biltmore Way.
Afshin Asadi (al centro), estudiante universitario y miembro del equipo de Industrial Assessment Center (IAC) de UM, fotografiando las especificaciones de uno de los enfriadores del tejado del 550 de Biltmore Way.

“Después de esto, todos estos estudiantes formarán parte de la mano de obra de la energía limpia”, dijo Moghaddass. “Dos de nuestros estudiantes ahora son directivos de la Oficina de Resiliencia de Miami-Dade. Muchos de ellos se quedan en la Florida en la industria energética”.

Este reporte sobre el clima está financiado por la (FIU) y en colaboración con Journalism Funding Partners. Miami Herald mantiene el control editorial de todo el contenido.