Una nueva prueba logra detectar el Parkinson antes de que aparezcan síntomas
El estudio se centra con éxito en detectar acumulaciones anómalas de una proteína
Si algo nos han enseñado las últimas décadas de arduo trabajo en investigación médica es que el diagnóstico temprano es fundamental. Todos los estudios publicados, todos los expertos en biomedicina e incluso los propios médicos inciden en lo mismo: cuanto antes se identifique el problema, antes se podrá actuar y aplicar un posible tratamiento. “Coger a tiempo” una enfermedad puede significar la diferencia entre la vida y la muerte. De hecho, el avance de la medicina actual ha alcanzado un punto en el que enfermedades que hasta hace poco considerábamos letales, como muchos tipos de cáncer, ahora se pueden tratar o incluso curar, siempre que el diagnóstico llegue en una fase temprana.
Por eso, de entre todos los descubrimientos en medicina que se publican cada día, son de especial importancia aquellos que presentan nuevas maneras de encontrar señales tempranas para determinadas enfermedades. Este es el caso de un estudio publicado en prestigiosa The Lancet Neurology que presenta un nuevo método capaz de detectar biomarcadores precisos de Parkinson antes de que la persona empiece a mostrar síntomas.
A grandes rasgos, la nueva técnica se centra en la detección de acumulaciones anómalas de un tipo específico de proteínas, denominadas α-sinucleína (αSyn-SAA) en el líquido cefalorraquídeo “no solo de personas diagnosticadas con Parkinson, sino también en personas que aún no han sido diagnosticadas o que no han mostrado síntomas clínicos de la enfermedad, pero tienen un alto riesgo de desarrollarlo”. Estudios previos mostraron una asociación entre la enfermedad de Parkinson y la acumulación anormal de esta proteína α-sinucleína en el líquido que circula por los espacios huecos del cerebro o la médula espinal.
Hay que recordar que esta enfermedad degenerativa actualmente carece de ninguna prueba bioquímica definitiva, por lo que este estudio puede significar “un enorme avance en la comprensión de la enfermedad de Parkinson y sin duda representa un cambio fundamental en las reglas de juego del diagnóstico”, según explica la neurocientífica Daniela Berg en una revisión del artículo en Lancet.
Para comprender las conclusiones de este estudio hay que comenzar conociendo la gran “Iniciativa de Marcadores de Progresión del Parkinson (PPMI)”, un proyecto de largo recorrido desarrollado por la Fundación Michael J. Fox, la asociación sin ánimo de lucro para la investigación del Parkinson del conocido actor, protagonista de películas como Regreso al Futuro. La iniciativa está abierta a “cualquier persona mayor de 18 años con o sin Parkinson” para confeccionar una extensa base de datos con la que trabajar e investigar la enfermedad. Gracias a este proyecto, los científicos de diferentes Universidades y centros de investigación han logrado recopilar información a lo largo del tiempo para aprender más sobre cómo comienza, cómo cambia la enfermedad cerebral y cómo detenerla.
Para el estudio, los investigadores de la Universidad de Pensilvania reclutaron a 1123 participantes, (algunos de los cuales ya tenían síntomas de Parkinson por lo que servían de grupo de control) y realizaron punciones lumbares para medir sus niveles de la proteína alfa-sinucleína, que se acumula y daña las células cerebrales de las personas con la enfermedad. Los resultados son muy esperanzadores: En el 88% de los sujetos, la prueba indicó con precisión que tenían la enfermedad.
Cualquier técnica de diagnóstico eficaz que se desarrolle para el Parkinson debería cumplir unos criterios específicos. Por ejemplo, debe establecer un diagnóstico para la enfermedad de Parkinson y diferenciarla de otros trastornos relacionados con alta sensibilidad y especificidad. También es crucial que sea capaz de detectar la enfermedad de Parkinson en sus primeras etapas, idealmente en la fase prodrómica, una fase de la enfermedad donde los síntomas no son visibles.
Esta nueva técnica cumple con estos requisitos sobradamente pero también ofrece algunas desventajas que no podemos obviar: “Todavía resulta demasiado costoso e invasivo para usarse ampliamente en la detección, aunque puede convertirse en un primer paso para enfoques más económicos y menos dolorosos”. En resumen, el nuevo estudio proporciona un importante avance en la detección temprana de la enfermedad de Parkinson que, a buen seguro, se desarrollará y mejorará con el tiempo abriendo una ventana de esperanza para todos, sean pacientes ya diagnosticados o personas que aún no lo están.
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Referencias científicas y más información:
Andrew Siderow, et al. “Assessment of heterogeneity among participants in the Parkinson's Progression Markers Initiative cohort using α-synuclein seed amplification: a cross-sectional study” The Lancet Neurology (2023) DOI: 10.1016/S1474-4422(23)00109-6
Daniela Berg & Christine Klein “α-synuclein seed amplification and its uses in Parkinson's disease” The Lancet Neurology (2023) DOI: 10.1016/S1474-4422(23)00124-2