Desplazados por incendio en edificio en Miami Gardens reflexionan sobre su futuro

Tras recibir una llamada de un ser querido preocupado, Nidia Lau se apresuró a ir al edificio de condominios que compartía con su esposo, Rey, y su perro Banti, de 18 años.

Al llegar, la mujer de 61 años no tardaría en darse cuenta de las penurias que enfrentarían. Lau y su marido estaban entre las 105 personas desplazadas después que un incendio afectó docenas de unidades en un edificio de condominios de dos plantas en 395 NW 177 St. en Miami Gardens el sábado por la mañana.

El apartamento del primer piso que la pareja compró en 2012, colapsó en el incendio después que el techo se derrumbó. Pudieron salvar algunos de sus documentos y los uniformes de trabajo de Lau.

Mientras tanto, se alojan en un refugio del Betty T. Ferguson Recreational Complex, a casi 5 millas del edificio. Lau camina frenéticamente por el pasillo, a veces con Banti en brazos, a veces hablando por teléfono, mientras procesa la conmoción de los dos últimos días.

La entrada del refugio en el Betty T. Ferguson Recreational Complex.
La entrada del refugio en el Betty T. Ferguson Recreational Complex.

Lau tiene un montón de preocupaciones flotando en su mente. El complejo de condos ha sido declarado inhabitable y los vecinos no podrán volver hasta dentro de un año. Sin embargo, la asociación que administra el condominio quiere cobrar las cuotas, incluso cuando los habitantes no tienen vivienda.

Además, enfrenta una difícil decisión para su perro anciano, que está ciego y sordo.

Banti, el shih tzu de 18 años de Nidia Lau, come en una perrera del refugio.
Banti, el shih tzu de 18 años de Nidia Lau, come en una perrera del refugio.

“Estoy pensando en sacrificarlo”, dijo en español. “Aunque me duela pensarlo”.

La emoción es palpable en los rostros hundidos que deambulan por los pasillos del refugio. Algunos encuentran formas de sonreír y bromear a pesar del trauma. Otros se muestran reflexivos, empatizan con los vecinos y salen a tomar el aire.

“Va a demorar mucho”, le dice una mujer a un vecino.

La comunidad da los primeros pasos hacia la reconstrucción

La Cruz Roja del sur de la Florida no tiene un conteo final de cuántas personas fueron desplazadas, pero la gerente regional de comunicaciones, Tiffany González, dijo al Miami Herald que más de 50 habitantes estaban alojados temporalmente en el complejo recreativo hasta el domingo. Otros 15, que han encontrado refugio en casas de familiares o amigos, han solicitado servicios a la organización sin fines de lucro.

“Va a ser un largo camino hacia la recuperación para muchas de las familias”, dijo el concejal de Miami Gardens Robert Stephens. “Pero estamos comprometidos como ciudad a hacer todo lo posible para poner nuestros recursos y respaldarlos, para ayudar en el sistema tanto como sea posible”.

El domingo, la concejal Linda Julien se presentó ante las familias del refugio y les preguntó qué necesitaban. Escuchó sus historias, ofreciéndoles palabras amables y apoyo.

Julien, profesora adjunta del Miami Dade College, dijo que algunos de sus estudiantes y colegas del sector inmobiliario han tendido la mano para ayudar a los habitantes a encontrar casa.

“Ver esa efusión de amor procedente de la comunidad es realmente una bendición”, añadió Julien.

Para Lau, el apoyo que ha recibido le da esperanza en estos momentos difíciles. Tiene compañeros de trabajo en Walmart que les están comprando ropa nueva a ella y a su esposo, una hija que creó una página de GoFundMe y comidas calientes, servicios y la compasión de los voluntarios de la Cruz Roja.

Nidia Lau, de 61 años, sostiene a su shih tzu Banti, de 18 años, cerca de su complejo de apartamentos el sábado. Lau fue una de las 105 personas desplazadas tras el incendio que afectó a decenas de unidades en un edificio de apartamentos de dos pisos en 395 NW 177 St. en Miami Gardens.
Nidia Lau, de 61 años, sostiene a su shih tzu Banti, de 18 años, cerca de su complejo de apartamentos el sábado. Lau fue una de las 105 personas desplazadas tras el incendio que afectó a decenas de unidades en un edificio de apartamentos de dos pisos en 395 NW 177 St. en Miami Gardens.

“Aquí me tratan como familia”, señaló Lau. “Incluso mejor que la familia”.

Aunque muchos perdieron todo, Julien dijo que está agradecida de que nadie perdió la vida. Dijo que las lágrimas corrían por su rostro en la iglesia el domingo por la mañana cuando pensó en la tragedia.

Lau, conteniendo los sollozos, se volvió hacia Julien antes de abrazarla.

“Dios proveerá”, dijo Lau.