Descubren en Polonia artefacto religioso centenario que fue prohibido por el zar Pedro I de Rusia

Un hombre que buscaba metales en Polonia descubrió recientemente un artefacto religioso que posiblemente se remonta a varios siglos y en determinada época estuvo prohibido.

Cuando exploraba un área de Niedrzwica Duża, una comunidad a unas 100 millas al sureste de Varsovia, el buscador avistó un objeto de metal enterrado en el lodo.

Tras desenterrarlo, vio que era una pequeña cruz hecha de cobre, según un comunicado del 24 de abril de la Oficina de Conservación de Monumentos del gobierno provincial.

Con solo algunas pulgadas de largo, en el artefacto aparece Jesús clavado en la cruz, así como varias otras figuras rodeándolo, se puede ver en las fotos.

Los expertos creen que la cruz pudo haberse creado en algún momento de los siglos XVIII y XIX, lo que significa hace 300 años.
Los expertos creen que la cruz pudo haberse creado en algún momento de los siglos XVIII y XIX, lo que significa hace 300 años.

Los expertos creen que pudo haberse creado en algún momento de los siglos XVIII y XIX, lo que quiere decir hace 300 años, dijeron las autoridades.

El objeto está vinculado con los Viejos Creyentes de Rusia, un grupo de cristianos ortodoxos que se alejaron de las reformas de la iglesia y favorecieron elaborar las reliquias de una forma más sencilla.

Este tipo de cruz estuvo en un tiempo prohibida en el Imperio ruso, que en varias regiones incluía partes de la Polonia moderna.

En 1723, la iglesia rusa, bajo la autoridad del zar Pedro I, prohibió la producción y la venta de íconos, dijeron las autoridades.

Se sabe que Pedro I de Rusia, comúnmente conocido como Pedro el Grande, estaba a favor de un arte oficial más moderno, de acuerdo con un estudio del 2019 publicado en la revista Religions.

La cruz encontrada, una vez limpia.
La cruz encontrada, una vez limpia.

“Para justificar esta prohibición, las autoridades argumentaron que las imágenes no estaban bien hechas y presentaban a los santos de una manera deficiente, lo que, por consiguiente, los despojaba del honor que se merecían”, según un reporte de la Institución Smithsoniana.

Tras la proscripción, se ordenó que retirar de la circulación los íconos de cobre, y los que estaban a la venta se confiscaron y llevados a gobiernos locales.

“Sin embargo, en la literatura nada indica que la prohibición era dirigida hacia los Viejos Creyentes”, de acuerdo con el reporte. “Podría, en efecto, haber reflejado la necesidad que tenía el gobierno de conservar el cobre para fines militares y acuñar monedas”.

La pequeña cruz que se descubrió recientemente todavía no ha sido minuciosamente examinada, de modo que su edad exacta y su origen no se saben, señalaron las autoridades.

Traducción de Jorge Posada