‘Desastre total’: Vecinos de Miami están descontentos con este festival de música. Y no se trata de Ultra

Ruido, estruendo y más ruido.

¿Te parece que tuviste una semana difícil y lo único que quieres es pasar unos días apacibles? Entonces, prueba a vivir cerca del Festival de Música Electrónica Ultra que se desarrolla en el Bayfront todo el fin de semana.

Los residentes de las áreas cercanas que valoran su salud mental tendrán que dejar las casas o comprar costosos audífonos Bose.

Aunque la lluvia que se pronostica podría afectar la diversión, se estima que más de 100,000 amantes de la música electrónica acudirán al evento para pasarla bien escuchando a los DJ más populares del mundo hasta que llegue la medianoche.

Sin embargo, antes de que los residentes del downtown de Miami batallen contra el ruido imparable que siempre trae Ultra, otro festival de música electrónica se llevó a cabo en el área para que los residentes probaran un bocado de las molestias que están por venir.

Como parte de Miami Music Week, otro pequeño festival de música electrónica empezó el jueves por la noche. Afterlife, un nuevo evento de dos días reunió a unos 14,000 visitantes, y posiblemente un número similar de dolores de cabeza.

“Realmente molestó a mucha gente. La música estaba muy alta”, dijo Lynne Sladky, veterana fotógrafa de AP que vive en Brickell, cerca del viaducto Rickenbacker. “El hecho que dure hasta las 2 a.m. es descabellado. Lo único que se oye son ruidos. Eso no es música”.

Sladky agregó que algunos de sus contrariados vecinos trataron de comunicarse con el comisionado de la Ciudad Miami, Damian Pardo, cuya oficina reportó haber recibido un “alarmante” cantidad de llamadas telefónicas y correos electrónicos.

En su cuenta de Instagram, Pardo anunció las formas en que la ciudad está tratando de ayudar para aliviar los niveles de ruido de Afterlife durante la noche final. Se planea suavizar el volumen del bajo y apagar algunas bocinas exteriores. Pardo añadió que la intensidad de los rayos láser disminuyó.

Sin embargo, un estruendo incesante y luces cegadoras no eran las únicas molestias. Muchos otros residentes se quejaron de las demoras de tráfico, de la falta de vehículos compartidos y del caos general que provocó.

Humberto Rosales, de Edgewater, y amante de la música house y techno, calificó a Afterlife como “un caos total, una absoluta decepción”.

“Ningún evento debe celebrarse en Key Biscayne, es poco menos imposible recibir tal cantidad de personas en una isla tan pequeña que, además, tiene muchas obras en construcción en el área”, protestó Rosales. “La policía nunca ayudó con el tráfico. Solo estaban parados sin hacer nada”.

Aurelio Hurtado de Mendoza, residente de Alapattah, dejó Afterlife igualmente decepcionado, tanto por la atmósfera como por la logística. Mendoza describió el sonido del show del jueves como demasiado bajo y las luces muy pocas. Estuvo de acuerdo en que el lugar que se escogió para el evento fue un error mayúsculo.

“Estos eventos musicales en Key Biscayne son problemáticos debido al asunto del tráfico. Llegamos temprano para evitar tener que esperar dos horas y nos fuimos también temprano porque el espectáculo era aburrido y queríamos evitar el embotellamiento al terminarse el evento”.

Por su parte, Ken Tannenbaum, residente de Brickell Key, calificó su experiencia como “horrenda”.

“Podía sentir la vibración y el fuerte bajo en mi apartamento”, dijo el neoyorquino semiretirado. “Y luego, los lásers inundaban todo, brillando en las paredes y ventanas. Trataba de dormir, pero no podía”.

Tannenbaum ha pasado por cosas peores, dijo, como el año que el Festival Ultra tuvo lugar en Virginia Key en 2019.

“Fue algo muy malo”, admitió. “Pero los residentes del downtown la están pasando feo en estos momentos. Lo siento por ellos”.

Maurice Williams, de 22 años, a la derecha, trata de lidiar con las personas que intentan subir a un autobús mientras los asistentes salen del Festival Ultra en Virginia Key, Florida el 30 de marzo de 2019.
Maurice Williams, de 22 años, a la derecha, trata de lidiar con las personas que intentan subir a un autobús mientras los asistentes salen del Festival Ultra en Virginia Key, Florida el 30 de marzo de 2019.

Para reportar una queja de violación de código, se puede llamar tanto al 311 como al 305-416-2087 entre las 8 a.m. y las 5 p.m. Hay igualmente una línea de emergencia tras el horario de oficina cuyo número es el 786-457-0995 y a través de ella se puede dejar un mensaje especificando cuál es el problema. El interesado deberá recibir una respuesta en unos 30 minutos, dijo la ciudad en su página web.

No solo las personas se ven afectadas por el ruido, sino también los edificios La ciudad ha instalado monitores para seguir el nivel del ruido en varios rascacielos cerca de Bayfront. Si los decibeles son demasiado intensos, los dispositivos envían una alerta a los organizadores de Ultra, le dijo a CBS-4, James Torres, presidente de Downtown Neighbors Alliance.

Entonces, ¿por qué si los vecinos del downtown se sienten tan irritados y molestos sigue celebrándose el Festival Ultra año tras año? La razón es muy sencilla: el dinero. En sus más de 24 años, el evento ha generado más de $1,000 millones en ingresos para la ciudad.

En lo que respecta Afterlife, queda por ver si se piensa instaurar algún cambio o si no regresará en absoluto.

La Asociación de Propietarios de Brickell quieren que se haga algo.

“Las luces invasivas del evento molestan a las tranquilas casas de los vecinos”, dijo el portal.

Los láseres del evento Afterlife en Virginia Key iluminaron la Bahía Biscayne y mantuvieron despiertos a los residentes locales.
Los láseres del evento Afterlife en Virginia Key iluminaron la Bahía Biscayne y mantuvieron despiertos a los residentes locales.

“A diferencia del Ultra, que regula los niveles de ruido y tiene una línea de emergencia para expresar cualquier queja, Afterlife no tiene nada de esto, lo que muestra una enorme falta de respeto y de consideración hacia los residentes de la bahía.

“Estos problemas no se pueden ignorar. Le pedimos urgentemente a la ciudad que tome cuanto antes medidas para poner en vigor un toque de queda para los eventos, y tomar una decisión sobre las luces invasivas y el excesivo ruido y de este modo asegurar la paz y la tranquilidad de nuestras casas”.

Hasta el viernes por la tarde, el Miami Herald no había recibido ninguna respuesta del publicista de Afterlife.

Traducción de Jorge Posada