DeSantis suspende prohibición de fertilizantes. Activistas se preocupan que empeoren los problemas del agua

Casi $800 millones para programas de calidad del agua. Cerca de $700 millones para la restauración de los Everglades. Un programa de Protección de la Laguna Indian River de $100 millones.

Estos son todos los proyectos ambientales que el gobernador Ron DeSantis orgullosamente aprobó financiar en una conferencia de prensa el jueves en Fort Pierce, donde firmó el presupuesto estatal más grande de la historia.

Pero muchos ecologistas de la Florida sienten que faltó una acción crítica: un veto a una medida que suspendería la creación de nuevas prohibiciones de fertilizantes en ciudades y condados después del 1º de julio y financiaría un estudio de $250,000 en la Universidad de la Florida para evaluar su eficacia.

La Legislatura incluyó la medida en el presupuesto, que aprobó en mayo. Su aprobación no afectará a la prohibición de fertilizantes en vigor, como la vigente hasta octubre en Miami-Dade. Más bien impedirá que las ciudades y localidades creen nuevas ordenanzas o amplíen las que ya existen.

Introducir un cambio de normas a través del presupuesto en lugar de permitir que pasara por el proceso legislativo con aportaciones públicas fue un error, en opinión de Eve Samples, directora ejecutiva del grupo ecologista Friends of the Everglades.

“Fue un ataque sorpresivo”, dijo. “Hay una desconexión entre lo que vemos desde Tallahassee y los graves problemas de calidad del agua que enfrentamos en la Florida”.

En toda la Florida, hay más de 100 municipios que restringen el uso de fertilizantes durante la temporada de lluvias para evitar el exceso de contaminación por fósforo y nitrógeno. Esto incluye varios en el sur de la Florida, incluyendo Ft. Lauderdale, Key Biscayne y Miami Beach.

El alto nivel de estos nutrientes se ha vinculado con problemas persistentes como la reducción del pasto marino, la proliferación de algas y la muerte de peces. Durante años, las prohibiciones municipales de fertilizantes durante los meses más lluviosos han sido anunciadas como una de las herramientas más eficaces de los gobiernos locales para regular la calidad del agua.

Friends of the Everglades se unió a más de 50 organizaciones en todo el estado, incluyendo la Comisión del Condado Alachua, en la redactar una carta dirigida a DeSantis exhortándolo a vetar la partida presupuestaria.

Aunque el presupuesto designa la mayor cantidad de dinero en la historia de la Florida para el medio ambiente —casi $7,300 millones de un total de $116,500 millones— la decisión tomada sobre los fertilizantes es reveladora, dijo Samples.

“No cuenta la historia completa”, dijo. “Pudiéramos destinar todo el dinero del mundo a proyectos de movimiento de tierra. Pero si al mismo tiempo diluimos las protecciones medioambientales en la Florida no vamos a hacer avances significativos”.

Jeremy Redfern, portavoz de DeSantis, aclaró la intención de la aprobación en un correo electrónico. Es un esfuerzo para ayudar a controlar el estudio, dijo.

“El propósito de la suspensión de nuevas implementaciones asegura que se introduzcan menos variables durante el período de estudio”, dijo Redfern.

La comisionada condal de Miami-Dade Eileen Higgins, quien defendió la prohibición de los fertilizantes en el condado hace tres años, después de la mortandad de peces en la Bahía de Biscayne provocada por la contaminación por nutrientes y el calor extremo, dijo que se alegra de que la decisión no afecte la prohibición en vigor.

Higgins seguirá de cerca los resultados del estudio. Mientras tanto, los habitantes de Miami-Dade todavía tienen que cumplir la ordenanza, y deben hacerlo más allá de su expiración.

“No importa lo que diga la Legislatura de la Florida, yo recomendaría que cada persona en el estado de la Florida que tenga un patio y un césped, no lo fertilice”, dijo Higgins. “Tomen el asunto en sus propias manos. Hagan lo correcto para salvar nuestro sistema de agua. No fertilicen. Punto”.

Haley Busch, directora de divulgación del grupo cabildero medioambiental 1000 Friends of Florida, dijo que desconfía de cómo se presentarán los resultados del estudio financiado por los contribuyentes, especialmente teniendo en cuenta la creciente influencia de la industria de los fertilizantes en la investigación pública.

Los efectos positivos de la prohibición de los fertilizantes ya han sido estudiados en profundidad.

El Instituto de Ciencias Alimentarias y Agrícolas (IFAS) de la Universidad de la Florida (UF), que dirigirá la investigación, declinó hacer comentarios sobre la decisión del gobernador de aprobar la financiación del estudio.

“Tenemos que preguntarnos sobre cualquier medida que tome el estado: ¿Estamos avanzando hacia protecciones adicionales de la calidad del agua o estamos retrocediendo?”, dijo Busch. “Al reabrir el estudio sobre este tema y atar de manos a los líderes de nuestros gobiernos locales, eso no refuerza las protecciones de la calidad del agua”.