DeSantis dice que propuesta en la boleta permite el aborto ‘hasta el nacimiento’. Esto es lo que debe saber

Reality Check es una serie de Herald que llama a cuentas a los poderosos y arroja luz sobre sus decisiones. ¿Tiene alguna sugerencia para un futuro artículo? Envíe un correo electrónico a nuestros periodistas a tips@miamiherald.com.

Desde que la Corte Suprema de la Florida autorizó la inclusión de una enmienda al derecho al aborto en la boleta de noviembre, el gobernador Ron DeSantis ha criticado la propuesta de “increíblemente radical” por permitir “el aborto hasta el nacimiento”, una afirmación que partidarios de la enmienda dicen que es falsa.

“No es algo que ocurra”, dijo la directora de la campaña Floridians Protecting Freedom, Lauren Brenzel. “No hay aborto hasta el momento del nacimiento. No tiene sentido”.

Es probable que este argumento, uno de los varios que esgrimen los conservadores, se repita cuando los republicanos enmarquen su campaña contra la enmienda sobre el aborto en la Florida de cara a noviembre. Y dependiendo de lo que crean los electores, pudiera influir en que la enmienda sea aprobada con un apoyo del 60%, el umbral necesario para cambiar la constitución de la Florida.

LO QUE HAY QUE SABER

La declaración de DeSantis es técnicamente cierta, pero carece de un contexto importante. Según el lenguaje de la enmienda, los abortos pudieran permitirse legalmente “hasta el nacimiento” por razones de salud, pero la ley de la Florida ya permite abortos sin límite por razones de salud específicas. Y eso seguirá siendo cierto bajo la inminente prohibición después de las seis semanas de la Florida, que DeSantis firmó y está programada para entrar en vigor a principios de mayo.

Los oponentes de la enmienda, sin embargo, dicen que las excepciones relacionadas con la salud según la iniciativa sobre el aborto más allá de la viabilidad –típicamente considerada alrededor de las 24 semanas– serían diferentes y abrirían la puerta a más abortos de lo que está permitido bajo la ley actual de la Florida.

La oficina de DeSantis no respondió a preguntas.

El gobernador de la Florida, Ron DeSantis, habla en el Santorini by Georgios Reataurant, en South Beach, el 20 de marzo de 2024. Pedro Portal
El gobernador de la Florida, Ron DeSantis, habla en el Santorini by Georgios Reataurant, en South Beach, el 20 de marzo de 2024. Pedro Portal

ANTES Y DESPUÉS DE LA ENMIENDA

Datos de la Florida y otros estados en todo el país muestran que los abortos realizados más tarde en un embarazo probablemente serían raros y estarían relacionados con situaciones difíciles, incluyendo complicaciones de salud significativas y potencialmente fatales para la madre o el feto.

“Uno no continúa 40 semanas de embarazo con todas las complicaciones de salud relacionadas con el embarazo que se producen y luego simplemente se despierta un día y cambia de opinión”, dijo la Dra. Shelly Tien, que desafió la prohibición después de las 15 semanas de la Florida y que trabaja como ginecóloga obstetra para Planned Parenthood en el sur, este y norte de la Florida.

Solo el 1% de los abortos se practican a las 21 semanas o después, según datos de 2021 de los CDC recogidos en 40 estados, entre ellos la Florida, y la Ciudad de Nueva York. Los datos han mostrado históricamente que los procedimientos más tarde en los embarazos son poco comunes. Ya en 1992, se estimaba que entre el 0.02% y el 0.04% de los abortos se habían realizado después de las 26 semanas, según un artículo publicado por JAMA, una revista médica revisada por pares.

Desde 2019 hasta la actualidad, ha habido tres abortos en el tercer trimestre en la Florida —definido en la ley estatal como 24 semanas o más tarde— de los más de 400,000 abortos realizados en total, según datos estatales. Dos fueron en 2019, uno por un padecimiento físico que ponía en peligro la vida y otro debido a un defecto genético fetal grave. Otro ocurrió este año debido a una anomalía fetal fatal, según informes estatales. Los datos estatales no especifican si alguno de estos abortos en el tercer trimestre se produjo en el momento del nacimiento.

Si esas cifras aumentarán como consecuencia de la enmienda —que establece en parte que ninguna ley “prohibirá, penalizará, retrasará o restringirá el aborto antes de la viabilidad o cuando sea necesario para proteger la salud de la paciente, según determine el profesional sanitario de la paciente”— es una conjetura.

Hace apenas unos años, cuando las únicas restricciones al aborto en la Florida eran en el tercer trimestre o después de la viabilidad, en lugar de la actual prohibición de las 15 semanas, aún solo alrededor del 4% de los abortos en el estado ocurrieron más allá de las 15 semanas, según datos estatales de 2018 a 2021. En 2023, el primer año completo en que la prohibición después de las 15 semanas entró en vigor, el número de abortos más allá de ese punto cayó al 0.19%.

En noviembre, economistas del estado determinaron que, si se aprobaba, las políticas de referencia de la enmienda eran esencialmente las mismas que las del fallo del caso Roe contra Wade.

Aun así, aunque la enmienda crearía un marco en la Florida similar al que tenían las pacientes en el estado en 2021, probablemente tendría excepciones más amplias que permitirían más abortos pasada la viabilidad. Decimos probablemente, porque hay una serie de restricciones estatales en los libros, tales como requerir el consentimiento de los padres para el aborto en una menor, que pudieran entrar en conflicto con la enmienda. Es probable que los tribunales tengan que resolverlo.

Según Roe vs Wade en 2021, los legisladores prohibieron todos los abortos en el tercer trimestre o después de la viabilidad, con limitadas excepciones de salud para la madre que todavía existen hoy en día bajo la prohibición después de las 15 semanas y seguirán existiendo bajo la prohibición después de las seis semanas que entrará en vigor en mayo.

Salvo en situaciones de emergencia, esas excepciones exigen que dos médicos firmen que el procedimiento de aborto es necesario para “salvar la vida de la mujer embarazada o evitar un riesgo grave de deterioro físico sustancial e irreversible de una función corporal importante de la mujer embarazada que no sea una afección psicológica”.

Robyn Schickler, jefe médico de Planned Parenthood del Suroeste y Centro de la Florida, dijo que aunque la Florida tiene excepciones, “no abarcan todos los matices de las cosas que vemos como proveedores de atención médica”.

Si la enmienda se aprobara y se mantuviera en los tribunales, pudiera anular restricciones como el requisito de la firma de dos médicos, basándose en cambio solo en “el proveedor de atención sanitaria del paciente”. Los partidarios de la enmienda afirman que el gobierno debería mantenerse al margen de decisiones que están en manos de médicos y madres.

Cualquier médico que practique un aborto ilegal en la Florida enfrenta un delito grave de tercer grado, y pudiera cumplir cinco años de prisión y pagar una multa de $5,000. Si la mujer muere como consecuencia del aborto, el médico pudiera ser acusado de un delito grave de segundo grado, cumplir hasta 15 años de prisión y pagar una multa de $10,000.

Michelle Morton, asesora política de la ACLU de la Florida, miembro de la coalición estatal que patrocina la enmienda, señaló a una cultura de miedo entre los médicos en el estado, diciendo por correo electrónico, “los proveedores no deberían tener que arriesgarse a un proceso penal por tratar a la paciente que tienen delante”.

“En la Florida, ya hemos visto que las estrechas excepciones sanitarias redactadas por los políticos ponen a la gente en peligro. A las pacientes se les niega la atención incluso en casos de emergencia médica, como Anya Cook”, dijo Morton, refiriéndose a una mujer del sur de la Florida a la que se le negó un aborto después de que rompiera aguas a las 16 semanas de embarazo y terminara en cuidados intensivos. “Con la prohibición casi total que entrará en vigor en unas semanas, esto está a punto de empeorar mucho”.

¿HABRÍA UNA EXCEPCIÓN POR SALUD MENTAL?

Un factor que pudiera abrir la posibilidad a abortos adicionales en etapas más avanzadas del embarazo: si la enmienda permitiría a los médicos considerar la salud mental al tomar su decisión, algo a lo que Florida puso fin en 2014.

Kelsey Pritchard, directora de Asuntos Públicos Estatales de Susan B. Anthony Pro-Life America, que se opuso a la enmienda, dijo por correo electrónico que la iniciativa permitiría a los proveedores “justificar abortos en cualquier momento del embarazo por prácticamente cualquier razón bajo esta excepción de ‘salud’ abierta e indefinida”.

Pero cuando la procuradora general Ashley Moody argumentó el mismo punto en un escrito ante la Corte Suprema de la Florida, el abogado del grupo a favor de la enmienda lo desestimó, diciendo que era solo “especulación sobre posibles argumentos futuros acerca del efecto legal de la enmienda”.

Entonces, ¿es cierto que un problema de salud mental justificaría un aborto en virtud de la enmienda? Es posible. Los tribunales decidirán.

Pero un médico puso en duda la amplitud con la que los médicos interpretarían en la práctica las excepciones de la enmienda.

“Si la Legislatura estatal te respira en la nuca, ¿cuán enferma tiene que estar alguien para que temas perder tu licencia y no poder ejercer?”, dijo la doctora Diane Horvath, que practica abortos en Maryland, donde, a diferencia de la propuesta de la Florida, no hay restricciones para los adultos.

Horvath realiza el procedimiento en régimen ambulatorio hasta las 34 semanas. Un embarazo normal dura 40 semanas. Horvath explica que practicará la intervención en una fase más avanzada del embarazo por diversas razones, como que el feto no sobreviva, que la salud de la mujer esté en peligro, que la mujer tenga una pareja que la maltrate físicamente o que la mujer haya viajado desde un estado restrictivo como la Florida y no haya podido acceder antes a un aborto.

“Las personas que se ven en la necesidad de abortar en una fase más avanzada del embarazo enfrentan circunstancias muy, muy difíciles”, dijo Horvath. “La gente se lo piensa mucho a la hora de tomar estas decisiones y sé que si no hubiera intervenido en algunos de estos embarazos, estas personas habrían tenido un parto. Lo sé. Creo que podemos reconocer que eso es cierto”.

Pero, dijo Horvath, “mi prioridad es el bienestar de las pacientes”.

Horvath dijo que los hospitales en Maryland proporcionarán abortos más allá de las 34 semanas. Pero agregó que no son probablemente los escenarios que los electores pueden imaginar al escuchar el lenguaje “incendiario” de DeSantis y el ex presidente Donald Trump, quien recientemente afirmó que los demócratas apoyan la “ejecución después del nacimiento”. Dijo que probablemente sería más como una situación en la que un feto es diagnosticado con un defecto congénito grave como la anencefalia, en el que al feto le faltan partes del cráneo y el cerebro y no sobrevive al nacerr.

“Así que si esto se diagnosticara a las 39 o 40 semanas, lo normal sería ofrecer la inducción del parto” con cuidados paliativos para el feto que nace, o después de usar medicación para detener el corazón del feto antes del parto, dijo Horvath por correo electrónico. “Mucha gente no considera esto un aborto (dirían simplemente que es un parto), pero es un aborto por inducción igualmente”.

En el caso de que la madre decidiera dar a luz al feto sin detener su latido y, en su lugar, optara por que el feto recibiera cuidados paliativos, sería porque quisiera pasar el mayor tiempo posible con el feto y hacer el duelo, explicó Horvath.

Este escenario descrito por Horvath, en el que una madre da a luz a un feto que recibe cuidados paliativos, podría calificarse bajo la ley estatal como un feto “nacido vivo”. La Florida rastrea estos fetos nacidos vivos, lo que ha sucedido unas siete veces al año, en promedio, desde 2019, según datos estatales. Los fetos nacidos vivos debido a abortos de inducción no son “abortos chapuceros”, dijo Horvath. Son planificados y a petición de la familia.

¿Y con respecto a la declaración en video de Trump del 8 de abril de que los demócratas apoyan la “ejecución después del nacimiento”?

“No se producen abortos después del nacimiento, como afirma Trump”, dijo Horvath. “Eso es pura ficción”.

Max Greenwood, redactor del Miami Herald, contribuyó a este artículo.