DeSantis dirige su ataque contra Haley en el debate más reciente de los republicanos

La enemistad latente entre Ron DeSantis y Nikki Haley estalló en el cuarto debate presidencial republicano el miércoles, cuando el gobernador de la Florida se lanzó contra su rival de 2024 con un tipo de urgencia y ferocidad que algunos partidarios sienten que ha faltado en gran parte de su campaña.

A menos de siete semanas de los caucus de Iowa, DeSantis mostró una personalidad más agresiva que en anteriores debates republicanos, yendo tras Haley a los pocos minutos de comenzar el debate.

La presentó como el tipo de republicana que “no está dispuesta a levantarse y luchar contra” las prioridades de la política liberal, la acusó de acercarse al Partido Comunista Chino durante su mandato como gobernadora de Carolina del Sur y discutió con ella sobre la atención médica de afirmación de género para los jóvenes.

“Hay otros candidatos aquí, como Nikki Haley, que cede cada vez que la izquierda va tras ella”, dijo DeSantis.

El enfoque de DeSantis hacia Haley durante el debate del miércoles en Tuscaloosa, Alabama –el último debate del año sancionado por el Comité Nacional Republicano y probablemente el último antes de que comience la votación el próximo mes, subrayó la creciente sensación de urgencia dentro de la órbita de DeSantis.

Encuestas recientes muestran a Haley acercándose a DeSantis —o incluso aventajándolo— en Iowa, donde la campaña de el gobernador apuesta por una buena actuación que le impulse en la contienda presidencial. En otros estados de votación temprana, como Nueva Hampshire y Carolina del Sur, Haley está firmemente por delante de DeSantis.

Tanto Haley como DeSantis, sin embargo, van por detrás del ex presidente Donald Trump, el claro favorito de las primarias, por amplios márgenes en prácticamente todas las encuestas nacionales y estatales.

Mientras que los aliados de DeSantis han tratado de restar importancia a su rivalidad con Haley durante semanas como nada más que una falsa narrativa, su actuación el miércoles sugirió lo contrario.

En un momento dado, DeSantis pareció aliarse con otro aspirante para 2024, el emprendedor Vivek Ramaswamy, en una arremetida contra Haley, en la que Ramaswamy la presentaba como una política corrupta que contaba con el apoyo de donantes políticos corporativos y de las llamadas élites. Haley pareció disfrutar con los ataques.

“Me encanta toda la atención, amigos”, dijo. “Gracias”.

En otro momento, DeSantis sacó a relucir la propuesta de Haley de exigir a las empresas de redes sociales que prohíban a los usuarios publicar en sus plataformas de forma anónima por motivos de seguridad nacional, acusando a Haley de querer recortar los derechos de libertad de expresión. Sin la posibilidad de publicar en línea de forma anónima, dijo DeSantis, los conservadores corren el riesgo de ser “cancelados”.

Haley respondió a ese ataque mencionando que el propio DeSantis apoyó la legislación a principios de este año que habría hecho más fácil demandar a las organizaciones de noticias que dependen de fuentes anónimas para sus artículos.

Haley trató de atacar a DeSantis por lo que ella describió como sus perspectivas presidenciales menguantes, desestimando sus ataques como mentiras sobre su historial que tenían la intención de desviar la atención de sus apuros en la campaña. Cuando DeSantis mencionó que “los donantes liberales de Wall Street” habían empezado a hacer donaciones a la campaña de Haley porque “ha sido muy débil con China”, Haley describió la acusación como una muestra de celos.

“Está enfadado porque esos donantes de Wall Street le apoyaban a él y ahora me apoyan a mí”, dijo.

Más adelante en el debate, Haley fue aún más directa con DeSantis: “Ron ha seguido mintiendo porque está perdiendo”.

Sin embargo, el enfrentamiento del miércoles por la noche no dejó indemne a ningún candidato. Los otros dos aspirantes a 2024 en el escenario, Ramaswamy y el ex gobernador de Nueva Jersey Chris Christie, mostraron claramente su desprecio mutuo, con Christie llamando a Ramaswamy “el fanfarrón más detestable de Estados Unidos” y Ramaswamy aconsejando a Christie que “se largara del escenario”.

Christie, por su parte, ofreció un agresivo esfuerzo por centrar el debate en Trump, que pese a ser el favorito de las primarias se ha negado a participar en alguno de los cuatro debates del Partido Republicano. Después de que DeSantis eludiera una pregunta sobre si Trump es lo suficientemente apto para servir como presidente, Christie pasó a la ofensiva.

“Tiene miedo de responder”, dijo Christie sobre DeSantis. “Este es el problema con mis tres colegas: Tienen miedo de ofender [a Trump]”, dijo Christie. “Uno tiene que estar dispuesto a ofender con la verdad”.

Christie también ofreció algo de ayuda a Haley, corriendo en su defensa después de que Ramaswamy sugiriera que ella no conocía ciertos detalles sobre la guerra en curso de Rusia en Ucrania.

“Esta es una mujer inteligente y consumada”, dijo Christie a Ramaswamy durante un intercambio particularmente acalorado. “Deberías dejar de insultarla”.