“No queremos más desalojos”, exigen exhabitantes del Centro Histórico de la CDMX con jornada cultural
Suena música desde afuera del Café La Resistencia, una banda toca ritmos de cumbia y salsa. Pero el ambiente, lejos de ser festivo, tiene una consigna de lucha social: “No queremos más desalojos”.
Ciudadanos que fueron obligados a evacuar sus casas en la zona centro de la capital del país que conforman la Red de Desalojados de la CDMX y la organización Movimiento Urbano Popular convocaron a una jornada cultural para exigir un alto a los desalojos que, de acuerdo con sus estimaciones, afectan a cerca de 3 mil personas cada año.
En primera fila frente a los músicos está Marisela Jasso, quien grita el coro de vuelta. Mañana, ella tendrá que dejar el sitio que fue su casa, y de su familia, durante 40 años.
Ese departamento en Puebla 267, en la emblemática colonia de Roma Norte, fue hogar suyo, de su hija y de su nieto. El pasado 20 de abril le notificaron que sería desalojada y le dieron ocho meses para evacuar la vivienda.
“Ya mañana cambio la segunda parte de mi mudanza y tengo que dejar muchas cosas. Voy a donar algunas para los que están desalojados también como yo porque no me caben en el lugar donde voy a estar”, comparte la señora de 72 años.
“Este problema nos está afectando a muchos. Aunque piensen que no les va a afectar, a todos nos afecta de alguna manera la gentrificación”.
“La vivienda, de hecho, es un derecho”
ONU-Hábitat define el fenómeno de gentrificación como “un proceso de renovación y reconstrucción urbana que se acompaña de un flujo de personas de clase media o alta que suele desplazar a los habitantes más pobres de las áreas de intervención”.
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Los exhabitantes del Centro Histórico suman a la definición desde la vivencia propia: “Toda esta población y todos nosotros estamos en riesgo”.
Sus hogares se han convertido en espacios de renta para la plataforma Airbnb, bares y bodegas. Ellos se han quedado sin casa.
Desde Café la Resistencia, lanzan la exigencia a las autoridades capitalinas de priorizar el derecho a la vivienda por encima de los intereses económicos.
Ocho años de resistencia ante desalojos en el Centro Histórico
Rufina Galindo es una de las fundadoras de la Red de Desalojados de la Ciudad de México.
Su vida cambió en 2016, cuando ella y las 18 familias que vivían en Emiliano Zapata 68 fueron obligadas a desalojar el edificio sin previo aviso. Recuerda que llegaron 500 granaderos y dos helicópteros a sacarlos por la fuerza.
“Sin ninguna notificación, ningún aviso anticipado”, relata.
Ella fue la última en irse, seis años después de los primeros desalojos. “De ahí empezamos nosotros a organizarnos para poder defender nuestro hogar”.
La señora Rufina asegura que perdió su casa, a donde llegó desde Oaxaca hace más de 60 años, por la corrupción. Fue gente de dinero, empresarios, políticos, dice.
Eso no la detiene en su lucha, pues quiere que se mantenga la tradición e historia del Centro Histórico y de quienes eran sus habitantes.
“Eso es lo que me hace seguir luchando. Yo no me quiero ir a las barrancas ni a las periferias, yo quiero seguir aquí, en el Centro Histórico”.