Zverev se asoma al precipicio camino de sus séptimos octavos de final en Roland Garros

París, 1 jun (EFE).- El alemán Alexander Zverev vio de cerca el precipicio en Roland Garros, estuvo contra las cuerdas frente al neerlandés Tallon Griekspoor, 25 del mundo, que le llevó hasta los cinco sets, antes de clasificarse por séptimo año consecutivo para los octavos de final, 3-6, 6-4, 6-2, 4-6 y 7-6 (10-3), en 4 horas y cuarto.

El favorito número cuatro sumó así su octava victoria consecutiva, tras haber ganado el Masters 1.000 de Roma y después de haber derrotado en primera ronda al español Rafa Nadal, 14 veces ganador, y al belga David Goffin en segunda.

Contra un rival al que había ganado tres de los cuatro duelos anteriores, sufrió de lo lindo Zverev, el único tenista que ha jugado las tres últimas semifinales en Roland Garros, su techo en este torneo.

La bola no fluía y el neerlandés encontraba sus oportunidades para zarandear a un tenista que no demostró la confianza que venía teniendo.

Un día después de que en su país comenzara el juicio por la denuncia de agresión sexual que presentó contra él una ex-novia, Zverev tuvo que batallar durante más de 4 horas para aferrarse a un torneo en el que muchos le consideran uno de los grandes favoritos.

Griekspoor, de 27 años, que en el Masters 1.000 de París tuvo contra las cuerdas al serbio Novak Djokovic, le puso el partido cuesta arriba, se apuntó el primer set y no se vino abajo cuando el germano reaccionó y se alzó con las dos siguientes.

Forzó un quinto set y dispuso de un servicio a su favor para colocarse 5-1. Pero ahí llegó la reacción de Zverev, que logró reengancharse al duelo, recuperar los dos servicios que había cedido y forzar su súper-juego de desempate.

El alemán impuso ahí su mayor experiencia en momentos decisivos, mientras la resistencia del neerlandés fue flaqueando. Zverev cerró el partido con un punto directo de saque.

Su rival saldrá del duelo entre el danés Holger Rune, décimo tercer favorito, y el eslovaco Jozef Kovalik, rescatado de la fase previa.

(c) Agencia EFE