Videos en primera persona. “¿Por qué viniste a la marcha?”: las razones detrás de una movilización multitudinaria

Los manifestantes terminaron la marcha en la Plaza de Mayo
Los manifestantes terminaron la marcha en la Plaza de Mayo - Créditos: @Rodrigo Néspolo

En la Plaza del Congreso a las 14 ya había miles de historias. Abogados, kinesiólogos, profesores de educación física, contadores, médicos, todos estudiantes o egresados de universidades e institutos públicos de la Argentina. También había padres orgullosos, como Rodolfo Daniel, que no tuvo la oportunidad de estudiar en el nivel superior, pero su gran satisfacción es tener hoy un hijo filósofo que se recibió en la Universidad de Buenos Aires (UBA). El primer profesional de la familia.

La defensa de la universidad pública frente al desfinanciamiento del gobierno de Javier Milei convocó a miles de personas. En febrero pasado la UBA declaró la emergencia presupuestaria y los rectores nucleados en el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) alertaron que se vería “seriamente afectado el funcionamiento” de las instituciones.

“Yo estudié en la universidad pública, mis hijos terminaron la universidad pública y gracias a eso pueden seguir investigando acá y en el exterior. Mi marido también fue médico recibido en la universidad pública y quiero que mis nietas tengan esa oportunidad”, señalaba Ana Bossolasco, de 68 años.

Desde el Congreso de la Nación hasta la Plaza de Mayo era casi imposible circular. Los grupos de estudiantes y miembros de diversas organizaciones llegaban de a montones, muchos con carteles o banderas con consignas o manifestaciones en contra del gobierno nacional. “¿Por qué tanto miedo de educar al pueblo?”, se preguntaba María Guillamondegui, de 55 años. “Si no fuese por la UBA para mi sería imposible estudiar”, agregó Miriam Leguizamón, de 33 años, que estudia economía.

En la marcha, también había estudiantes de instituciones privadas, como la Universidad Argentina de la Empresa (UADE). “Si yo tengo la posibilidad hoy de elegir estudiar en una universidad privada, es porque mi madre fue a la Universidad de Buenos Aires y pudo desarrollarse”, reflexionaba Azul Pousada, de 19 años.