El Vaticano se sumó a las críticas por “las ofensas contra los creyentes” en la inauguración de los Juegos Olímpicos de París

La pintura de Da Vinci y la parodia en la apertura de los Juegos Olímpicos de París
La pintura de Da Vinci y la parodia en la apertura de los Juegos Olímpicos de París - Créditos: @Twitter

ROMA.- Con un timing que llamó la atención, ocho días después de la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París que provocó una gigantesca polémica en todo el mundo por una escena que fue considerada una parodia de “La última cena” con drag-queens y personas semidesnudas, para muchos más bien acorde a una marcha del orgullo gay, el Vaticano reaccionó este sábado y denunció “la ofensa hecha a numerosos cristianos y creyentes de otras religiones”.

“La Santa Sede se ha entristecido por algunas escenas de la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de París y no puede más que sumarse a las voces que se han alzado en los últimos días para deplorar las ofensas sufridas contra numerosos cristianos y creyentes de otras religiones”, aseguró el Vaticano en un comunicado.

“En un evento prestigioso donde el mundo entero se reúne en torno a valores comunes no debería haber alusiones que ridiculicen las creencias religiosas de muchas personas”, siguió. Y concluyó: “La libertad de expresión, que obviamente no se pone en duda, encuentra su límite en el respeto a los demás”.

Llamó la atención la tardía reacción del Vaticano, que llegó ocho días después de una ceremonia de apertura grandiosa -por primera vez realizada fuera de un estadio y con los deportistas desfilando en embarcaciones que navegaban por el río Sena-, pero que dividió al mundo y que hasta obligó a los organizadores a pedir disculpas.

Thomas Jolly, el director artístico, en efecto, en una escena pareció incluir el mítico fresco de Leonardo da Vinci deLa última cena”, pero no con los apóstoles, sino con drag-queens, una modelo transgénero y, sobre la mesa, bajo una campana gigante, el actor Philippe Katerine -que también pidió disculpas- vestido de Dionisio, casi desnudo.

Al día siguiente, la Conferencia de Obispos de Francia (CEF) deploró una ceremonia que “desgraciadamente incluyó escenas de burla al cristianismo”. “Esta mañana pensamos en todos los cristianos de todos los continentes que resultaron heridos por el agravio y la provocación de ciertas escenas”, escribió.

La secuencia con drag-queens escandalizó a representantes de distintas religiones
La secuencia con drag-queens escandalizó a representantes de distintas religiones - Créditos: @twitter

Al rechazo se sumaron diversos líderes políticos y referentes de derecha de todo el mundo, que fueron desde el primer ministro húngaro, Viktor Orban, y el presidente ruso, Vladimir Putin, al vicepremier italiano, Matteo Salvini, el expresidente estadounidense y candidato republicano, Donald Trump, al magnate y dueño de X, Elon Musk.

También desde el mundo musulmán llegaron reacciones. El Consejo Musulmán de Mayores, liderado por el gran imán de Al Azhar, Ahmed Al-Tayeb, en un comunicado difundido el lunes condenó “con vehemencia” el espectáculo de la ceremonia inaugural que “que insultó descaradamente a Jesucristo y el estimado estatus de la profecía”. “Este vergonzoso acto demostró una total falta de respeto por las creencias de las personas religiosas y los elevados valores morales que aprecian”, acusó.

Si bien algunos sectores esperaban que Francisco reaccionara y dijera algo el domingo pasado, después de la oración mariana del Angelus, el Pontífice obvió la cuestión y denunció una vez más el comercio de armas. “Este es un escándalo que la comunidad internacional no debería tolerar, y que contradice el espíritu de fraternidad de los Juegos Olímpicos que acaban de comenzar. No lo olvidemos, hermanos y hermanas: ¡la guerra es una derrota!”, había dicho.

Pero evidentemente con el pasar de los días fueron llegando presiones para que la Santa Sede se expidiera. En este sentido, en un llamado telefónico que el Papa tuvo el jueves con Recep Tayyip Erdogan sobre la explosiva situación de Medio Oriente, el presidente turco, al margen de denunciar que “Israel es una amenaza para toda la región, el mundo y la humanidad”, también instó al Pontífice a pronunciarse en contra de la “propaganda perversa” difundida, según él, durante la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos.

“Erdogan dijo que con el pretexto de la libertad de expresión y la tolerancia se pisoteó la dignidad humana y se ridiculizaron los valores religiosos y morales, ofendiendo a musulmanes y cristianos de todo el mundo”, informó la presidencia turca.