Valentín Barco en la mira de Brighton, que acorrala a Boca con una oferta para llevarse al futbolista
Juan Román Riquelme se enfrenta a su primera gran decisión como presidente de Boca: qué hacer con Valentín Barco. El juvenil tiene contrato hasta fin de este año, y una cláusula de US$ 10 millones. Pero Brighton, de Inglaterra, quiere llevárselo ahora. El club en el que juega Facundo Buonanotte y en el que se destacó Alexis Mac Allister envió una primera propuesta: US$ 9 millones por el 90% del pase. Le dejaría el 10% al equipo argentino, que podría revalorizarse en caso de que el futbolista se adapte rápido a la liga inglesa y sea más tarde comprado por un equipo más poderoso.
En los números, Boca está acorralado. Porque si rechaza esta oferta del club inglés y los británicos no cesan en su interés por el futbolista -el portal Transfermarkt cifra su valor de mercado en 13 millones de euros-, lo más probable es que ejecuten la cláusula. Y se lo lleven por 10 millones de dólares, sin un porcentaje futuro en las arcas del equipo argentino. El tercer escenario, igual de desventajoso para el club xeneize, es que Brighton apueste a llevárselo gratis en diciembre, cuando vence su actual convenio. Para eso puede empezar a negociar en junio . El problema para los ingleses es que se arriesgan a que les aparezcan competidores. Si se lo asegura ahora -por la cláusula o por los 9 millones-, nadie podrá birlárselo.
Lo quisieron en agosto
No es la primera vez que los clubes de la Premier League juegan fuerte por Barco, uno de los mejores proyectos del fútbol argentino junto a Claudio “Diablito” Echeverri, recientemente vendido a Manchester City. Tanto Brighton como el equipo que conduce Pep Guardiola ya habían venido a la carga por Barco en agosto. Eran tiempos distintos: al Colo le quedaba año y medio de contrato y en su cabeza había una obsesión: ganar la Copa Libertadores.
En aquel momento, la oferta no convenció al Consejo de Fútbol de Boca: US$ 9 millones por el 85% del pase fue la propuesta de Brighton. La de Manchester City, algo superior. E incluso había una llamada “cláusula de protección” que aumentaba el precio de mercado de un futbolista si este es vendido en las últimas dos semanas del mercado de fichaje: se contempla la dificultad que tendrá el club vendedor para poder reemplazarlo.
Entonces, los referentes del plantel se comunicaron con Barco, de 19 años, para acercarle algunas sugerencias a la hora de tomar una determinación. Tanto Sergio Romero como Darío Benedetto le habrían pedido en aquel momento que postergara su salida para fines de 2023, con la idea de que Boca avance en la Copa Libertadores. Incluso, el juvenil se tomó un tiempo de descanso en la Patagonia y compartió esas vacaciones con Marcos Rojo, que aseguran que se encargó de bajar la ansiedad de Barco. El mensaje de entonces del capitán apuntó a que podría ser muy bueno para su formación estar un tiempo más en Boca y que su salto a la Premier sería ideal para la temporada 24-25.
Una venta por debajo de su valor de mercado sería un mal negocio para Boca, pero poco puede hacer el club en casos como este. Más allá de haber formado a Barco, en las oficinas de Boca Predio saben que venderlo por menos de su valor era una posibilidad luego de la última extensión de su contrato, en el que quedó rubricada la cláusula de rescisión de diez millones de dólares. Todo apuntaba a que el Colo explotaría con continuidad en primera. Por eso, incluso, Agustín Sández (dos años y medio más grande) fue vendido a Rosario Central para “no taparlo” y favorecer su progresión.
Con continuidad, Barco no sólo explotó sino que además se transformó en el creador de fútbol de Boca en varios partidos. El Colo fue la gambeta, el vértigo y hasta el desparpajo: quedará en las retinas de los hinchas xeneizes aquella foto del juvenil parado sobre la pelota, desafiante, cuando dos jugadores de Palmeiras intentaban quitársela. No era en un partido de inferiores, sino en una semifinal de Copa Libertadores. Su rendimiento con la camiseta azul y oro elevó sus acciones y se transformó en una pieza de deseo de las principales potencias europeas. Los cazatalentos del continente tenían su nombre resaltado y la certeza de que su precio era apetecible: PSG, Real Madrid, Manchester City, Arsenal, Tottenham o Bayern, por nombrar algunos clubes, pueden gastar 10 millones de dólares en un futbolista sin problemas. Ni hablar de los clubes de Arabia Saudita, pero esa es otra historia: Barco quiere codearse con los mejores y jugar los principales torneos del mundo.
Diego Martínez, el flamante entrenador de Boca, sabía que durante dos semanas no contaría con Barco y otros cuatro jugadores (Leandro Brey, Nicolás Valentini, Exequiel Fernández y Cristian Medina). Lo que el DT no esperaba es que llegaran ofertas concretas tan pronto por el Colo y que, posiblemente, no lo pueda dirigir con la camiseta xeneize. El futuro de Barco será, seguramente, una de las preguntas que Martínez deberá responder este mismo viernes a las 20.30, cuando sea presentado en la Bombonera como el nuevo DT del equipo.