Vélez no para de ganar: eliminó a Independiente con un penal de Aquino y se clasificó a las semifinales de la Copa Argentina

Pizzini abraza a Claudio Aquino y se suman Bouzat y Thiago Fernández; fue el gol decisivo de Vélez para ganarle a Independiente por los cuartos de final de la Copa Argentina
Pizzini abraza a Claudio Aquino y se suman Bouzat y Thiago Fernández; fue el gol decisivo de Vélez para ganarle a Independiente por los cuartos de final de la Copa Argentina - Créditos: @LA NACION/Gonzalo M. Colini

Ese grito contenido, ese alarido que nace del corazón, retumbó como un trueno en la popular visitante de la Fortaleza. “¡El Fortín, el Fortín!”. A diez años de su última alegría, de aquella Supercopa Argentina frente a Arsenal con el gol de Tito Canteros, el Vélez sensación del 2024 está a 180 minutos de lograr un nuevo título. Con gol de Claudio Aquino, el conjunto de Liniers ratificó extraordinario momento futbolístico y venció a Independiente por los cuartos de final de la Copa Argentina. Ahora su rival será el vencedor de Boca-Gimnasia La Plata, aún sin fecha confirmada. El Rojo volvió a perder tras nueve partidos, pero se fue silbado por su gente y, relegado en la tabla general, quedó prácticamente afuera de la próxima Copa Libertadores.

En el fútbol, la lógica será siempre materia de discusión. Vélez, que llegaba a esta serie de Copa Argentina con cinco triunfos consecutivos en el torneo local, dependió de un penal (bien cobrado) al inicio de la segunda mitad para doblegar a un voluntarioso Independiente que, con todas sus limitaciones a cuestas, plantó batalla a lo largo de todo el partido. Pero el Fortín fue de menor a mayor, tuvo más orden, más presencia en la mitad de la cancha, más precisión en los metros finales. No goleó, tampoco brilló, pero en un trámite enredado terminó imponiéndose por jerarquía individual.

Pudo ser para cualquiera de los dos. Porque Independiente empezó mejor y puso a Vélez en aprietos en un primer tiempo entretiempo aunque con pocas ocasiones de gol. Presionó arriba, obligó al Fortín a saltear líneas y generó peligro por afuera con los Santiagos López y Montiel. El juvenil fue el más incisivo de Independiente y a la vez el menos claro con la pelota. El primo de Gonzalo encontró su lugar a espaldas del doble 5 de Vélez y desde allí condujo los ataques más punzantes del Rojo.

Pero Vélez supo pasar el sofocón y empezó a manejar los tiempos con la mesura y sobriedad de un equipo candidato. Puso el partido en el freezer, le quitó velocidad al juego y empezó a controlar la pelota desde los pies de Ordoñez y de Bouzat, las terminales neurálgicas del equipo. Tuvo la más nítida con un remate de Brian Romero que Laso despejó sobre la línea, se salvó en la réplica tras un tiro cruzado de Loyola y golpeó al inicio del complemento tras una clara falta de Lazo sobre Pizzini. Aquino falló ante Rey, pero convirtió en el rebote.

Aquino pateará el penal que, en el rebote, será el tanto decisivo para Vélez
Aquino pateará el penal que, en el rebote, será el tanto decisivo para Vélez - Créditos: @LA NACION/Gonzalo M. Colini

En la segunda etapa, Vélez repartió la tenencia pero dominó el juego con inteligencia y solidez defensiva. Independiente fue un manojo de nervios que terminó chocando con su propia realidad: un equipo que ataca poco, que comete errores infantiles en defensa y al que le cuesta muchísimo llegar al gol, al punto de ser el equipo del campeonato con menor cantidad de tantos a favor: 9 en 16 partidos . Los cambios de Vaccari, para colmo, tampoco ayudaron: Canelo por Ávalos fue más de lo mismo y Tolosa ingresó recién a falta de siete minutos.

Vélez, en cambio, encontró el gol en una jugada aislada y le bajó la persiana al partido con enorme autoridad. Se retrasó unos metros, jugó con el reloj y la desesperación de Independiente y dejó que los minutos pasen. El Rojo mostró carácter, pero volvió a fallar en el juego. La ausencia de Federico Vera por lesión obligó a Vaccari a rearmar la defensa y el equipo perdió presencia en el medio con Loyola volcado al lateral.

Francisco Pizzini, una de las figuras de Velez Sarsfield
Francisco Pizzini, una de las figuras de Velez Sarsfield - Créditos: @LA NACION/Gonzalo M. Colini

Se jugó, por momentos, como una final. Porque los dos se jugaban mucho y porque ninguno de los dos equipos había accedido jamás a una semifinal de Copa Argentina. Vélez había llegado a cuartos en 2015 y 2017, cuando quedó en el camino a manos de Lanús y Atlético Tucumán. Y el Rojo alcanzó esa instancia en 2019 y 2022, pero cayó ante el Granate y Talleres de Córdoba.

Para Vélez fue una alegría extra a su 2024 prácticamente sin fisuras que lo encuentra líder en la Liga Profesional y entre los cuatro mejores de la Copa Argentina, en medio de una racha de diez triunfos en 11 partidos (el restante fue 2-2 ante Banfield) y con apenas tres goles en contra. Para el Rojo, un nuevo traspié en el ámbito local que lo aleja de las soñadas noches de Copa Libertadores mientras intenta asomar cabeza en el certamen doméstico. Con Racing en semifinales de la Sudamericana, los hinchas no soportaron el traspié ante el Fortín y reprobaron al equipo en su salida del campo de juego.

El festejo final de los jugadores de Vélez
El festejo final de los jugadores de Vélez - Créditos: @LA NACION/Gonzalo M. Colini

Aunque la diferencia no fue grande, los resultados son los que mandan. Los que mantienen a Vélez bien arriba y al Rojo bien abajo.