Triple Corona del turf: fue alumno de la jocketa argentina más ilustre y corre a Colifato Novo, el potrillo que le cambió la vida

Colifato Novo llega invicto a la Polla de Potrillos, con Joaquín Cano en un doble rol: jockey y entrenador
Colifato Novo llega invicto a la Polla de Potrillos, con Joaquín Cano en un doble rol: jockey y entrenador - Créditos: @HSI

“Se acercan a verlo muchos que se hicieron hinchas del caballo. Me piden sacarle fotos, tomarse selfies. Tal vez, por ser del interior, le tomaron más cariño. Como es manso, no le molesta eso, aunque tratamos de no fastidiarlo”, asegura Joaquín Cano. Se refiere a Colifato Novo, la estrella de la Polla de Potrillos que se disputará este sábado, a las 18, en Palermo, donde está alojado en el sector de tránsito de la Villa Hípica desde el jueves anterior y en cuya pista está galopando a diario. Es la gran atracción. Resulta una sociedad que rompe el molde. El jinete es, además, el entrenador del zainito, en una situación atípica. En ninguno de los dos roles estuvo alguna vez en este gran premio, que de chico veía por televisión o desde las tribunas, y tendrá su bautismo al mando del héroe que todos buscan tener.

Un invicto con cuatro carreras previas en las gateras del inicio de la Triple Corona argentina es difícil de encontrar en los tiempos modernos de nuestro turf. Los proyectos de crack emigran tan rápido como sucede con los jugadores de fútbol que dejan pronto una huella en los clubes. Algo que no llamaba la atención el siglo pasado es un hallazgo por estos años: hace 19 que no sucede, desde que Gold for Sale conservó su foja inmaculada en 2005. Y Colifato Novo, un potro con una historia muy particular, le agrega un plus, ya que también obtuvo una prueba no computable en Río Cuarto antes de desafiar las competencias oficiales.

El triunfo de Colifato Novo en Río Cuarto

En ese hipódromo cordobés escribió más de un capítulo de su trastienda, en rigor. El potrillo salió a remate en ese predio en julio de 2023, antes de llegar a las pistas. Lo compró por un puñado de dólares Néstor Funes. Su stud, El Ranquel, tiene apenas dos años de vida, y su hijo Franco es parte del equipo de trabajo de Cano como veterinario. En esa misma arena dio un anticipo de lo que vendría cuando en marzo último se adjudicó por varios cuerpos el segundo turno del primer clasificatorio de la Copa Grandes Promesas, una prueba no computable sobre 1000 metros. Aquella conquista, casi de punta a punta, le puso los cimientos a soñar en grande. Un mes después estaba debutando oficialmente en San Isidro, en cuya cancha de césped fueron sus cuatro compromisos contables. “Daba buenas señales, pero cuando ganó nos enfocamos en traerlo a Buenos Aires”, asegura Joaquín, de 34 años y con 15 como jockey, siguiendo la pasión de papá Roberto, que falleció en 2020. Es a quien le dedica cada uno de sus éxitos cuando señala al cielo.

Colifato Novo, en la presentación del remate

Cano nació y creció en Mercedes, a poco menos de 100 km de la Ciudad de Buenos Aires. “Vivía entre caballos, nunca pensé en dedicarme a otra cosa que no fuera ser jockey”, sentencia en su charla con LA NACION, de jeans, con un abrigo, de brazos cruzados y con una sonrisa en casi todo momento. Así vive. Como en la tranquilidad de Villa Mercedes, la localidad de San Luis donde se radicó a mitad de camino de su intento por encarar esa profesión. “A los 17 años comencé a trabajar en San Isidro. Al principio era peón y galopador, con Juan Alvis. Después, con Juan Udaondo. Intenté en ese tiempo ingresar a la escuela de aprendices, pero no lo logré”, recuerda sobre aquellos primeros pasos al lado de esos entrenadores de los que también tomó nota. Poco después descubrió una opción: “Me dijeron que podía cursar la de escuela de La Punta y me fui allá; en un año egresé”. ¿Su directora? Marina Lezcano, la jocketa que en los setenta abrió el camino de las mujeres en el turf argentino con sus condiciones y triunfos.

En 2009 comenzó a competir, alternando hipódromos oficiales con cuadreras. Y aparece otra leyenda asociado a un hito en su historial. “La primera vez que fui a correr a Palermo le gané por el hocico a Falero”, informa, casi tímidamente. Ese 7 de diciembre de 2012, con Don Kaiser superó a Milestones, montado por el mítico uruguayo. Cuatro años después hizo una segunda prueba por abrirse paso en Buenos Aires, como parte del equipo de galopadores de Antonio Marsiglia. Las oportunidades escaseaban y en tierras cuyanas se sentía mejor. Por eso volvió hacia allí, donde logró la mayor parte de sus triunfos. Y donde en 2022 tuvo una propuesta extra: “Néstor me dijo que quería tener caballos y me ofreció que yo también sea el cuidador, que era un proyecto que tenía en mente para cuando me retirara, más adelante”. Una amistad que trasciende las pistas.

Néstor Funes y Joaquín Cano, los artífices detrás del invicto Colifato Novo; el dueño del potrillo y el jinete que es, además, el entrenador.
Néstor Funes y Joaquín Cano, los artífices detrás del invicto Colifato Novo; el dueño del potrillo y el jinete que es, además, el entrenador. - Créditos: @Prensa Hapsa

En Villa Mercedes, a unos 95 km de la capital de San Luis, Colifato Novo es entrenado en una cancha de tierra con un trazado de 1700 metros. “Es tranquilo para cuidar ahí”, destaca el jinete, al que le faltan 31 éxitos para recibirse. El stud tiene ocho boxes y el potrillo convive con otros seis caballos. Funes, el dueño, también se pone al volante del tráiler para llevarlos donde sea. Hicieron 700 km hasta Palermo, donde se sumará el sábado otro Cano, Juan Javier, el hermano de Joaquín, que trabaja en el haras El Gusy. “Va a ser el peón, me viene a ayudar cada vez que puede”, explica. El que lo acompaña cada día, Mario Sosa, quedó junto al resto de los caballos que atiende en suelo puntano.

La caminata de Colifato Novo por la Villa Hípica de Palermo, llevado por Joaquín Cano, dedicado al potrillo a tiempo completo en Palermo.
La caminata de Colifato Novo por la Villa Hípica de Palermo, llevado por Joaquín Cano, dedicado al potrillo a tiempo completo en Palermo. - Créditos: @Prensa Hapsa

Colifato Novo les cambió la vida a todos. Nacido el 19 de agosto de 2021 en un campo de cinco hectáreas de Coronel Charlone, la estirpe de campeón la lleva en los genes. Su padre, Lenovo, obtuvo nueve victorias en sus primeras diez carreras, acumuló once triunfos en sus 16 salidas y fue el mejor velocista de 2014. Su madre, Baraca Nistel, se despidió de las pistas tras su único éxito aquella misma temporada y tiene tres hermanos maternos –Bamb Craf, Bamb Harlan y Seattle Bam– que ganaron clásicos, con una cuna premium como es Firmamento, representada en esta Polla de Potrillos por otro de los candidatos, Holy Joy. El zaino dio a luz y creció en la frontera entre Córdoba y Buenos Aires, con reparos sobre su potencial.

Primero, porque se había comido accidentalmente una bolsa de consorcio. Luego, sostenían que no iba a servir para competir después de un golpe que sufrió a los 6 meses y lo había dejado muy dolorido. Su primer dueño, Maximiliano Conti, que es de Buchardo, un pueblito cordobés, eligió creer y buscó otras voces para ayudarlo a sanar y que la ilusión de verlo correr en algún hipódromo continúe. Las tierras del criador son reconocidas como Haras Lomas del Meridiano, un sector que limita a Córdoba con Buenos Aires, como le explicó el criador a Info Turf. La intimidad detrás de una familia que apostó por una pasión y forjó un crack, entre el puñado de ejemplares que tiene, entre yeguas y productos. Así, al compás del sueño sumó personal en estos años.

El último triunfo de Colifato Novo

Y llegó en todos los sentidos a las manos de Cano, con quien corrió siempre y ganó todas, incluso los grandes premios Estrellas Juvenile (G1) y Dos Mil Guineas (G1), ambas en el césped. Siempre, de punta a punta. La misma estrategia que viene adoptando Yak Sport, que lleva dos éxitos seguidos y afronta un compromiso superior. “Suelo mirar las carreras y estudiar los rivales. El mío ya tiene una modalidad, pero, aunque tengas determinados planes, cuando se abren las gateras es el momento de decidir qué hacer”, dice Joaquín, sin ansiedad, ante la pregunta que se hace el mundo hípico sobre la posibilidad de una lucha entre ambos que les reste energías pronto. Deja la puerta abierta. Como la que tiene por delante el potrillo, otra vez en 1600 metros, en su pico de popularidad.

Al momento de la comida y la limpieza, Joaquín Cano trabaja en el box junto a Colifato Novo
Al momento de la comida y la limpieza, Joaquín Cano trabaja en el box junto a Colifato Novo - Créditos: @Prensa Hapsa

Potrancas y fondistas completan la gran jornada

La fecha del sábado en Palermo incluye otros dos grandes premios, entre ellos la Polla de Potrancas (G1), la versión para las hembras más jóvenes en competencia de la cita que marca el comienzo de la Triple Corona. Será a las 17, con once protagonistas, entre las que se incluyen Quita Rim, que viene de ganar un Grupo 1 en San Isidro y regresa a la pista donde salió de perdedora por varios cuerpos, y Dulce Despertar, con cuatro victorias en cinco presentaciones. Además, la tordilla Filippiada lleva dos éxitos seguidos, Titmus ya estuvo cerca con contratiempos en el desarrollo y Gran Mirella inicia una nueva etapa luego de más de 70 días de descanso.

Antes, a las 16, en el césped se correrá el General San Martín (G1-2400m), con un plus para sus siete participantes, ya que marca el final del Campeonato Palermo de Oro Verde. Intense for Me sube a esa distancia por primera vez luego de ceder ajustadamente un Estrellas Classic (G1-2000m) en el que quedó encerrado gran parte de la recta final. Es uno de los referentes junto a El Kodigo, el vencedor de la Polla de Potrillos 2023, que cortó una serie de tres victorias el mes pasado al escoltar a Crazy Talent, delante de Treasure Island, Epityrum y Ronda de Ases, con los que se volverá a encontrar.

Están previstas 19 competencias, desde las 12 hasta más allá de las 21, en un día con grandes atracciones en las apuestas y diversos eventos alrededor de las pistas.