El trauma, la tarea más difícil de superar para los niños tras el terremoto de Marruecos

Cinco días después del devastador terremoto, en Marruecos comienzan a retirarse los equipos de rescate para dejar paso a la ayuda humanitaria.

En Asni, al sur de Marrakech, se encuentra uno de los mayores hospitales de campaña desplegados. Unas 500 personas reciben asistencia médica diaria. Entre ellas hay muchos niños traumatizados por lo ocurrido.

"El techo de mi habitación se vino abajo, estaba oscuro, llamaba a mi padre y a mi madre bajo los escombros", cuenta con dolor la pequeña Houda. "Oía a la gente llamando para encontrarme, pensé que era el fin del mundo. Consiguieron salvarnos a mi madre y a mí, pero mi hermana pequeña y mi padre murieron. No me dijeron enseguida que habían muerto".

Unas 530 escuelas han quedado destruidas o dañadas en el país africano, y en las 42 localidades más afectadas se han suspendido las clases. La prioridad ahora es la de tratar de devolver la tranquilidad y la sonrisa a personas como Nora.

"Tengo miedo de otro temblor", nos dice Nora, "y estoy preocupada por mi madre, estaba embarazada y el bebé murió. Estoy bien aquí, es un poco como la escuela".

El futuro de Marruecos, como el de cualquier país, pasa por sus niños, por lo que la reconstrucción de las escuelas se antoja vital para un país aún demasiado aturdido.