De Tinelli a Fígoli, los argentinos que invirtieron en el fútbol español y el único caso de éxito

Christian Bragarnik, propietario de Elche
Christian Bragarnik, propietario de Elche - Créditos: @@elchecf

Los clubes europeos -sobre todo, los del ascenso- siempre resultaron magnéticos para los inversores argentinos. Convertidos en sociedades anónimas deportivas en la mayoría de los casos, los capitalistas criollos vieron en ellos la posibilidad de insertarse en una pirámide que termina en la primera división. Hacia allí apuntan, porque en las élites están los millones: de la TV, de las transferencias y de las entradas de los partidos. Del Badajoz de Marcelo Tinelli al Leganés de Daniel Grinbank, pasando por el Burgos de Antonio Caselli o el Elche de Christian Bragarnik. España siempre estuvo más cerca.

El último eslabón de esa cadena de adquisiciones por parte de inversores argentinos es el Burgos, que hasta 2021 fue administrado por la familia Caselli -del patriarca Antonio, histórico dirigente de River-. La empresa Yucón Business S.L. gestionaba el club desde la salida de los Caselli. Y ahora decidió aliarse con otro grupo argentino: se trata de 360, una compañía de Fénix Entertainment, del empresario de medios y espectáculos Marcelo Fígoli. Si bien no trascendieron los términos del acuerdo, se sabe que Yucón cedió el 47% de las acciones de la SAD, y que en el término de un año dejará la administración en manos de los argentinos. Burgos marcha undécimo en la segunda división española y la empresa de Fígoli se comprometió a invertir 20 millones de euros: ocho para la nueva ciudad deportiva y unos doce en las reformas del estadio El Plantío, según informó el medio Palco23, especializado en la industria del fútbol español.

Marcelo Fígoli, el nuevo dueño del club español Burgos
Marcelo Fígoli, el nuevo dueño del club español Burgos

Un breve repaso por los últimos desembarcos de capitales argentinos en el fútbol español demuestra que, sobre todo a nivel de sustentabilidad, no fueron exitosos. Sí se codearon con el éxito deportivo: Burgos ascendió a Segunda; Elche llegó a LaLiga -aunque descendió a la temporada siguiente-, pero la mayoría falló en su propósito de sanear los números a largo plazo y ampliar la infraestructura existente. Los gestores argentinos abandonaron los clubes vendiendo sus acciones. Los Caselli, por ejemplo, fueron querellados por “administración desleal” antes de retirarse de Burgos, según informó el diario Marca.

Antecedentes, de Tinelli a Grinbank y Bragarnik

La primera burbuja argentina en el fútbol español tuvo el sello de Marcelo Tinelli. La estrella televisiva desembarcó en 1998 con su empresa Esfinge 20, que adquirió el 57% del Badajoz, un histórico club del ascenso que militaba en la segunda división. De la mano de un acuerdo con Mauricio Macri -entonces presidente de Boca-, un grupo de jugadores argentinos se sumó a la incursión (David Nazareno Bisconti y Alejandro Mancuso, los más conocidos), aunque de entrada los resultados estuvieron muy lejos de lo esperado. Durante las dos temporadas bajo conducción argentino, el equipo de Videomatch peleó el descenso para no irse a la Segunda B (la tercera división española) y en 2000 Tinelli le terminó vendiendo las acciones a uno de sus socios.

A otro empresario de medios, Daniel Grinbank, no le fue mucho mejor con el Club Deportivo Leganés, un equipo de las afueras de Madrid que supo ser un club tobogán: deambuló entre la Primera y la Segunda División del fútbol español. El argentino aterrizó con un plan muy ambicioso que incluía la contratación de José Pekerman para hacerse cargo de las divisiones inferiores y una docena de jugadores de primer nivel, como José Chamot, Federico Domínguez y Lucas Pusineri.

Pero menos de un año más tarde, Grinbank terminó rescindiendo el contrato que lo unía con el club: nunca llegó a comprar la sociedad anónima deportiva y solo firmó una opción de compra. “El acuerdo que tenía incluía un aporte por parte del ayuntamiento de Leganés, que se había comprometido a ampliar el subsidio que le daba al club, la cesión de un terreno para las inferiores y el acercamiento de un sponsor para la camiseta. Pero por razones políticas finalmente no cumplieron con ninguna de las tres condiciones y así el negocio no nos cerraba ”, explicó Grinbank a LA NACION en aquel momento. Toda la movida le terminó costando al empresario argentino cerca de 5 millones de euros.

La llegada de Christian Bragarnik, el representante más importante del fútbol argentino, a Elche, tuvo su rebote mediático en la Argentina. En un primer momento se indicó que uno de sus socios era Daniel Angelici, cercano a Mauricio Macri y expresidente de Boca, pero el propio agente de futbolistas lo desmintió. En los papeles figura su empresa Score Fútbol S.A. como dueña del club, sus instalaciones deportivas y el estadio Manuel Martínez Valero.

Si bien en sus primeros meses al frente del equipo Bragarnik consiguió el ascenso a la primera división, la alegría duró apenas dos temporadas. En la 22-23, y con el argentino Sebastián Beccacece como entrenador (también tuvo un breve paso Jorge Almirón), el equipo ilicitano descendió a la segunda división, en la que permanece. Además del DT, el organigrama deportivo también cuenta con el cordobés Mauro Óbolo en la gerencia futbolística. Y en el plantel están Nicolás Fernández Mercau (ex San Lorenzo), Lautaro Blanco (ex Rosario Central) y Nicolás Castro (ex Newell’s y Genk, de Bélgica). Según la prensa deportiva de España, Bragarnik consiguió sanear los números del club gracias a los ingresos de la primera división, en la que ocupó el último puesto de la tabla durante la mayor parte de la temporada pasada. Su objetivo es devolverlo a la élite.

Sebastián Beccacece, entrenador de Elche, de España
Sebastián Beccacece, entrenador de Elche, de España - Créditos: @twitter

Otros dos casos: Racing de Santander y Lorca Deportivo

El representante y exfutbolista Hugo Issa también tuvo su aventura en España. Fue dueño de Lorca Deportivo, de la Tercera División (cuarta categoría), durante tres temporadas y media. El 5 de junio de 2023 dejó la presidencia en manos del mexicano Jacques Passy, quien se hizo con el control del club. El diario La Verdad informó entonces que Issa dejaba el cargo y quedaba desvinculado del club tras tres temporadas y media “con más fracasos que éxitos. La eliminación a manos de La Unión Atlético en la final de la fase de ascenso regional ha sido determinante para la marcha del argentino”. Bajo el mando de Issa, el último entrenador de Lorca había sido el argentino José Luis Acciari, quien dejó ese proyecto para sumarse al Beroe de Bulgaria, el actual club del colombiano Sebastián Villa (ex Boca). Lo acompañó Gonzalo Issa, un delantero de 20 años que jugó en Lorca y es el hijo de Hugo.

Racing de Santander también tiene un presidente y dueño argentino. Se trata del matemático Sebastián Ceria, quien a mediados de 2023 se convirtió en máximo accionista del club. Es un filántropo que de lunes a viernes vive en Londres y que, al estar casado con una cántabra, acude al Sardinero para ver al equipo los fines de semana. El equipo ocupa la sexta posición en la segunda división del fútbol español, expectante de clasificarse a los playoffs por un ascenso, todo un milagro en función del presupuesto acotado con el que cuenta. Además, Ceria adelantó que el club usará la inteligencia artificial para mejorar el rendimiento deportivo de los futbolistas. “Vamos a tratar de utilizar esos datos para ayudarnos a mejorar nuestro rendimiento deportivo, pero también a ser un mejor lugar para nuestros jugadores y para toda la gente que participe, por ejemplo, utilizando los datos para ver qué es importante para la afición”, dijo el matemático argentino, citado por El Diario, de Cantabria.