Un tackle con el alma: el cierre de Matías Moroni, el Puma prototípico, ya está en un cuadro de honor de la historia

La felicidad de Matías Moroni, un héroe de la batalla de Marsella; su tackle salvador frenó a Gales y propició que los Pumas pasaran a una semifinal del Mundial de Francia.
La felicidad de Matías Moroni, un héroe de la batalla de Marsella; su tackle salvador frenó a Gales y propició que los Pumas pasaran a una semifinal del Mundial de Francia. - Créditos: @Agencia AFP

MARSELLA, Francia.– Hay muchas fotos icónicas de la tarde en la que los Pumas superaron a Irlanda, en Cardiff, en los cuartos de final del Mundial de 2015. Una de ellas es la de Matías Moroni anotando el primer try, con un grito de euforia, abrazado por Santiago Cordero, el que le hizo el pase. En ese entonces Moroni daba sus primeros pasos en el rugby internacional, había debutado hacía un año y por una sanción a Marcelo Bosch se había metido al equipo titular entrenado por Daniel Hourcade.

Moroni es oportunista y está en los momentos justos. Tiene una mentalidad inquebrantable. Esta vez ingresó por un golpe que sufrió Santiago Chocobares a los 27 minutos del primer tiempo y se llevó el protagonismo con un tackle salvador a Louis Rees-Zammit. “Me quedo con las dos; es como elegir a mi mamá o mi papá. Los dos momentos marcaron algo muy importante en mi carrera en diferentes circunstancias: uno, muchísimo más joven… Sigo siendo joven con un poco más de años”, rió. “Estoy feliz de ayudar al equipo para meterse en una semifinal del mundo”, expresó en diálogo para LA NACION el centro de 32 años.

La palabra de “Salvador” Moroni

El tackle de Moroni a una de las figuras de Gales ya entra en los grandes momentos defensivos de los Pumas. La bandera del tackle es un arma histórica y el centro de Newcastle Falcons puso el cuerpo y el alma, aún sin la técnica indicada, para negarle el try al veloz wing galés. Entra en la lista de los grandes tackles de la Argentina. Hay que remontarse al 2018 para encontrar una acción defensiva de semejante envergadura: el tackle de Tomás Lavanini que le hizo perder el control a Israel Folau en la última jugada y le valió el triunfo ante los Wallabies en Australia después de 35 años: “Fue un tackle salvador. Si hacían ese try no sé qué iba a pasar… Tute estuvo ahí y salvó al equipo en un momento clave”, deslizó ahora Lavanini sobre el back.

En copas del mundo, también en Francia, aún está en la memoria colectiva el de Felipe Contepomi a Sébastien Chabal, a los tobillos, cerrando ambos pies, en el partido inaugural. En París, con su defensa como estandarte, los Pumas empezaron a marcar el camino de lo que es hasta hoy la mejor campaña de los Pumas en mundiales.

La imagen del coraje: Matías Moroni derriba a Louis Rees-Zammit cuando el wing estaba por apoyar en el in-goal y hacer pasar al frente a Gales, a falta de seis minutos en Marsella.
La imagen del coraje: Matías Moroni derriba a Louis Rees-Zammit cuando el wing estaba por apoyar en el in-goal y hacer pasar al frente a Gales, a falta de seis minutos en Marsella. - Créditos: @ap

Si se habla de defensas memorables, es imposible no resaltar la heroica frente a Irlanda en 1999, en Lens. Durante nueve minutos tacklearon a destajo, con Santiago Phelan como bandera y moretones en los hombros que no le permitieron levantar los brazos para festejar. El de Moroni ingresa también en los momentos inmaculados de los mundiales, como el try de Diego Albanese a Irlanda en 1999, el de Ignacio Corleto a Francia en el 2007, Lucas González Amorosino a Escocia en el 2011 o la palomita de Juan Imhoff frente a Irlanda en Cardiff, en el 2015. Esos momentos donde se detiene el tiempo y se escribe la historia. Rápidamente en las redes sociales llegó la comparación con la atajada del Dibu Martínez a Kolo Muani, ambos con la camiseta 23.

En Marsella, los Pumas no se mostraron firmes en defensa, sobre todo en el primer tiempo. Una muestra clara es la acción previa al tackle de Moroni, con Rio Dyer quebrando con facilidad. Una secuencia que continuó con pelota viva, un pase de Tomos Williams a Rees-Zammit, que encargó la bandera apenas agarró la pelota. “Si me pisaba para adentro se me metía. En mi cabeza me decía «por favor, que encare a la bandera». Si no, pasaba de largo”, admitió el centro, de personalidad frontal y carácter fuerte.

Compacto de los Pumas 29 vs. Gales 17

En Marsella, tras la caída ante Inglaterra en el debut, fue uno de los pocos que utilizaron las redes sociales para expresarse. “No fue el arranque que preparamos, ni soñamos. Fueron días duros pero necesarios. Pónganle el nombre que quieran, pero los invito a subirse”, escribió. Por su energía y entrega es uno de los más aclamados por el público. En los partidos disputados en Argentina, es de los pocos en ser ovacionados con su apellido. Su contagio siempre da un plus a sus equipos. En CUBA fue una pieza clave en el título ganado en el 2013, en los Jaguares fue uno de los puntos altos en el subcampeonato del 2019, mientras que en Inglaterra se ganó el cariño de los hinchas de Leicester Tigers (fue campeón en el 2022) y de Newcastle Falcons. Hoy dejó el estadio envuelto en la bandera argentina.

Junto a Santiago Carreras y Juan Martín González, Moroni es el que más partidos jugó en el ciclo de Michael Cheika. Sin embargo, en 11 de los 21 encuentros que disputó con el australiano lo hizo ingresando desde el banco de suplentes. Esta vez compartió cancha con Lucio Cinti, con el que compite por la camiseta 13. “Lucio y yo hemos jugado juntos, el laburo que hace él es muy bueno. La competencia interna entre todos los centros es muy buena, nos empujamos semana a semana, nos hace mejores y que no aflojemos. Eso habla del nivel de este equipo, todos queremos jugar. Las combinaciones de 12 o 13 son combinaciones que se dan; esto es rugby profesional, estamos acostumbrados. Hoy en día jugar de 12 o 13 es muy parecido por el sistema de juego, salvo los lanzamientos de formaciones fijas”, explicó.

El tackle que pasó a la historia de los Pumas

El tercer mundial de Moroni con los Pumas es especial. Con 32 años tiene un largo recorrido, acumula 78 caps y tiene más compañía. ”Mi propósito en la Copa del Mundo era estar en la cancha con mis dos hijos festejando una victoria. Ya son cuatro y esperemos que sean más”, dijo algo emocionado, quien saludó con ternura a su bebé Mayco y llevó en sus hombros a Milo, su hijo mayor, en la ronda final del equipo y cuando los jugadores galeses los aplaudían en la salida de la cancha.

Mientras el centro formado en CUBA dialogaba con los medios, Tommy Reffell, su ex compañero en Leicester Tigers, esperó a Moroni para saludarlo y felicitarlo. Un lindo gesto del tercera línea, que ahora comparte club con Julián Montoya, el capitán de los Pumas, que mostró su habitual mesura. “En el momento del tackle yo no estaba en la cancha, lo festejé mucho. Eso habla del equipo: arrancan 15 y lo cierran los finishers, como les decimos nosotros. Por ese tackle de Tute estamos todos muy agradecidos”, cerró Montoya con una sonrisa que no suele esbozar en las conferencias de prensa. Este momento valió la pena.