Starmer promete más castigos para sofocar la ola de violencia en Gran Bretaña: “Enfrentarán todo el peso de la ley”

Desde el ataque mortal a tres niñas el pasado lunes en Southport, en el noroeste de Inglaterra, se multiplicaron los disturbios y los enfrentamientos entre la policía y los manifestantes
Desde el ataque mortal a tres niñas el pasado lunes en Southport, en el noroeste de Inglaterra, se multiplicaron los disturbios y los enfrentamientos entre la policía y los manifestantes - Créditos: @Owen Humphreys

LONDRES.- El primer ministro británico, Keir Starmer, afirmó que los manifestantes violentos que atacaron a comunidades musulmanas se enfrentarán rápidamente a “todo el peso de la ley”, mientras intenta sofocar los disturbios antiinmigración que llevan días afectando al país.

El apuñalamiento mortal de tres niñas en la localidad inglesa de Southport la semana pasada fue aprovechado por grupos antiinmigrantes y antimusulmanes. Starmer convocó a su gabinete y los altos mandos policiales, a un comité de crisis para abordar un plan que logre frenar los peores disturbios en 13 años en Gran Bretaña, que incluyeron ataques contra mezquitas y centros para demandantes de asilo.

“Cualquiera que sea la motivación aparente, esto no es una protesta, es pura violencia y no toleraremos ataques contra mezquitas o nuestras comunidades musulmanas”, dijo Starmer el lunes tras una reunión de urgencia con los jefes de policía y de prisiones. ”Recaerá todo el peso de la ley sobre todos aquellos que sean identificados como partícipes”, agregó.

El primer ministro prometió que el gobierno “reforzará la justicia penal” para garantizar sanciones “rápidas” en un momento en que el país está conmocionado por las imágenes de los ataques a albergues de solicitantes de asilo y mezquitas, saqueos de comercios y enfrentamientos con la policía. La policía ya detuvo unas 420 personas.

Las protestas, en su mayoría de unos pocos centenares de personas, continuan en pueblos y ciudades de todo el país, con lanzamientos de ladrillos contra policías, incendios de autos, saqueos de tiendas y ataques a mezquitas y negocios de propiedad asiática. La ministra del Interior, Yvette Cooper, afirmó que los violentos se habían sentido “envalentonados por este momento para atizar el odio racial”. Asimismo, prometió que los implicados pagarán por sus actos, afirmando que el Gobierno respaldará castigos que iban desde penas de cárcel a prohibiciones de viajar.

La ola de violencia estalló el martes tras un ataque con cuchillo que se cobró la vida de tres niñas durante una clase de baile con temática Taylor Swift en Southport, que después se extendió durante todo el país. Los disturbios fueron fomentados por rumores falsos y especulaciones en internet sobre la identidad del sospechoso y algunas versiones difundidas por “influencers” de ultraderecha indicaron que el autor fue un demandante de asilo musulmán. La policía informó que el sospechoso es un joven de 17 años nacido en Gales, pero que sus padres son ruandeses.

Tras adoptar una postura dura en los últimos días contra quienes calificó de “matones de ultraderecha”, Starmer convocó al gabinete de crisis en su residencia Downing Street, en Londres. Starmer anunció este lunes que se creará un contingente permanente de policías formados para ser desplegados en caso de nuevos disturbios.”Mi objetivo es garantizar que pongamos fin a estos desórdenes”, declaró.

El domingo por la tarde, el primer ministro acudió a la televisión para asegurar a los alborotadores que “lamentarán” haber participado en los altercados de los últimos días, directa o indirectamente, “al haber provocado estas acciones en internet”. La violencia supone un gran reto para Starmer elegido hace sólo un mes en la aplastante victoria de los laboristas sobre los conservadores. Diputados de todo el espectro político lo han instado a que convoque al parlamento, actualmente en receso estival, incluidos la exministra del Interior ultraconservadora Priti Patel y el ultranacionalista líder de Reform UK, Nigel Farage, conocido por sus posturas antiinmigración.

Retórica antiinmigración

Se vienen multiplicando los disturbios y los enfrentamientos entre la policía, los manifestantes y, en ocasiones, los contramanifestantes antirracistas en numerosas ciudades británicas, desde Liverpool en el noroeste hasta Bristol en el suroeste, pasando por Leeds y Sunderland, en Inglaterra, o Belfast en Irlanda del Norte.

El domingo, estas concentraciones, bajo el lema “Ya es suficiente” en referencia a la llegada al Reino Unido de migrantes que cruzan el Canal de la Mancha en barcas precarias, desembocaron en ataques contra dos hoteles que albergaban a solicitantes de asilo.

Los manifestantes sostienen pancartas durante una manifestación de
Los manifestantes sostienen pancartas durante una manifestación de "Ya es suficiente" convocada por activistas de extrema derecha en Weymouth, en la costa suroeste de Inglaterra - Créditos: @JUSTIN TALLIS

En Rotherham, en el norte de Inglaterra, varios centenares de personas se concentraron, rompieron ventanas, provocaron incendios y lanzaron proyectiles contra los agentes de policía, mientras otros gritaban consignas como “Expúlsenlos”. Al menos diez policías resultaron heridos. En Tamworth, cerca de Birmingham, se repitió esta situación.

Manifestantes de extrema derecha se enfrentaron con la policía británica durante tensas manifestaciones mientras los disturbios vinculados a la desinformación sobre un apuñalamiento masivo que mató a tres niñas se extendieron por todo el Reino Unido
Manifestantes de extrema derecha se enfrentaron con la policía británica durante tensas manifestaciones mientras los disturbios vinculados a la desinformación sobre un apuñalamiento masivo que mató a tres niñas se extendieron por todo el Reino Unido - Créditos: @JUSTIN TALLIS

El Reino Unido no vivía una ola violencia de este tipo desde 2011, tras la muerte de un joven mestizo, Mark Duggan, a manos de la policía en el norte de Londres. La policía apunta hacia la English Defense League, un grupo de ultraderecha creado hace 15 años, cuyas acciones contra la inmigración se han visto a menudo marcadas por exabruptos.

Algunos políticos creen que el auge de la retórica antiinmigración entre los políticos británicos está legitimando a los manifestantes.

Agencias Reuters y AFP