Las sorpresas de Julián Alvarez, Enzo Fernández y Alexis Mac Allister: tres historias increíbles de la selección campeona en el Mundial Qatar 2022
El 24 de mayo de 2021, ese es el día. La citación que cambió la historia. Lionel Scaloni, el entrenador del seleccionado argentino, sumó a la convocatoria para los partidos contra Chile y Colombia, por las eliminatorias para el Mundial de Qatar 2022, a los jugadores de River Franco Armani, Gonzalo Montiel y Julián Álvarez, que fue citado por primera vez. Causó asombro su arribo: (casi) nadie lo tenía en la órbita del seleccionado mayor, luego de su paso por las selecciones Sub 20 y Sub 23.
Decía la crónica: el atacante millonario se ganó la titularidad en el equipo de Marcelo Gallardo por la lesión de Matías Suárez y convirtió tres goles en los últimos siete encuentros. El Muñeco siempre le tuvo admiración, pero lo llevó de a poco, paso a paso. Ráfagas fulminantes y a esperar.
Se mencionaba, además, que iba a tener una competencia imposible, ya que Scaloni había convocado en el ataque a Lionel Messi, Lautaro Martínez, Sergio Agüero, Joaquín Correa, Nicolás González y Lucas Alario, que se recuperaba de una lesión.
#Eliminatorias El DT de @Argentina convoca tres futbolistas del medio local: Franco #Armani, Gonzalo #Montiel y @julianalvarezzz.
Los jugadores se sumarán al grupo en los próximos días ✅ pic.twitter.com/d9HCfWkdtA— 🇦🇷 Selección Argentina ⭐⭐⭐ (@Argentina) May 24, 2021
Era el último de la lista. Ese mismo día, le ponía la firma Christian Leblebidjian en La Nación: “¿Qué ve Scaloni en Julián Álvarez? ¿Qué lo seduce para involucrarlo dentro de su idea futbolística? Julián Álvarez entra en el grupo selecto de esos delanteros que pueden jugar en cualquiera de los ‘4 puestos ofensivos’ en un hipotético esquema 4-2-3-1: como 9, como extremo por la derecha o por la izquierda y detrás del 9, en la posición en la que asistió varias veces a Borré. Puede asistir y convertir, pero se mueve según su rol. Tiene la inteligencia táctica y las características para tomar las mejores decisiones en función del rol que tenga en cada partido. Incluso aun no siendo muy alto (1m70), puede convertir de cabeza, como hizo ante Boca en el último clásico.
Álvarez es consciente de esta variable: “Trato de adaptarme a cualquier posición para ser una alternativa más para el entrenador. En todos estos años me ha tocado jugar por la banda, o arrancando de más atrás. De 9 o más suelto por afuera. Me gusta ver el rol que me toca para ayudar al equipo. Me puede tocar asistir o convertir, me muevo dentro de las funciones colectivas. Siempre jugué más cerca del arco, pero también me ha tocado arrancar como volante, de más atrás”, señalaba.
Se insistía en el análisis: “Tiene, además, como todo delantero que tenga minutos en el River de Gallardo, sacrificio defensivo. Juegue donde juegue, trata de ser uno de los primeros defensores millonarios. Por eso también encajaría dentro de un 4-4-1-1 (esquema que también por momentos utiliza la selección) o un 4-4-2, para jugar por ambas bandas o como delantero por afuera, segunda punta o 9. El 17 de marzo pasado, había recibido el elogio de Gonzalo Higuaín, un referente del equipo nacional. “Tengo gran debilidad por Álvarez. Es un nueve muy completo que me gusta mucho, y tranquilamente a futuro puede hacerle sombra a Lautaro Martínez en la selección. Posee mucho potencial para hacer una carrera, y cuando juega de nueve me encanta”, sostuvo el Pipita en diálogo con ESPN F12.
"ES INCREÍBLE CÓMO SE ENTRENA". Lionel Scaloni, DT de la Selección argentina, elogió a Julián Álvarez, figura del River de Gallardo. pic.twitter.com/PNjuUWYcOw
— SportsCenter (@SC_ESPN) October 6, 2021
“Puede hacerle sombra a Lautaro Martínez”, reflexionaba Pipita, un 9 de colección. En todos los órdenes de la vida, el azar juega con cartas sin marcar. Lautaro Martínez perdió el eje luego de la derrota contra Arabia Saudita y Scaloni, el hombre de las decisiones fuertes, el conductor de las determinaciones políticamente incorrectas, tomó nota. Brilló en River, se destacó en cinco meses en el Manchester City de Guardiola, que lo elogia hasta cuando permanece en el banco. Julián fue una de las revelaciones del Mundial y, desde ya, una de sus principales figuras. Tiene 22 años, una cabeza de ejecutivo y una humildad de laburante. El socio definitivo de Messi, el que esperó toda su vida en la selección.
Decía Marcelo Gallardo en esos tiempos: “Le han pasado muchas cosas en el último tiempo, pero creo que tiene una buena cabeza, una muy buena familia y está con nosotros, que vamos a tratar de protegerlo para que todo ese ruido que se genera desde afuera no lo confunda, para que siga dando los pasos que tiene que dar con la firmeza que lo viene haciendo. Es un jugador que va a seguir creciendo y que va a seguir teniendo buenos momentos, pero lo tenemos que cuidar para que nada lo desestabilice”. Decía Scaloni en esos tiempos: “Es un chico que además de conocerlo de las juveniles, de haberlo tenido y haberlo hecho venir a la selección mayor, es un chico que apreciamos, está haciendo un crecimiento enorme y que no tenga minutos o tenga minutos no depende de la edad que tiene, para nada”.
Ahora lo vemos todos: al galope, a lo Mario Alberto Kempes. Ahora es fácil contemplarlo. El Muñeco ya lo había advertido al ponerlo a los 97 minutos del tiempo suplementario de la final de la Copa Libertadores de 2018 frente a Boca, en Madrid, en lugar de Exequiel Palacios, otro hombre de selección.
Algunas semanas antes de Qatar se supo: Julián Alvarez iba a ser citado. No era un número puesto, más allá de la debilidad del conductor. No iba a ser titular. El destino, tal vez. O saber cuándo y cómo mover ciertas piezas cuando la partida cambia radicalmente de ecuación. Julián por Lautaro, Enzo Fernández por Angel Di María (lejos de su mejor versión física) y Alexis Mac Allister por Gio Lo Celso, al margen de la gran cita. Directamente, Enzo no iba a volar a Oriente Medio. Y Alexis… era la segunda, tercera opción de los especialistas ante el impacto de la lesión del cerebro del equipo.
El triángulo del destino. Ninguno de los tres es parte indeleble de la génesis de lo que algunos dieron en llamar la Scaloneta. Bella metáfora: ellos construyeron a un buen conjunto en un equipo para la historia.
Dos partidos le alcanzaron a Enzo para asegurar su participación en el Mundial. De River a Defensa, de River a Benfica. De Benfica a Real Madrid o Liverpool. Pese a no contar con experiencia en la selección hasta la última ventana de amistosos, en la que la Argentina se enfrentó con Honduras y Jamaica en Estados Unidos, se convirtió en un imprescindible. Así, en un abrir y cerrar de ojos. En un chasquido: el fútbol como metáfora de la vida, una vez más.
Apenas 26 minutos con Honduras y unos 34 frente a Jamaica fueron suficientes. Liderazgo, conducción, dinámica, presión para recuperar la pelota (lo que más le cuesta), pase al vacío, remate de media distancia. Y lo más valioso: entiende el juego, a los 21 años. Necesita un número 5 clásico para volar.
Alexis Mac Allister recibió el primer llamado de Scaloni cuando todavía era jugador de Boca (tuvo un breve paso por la Ribera) en septiembre de 2019: se presentó en el marco de amistosos contra Chile y México.
Después de su conflictiva salida de la Bombonera y la llegada a Brighton el pampeano reapareció en el seleccionado para la última doble fecha de eliminatorias sudamericanas, fue titular ante Venezuela y Ecuador. Juega, marca, es una rueda de auxilio.
El ejemplo perfecto de la solidaridad. De estar en el momento justo, en el lugar indicado. Como Julián, como Enzo. Tres actores de reparto, convertidos en héroes, para toda la vida.