La conmemoración del 30° aniversario del atentado a la AMIA —por el que murieron 85 personas y hubo 300 heridos— trae para algunos la pregunta de cuál es el significado de las siglas de esta importante institución de la comunidad judía en la Argentina, que continúa en funciones al día de hoy.

Se trata del acrónimo de las palabras Asociación Mutual Israelita Argentina, con la cual se conoce a esta entidad fundada en 1894 como la sociedad de entierros Jevrá Kedushá, ya que una de sus primeras misiones fue la creación de un cementerio para la comunidad judía en Buenos Aires.

Como recuerdan desde la AMIA, “con el correr de los años, la antigua Jevrá Kedushá amplió su marco de acción, incluyendo la ayuda social, la educación y la cultura”. En 1945, año de la fundación del Estado de Israel, abrió su sede histórica, ubicada en la calle Pasteur al 633.

Desde entonces hasta nuestros días, la AMIA busca “promover el bienestar y el desarrollo de la comunidad judía argentina a través de proyectos de asistencia social, educativa y espiritual, manteniendo vivos sus valores y tradiciones”, según subraya el gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. En ese sentido, cuentan con distintas actividades y programas como cursos, bolsas de trabajo y una oferta cultural que incluye conciertos, conferencias y ciclos de cine, entre muchos otros.

La asociación, que este año también cumple su 130° aniversario, celebraba un siglo de existencia en el año 1994, en cuyo 18 de julio un coche bomba se detonó en su sede, ubicada en el barrio porteño de Once. Este atentado mató a 85 personas que trabajaban allí o transitaban la zona, además de herir a más de 300 personas.

Cómo fue el atentado contra la AMIA

A las 9.53 de aquel día, un coche bomba se estrelló en mitad de la vía pública y en frente de la sede de la AMIA, ubicada en Pasteur 633, en el barrio porteño de Balvanera, en la zona de Once. El lugar era el principal centro comunitario de la colectividad judía en Buenos Aires y quedó reducido a escombros.

La explosión demolió el edificio y dañó seriamente los inmuebles cercanos. Ante este evento que sacudió a la sociedad argentina, miles de personas se acercaron al lugar para colaborar con las tareas de rescate, tanto de las víctimas como de libros, documentos y esculturas. A pesar de los esfuerzos por los vecinos, los sobrevivientes y el personal médico y de seguridad que se apersonó al lugar, 85 personas murieron y 300 resultaron heridas por el ataque.

El atentado a la AMIA es el ataque terrorista más grave en la historia Argentina y no dejó condenados pese a tratarse de un delito de lesa humanidad. Desde 1994 no se pudo esclarecer quiénes fueron los responsables, aunque la Justicia concluyó que se trató de un ataque relacionado con el grupo terrorista Hezbollah y una conexión local que organizó, planificó y realizó la maniobra.

Desde esa fecha, cada 18 de julio se realiza un acto en el que participan tanto familiares de las personas fallecidas, como representantes de la comunidad israelí y judía, además de funcionarios y dirigentes políticos tanto del oficialismo como de la oposición.

A las 9.53 en punto, durante el acto conmemorativo, suena la sirena que recuerda el momento de la explosión, se hace un minuto de silencio y se inició el repaso de cada una de las víctimas fatales del ataque.